Taurina: ¿Estimulantes como terapia antiage?

por | 24, Jun, 2023 | Nutrición

10 minutos de lectura

Un grupo de científicos, investigó los efectos de la taurina, un aminoácido presente en varias bebidas energizantes, sobre la expectativa de vida y la salud de distintas especies. Los resultados fueron publicados en Science (1). Lo revisamos en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • El envejecimiento es un proceso multifactorial e inevitable, en el que cambios que se van acumulando a lo largo de la vida llevan a la declinación de la función de los órganos, lo que nos lleva a un mayor riesgo de enfermar y de morir.
  • Distintas moléculas, como la taurina, disminuyen a lo largo de la vida. No sabemos si esto es una causa y un efecto de este proceso.
  • La taurina es un aminoácido semiescencial. Está en abundancia en los humanos y en las células eucariotas. Algunos estudios relacionaron sus niveles en sangre con la salud. Sus concentraciones en sangre caen con la edad.
  • Para analizar el rol de la taurina en el envejecimiento, un grupo de investigadores midió las concentraciones de taurina en distintas especies durante la vida, y exploraron los efectos de su suplementación en ratones, gusanos y levaduras.
  • Alimentaron con taurina a un grupo de ratones, mientras que, a otro, no. La edad media, así como la expectativa de vida de los ratones alimentados con taurina, aumentó un 10-12 y 18-25%, respectivamente.
  • Al evaluar la salud de los ratones alimentados con taurina, se vio que tenían una mejor salud ósea, muscular, pancreática, cerebral, intestinal, e inmune, así como mejores niveles de energía y un menor peso corporal. Al tratar de reproducir estos efectos en gusanos, también se vio en estos una mayor vida media.
  • La suplementación con taurina aumentó la expectativa de vida, así como la salud de los ratones. Faltan ensayos clínicos controlados que analicen los efectos de la suplementación con taurina en el envejecimiento humano.

¿Qué es una «bebida energizante» (2)?

Una bebida energizante es una bebida sin alcohol, que contiene sustancias estimulantes. El objetivo de su consumo es disminuir, al menos temporalmente, la sensación de fatiga y agotamiento, y aumentar la habilidad mental y la resistencia física.

Están compuestas principalmente por cafeína, vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina C, etcétera), hidratos de carbono (glucosa y otros azúcares, excepto las versiones dietéticas), y otras sustancias naturales orgánicas, como la taurina, L-carnitina y guaraná.

Por contener altas dosis de cafeína pueden producir dependencia y otros efectos adversos. Parte de la sensación de bienestar producida por las bebidas energizantes es por la acción de sustancias psicoactivas (como la cafeína, un alcaloide) que actúan a nivel del sistema nervioso central, inhibiendo los neurotransmisores encargados de transmitir las sensaciones de cansancio o sueño, y potenciando aquellos relacionados con las sensaciones de bienestar y la concentración.

No eliminan realmente la fatiga muscular ni el agotamiento en general, solamente inhiben temporalmente estas sensaciones.

Estas bebidas son muy cuestionadas mundialmente por su formulación y por los objetivos de su consumo, así como por sus potenciales efectos adversos.

Taurina para dummies (3)

La taurina es un ácido orgánico, presente en la mayoría de las bebidas energizantes. Además, es un ingrediente natural, en niveles mucho más bajos, de distintos alimentos. En efecto, es un micronutriente semiescencial, y es uno de los aminoácidos más abundantes en células eucariotas y en los humanos. 

En una bebida energizante de 250 mililitros, suele haber unos 1000 miligramos de taurina (4).

Tras la ingesta oral llega fácilmente a la circulación sistémica, y se ha determinado que no aumenta los niveles de taurina en el cerebro. Se le atribuyen propiedades energizantes, estimulantes y antioxidantes, entre otras.

El déficit de taurina, hipotaurina y N-acetil-taurina se ha asociado con distintos efectos adversos sobre la salud humana, como la diabetes y elevación de la glucosa, obesidad y sobrepeso, enfermedad hepática, hipertensión arterial.

El ejercicio aumenta los niveles de taurina en sangre, lo que podría explicar, al menos parcialmente, algunos de los efectos contra el envejecimiento de la actividad física.

El envejecimiento: un proceso multifactorial

Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2050, 1 de cada 6 personas va a tener 65 o más años, versus 1 de cada 11 en la actualidad. 65 años es una edad, que muchas sociedades científicas toman como adulto mayor (5).

El envejecimiento es un proceso multifactorial inevitable. Los cambios relacionados con la edad generan que declinen las funciones de los órganos, lo que aumenta el riesgo de enfermedad y de morir. En efecto, a medida que envejecemos, perdemos ese «resto» o reserva, que nos permite sobreponernos con éxito a las enfermedades (6).

El envejecimiento está relacionado con cambios sistémicos y en la concentración de distintas moléculas, como de metabolitos. No sabemos si estas moléculas que cambian, son producto del envejecimiento, o si son las que llevan al mismo.

Si estas moléculas (y metabólicos) cambiantes fueran el «motor» del envejecimiento, suena lógico que restablecer o suplementar sus niveles para que estos sean saludables, podría servir como una intervención «anti-aging», o contra el envejecimiento.

¿Taurina como fuente de juventud? Un nuevo estudio en busca de la respuesta

Algunos estudios mostraron que la concentración de taurina en sangre se correlaciona con la salud, pero no se sabe si esta tiene efecto sobre el envejecimiento.

Para dilucidar esta relación, un grupo internacional de científicos llevó adelante una investigación, y los resultados fueron publicados en junio en Science (1). Básicamente, midieron las concentraciones de taurina en distintas especies durante el envejecimiento, e investigaron los efectos de la suplementación de la misma sobre la salud y la expectativa de vida.

Los resultados: ¿Qué encontraron?

Las concentraciones de taurina caen con la edad en ratones, monos y humanos. Para investigar si esta declinación contribuye con el envejecimiento, le dieron a una población de ratones de mediana edad, con la comida diaria, una solución de taurina, hasta el final de su vida.

Se usó un grupo de ratones como control, a los que no se les dio taurina. También se los siguió y estudio hasta su muerte.

Los ratones que recibieron taurina vivieron más tiempo que los que no la recibieron:

  • La vida media se extendió un 10-12 % con la taurina
  • La expectativa de vida, de 28 meses, aumentó 18-25%

No solo aumento el tiempo de vida, sino también la «calidad de vida», medida por diferentes factores sugestivos de una mejor salud:

  • Mejoró la masa ósea y muscular
  • Aumentó la energía
  • Mejoró la función pancreática y digestiva
  • Mejoró la «salud» cerebral
  • Disminuyó la grasa corporal (y con esto, el peso)
  • Mejoró comportamientos relacionados con la ansiedad y depresión, así como la memoria (esto principalmente en los ratones hembra)

Para probar si estos cambios se dan también en otras especies, se le dio taurina a gusanos y levaduras (estas últimas son organismos unicelulares eucariotas, más precisamente usaron Saccharomyces cerevisiae).

La taurina no afectó la vida de las levaduras, aunque sí de los gusanos, que son organismos multicelulares: en este sí aumento su expectativa de vida 10-23 %.

Al analizar los mecanismos subyacentes de estos cambios, se evaluaron distintos marcadores de envejecimiento, que mejoraron en los ratones tratados con taurina:

  • Disminuyó el envejecimiento celular
  • Mejoró la comunicación entre las células
  • Hubo un menor acortamiento de los telómeros
  • Disminuyó la inestabilidad del genoma
  • Mejoró la función de las mitocondrias
  • Disminuyó el daño del ADN
  • Disminuyó la inflamación

Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?

El envejecimiento es un proceso multifactorial e inevitable, en el que cambios que se van acumulando a lo largo de la vida llevan a la declinación de la función de los órganos, lo que nos lleva a un mayor riesgo de enfermar y de morir. Distintas moléculas, como la taurina, disminuyen a lo largo de la vida. No sabemos si esto es una causa y un efecto de este proceso.

La taurina es un aminoácido semiescencial. Está en abundancia en los humanos y en las células eucariotas. Algunos estudios relacionaron sus niveles en sangre con la salud. Sus concentraciones en sangre de taurina caen con la edad.

Para analizar el rol de la taurina en el envejecimiento, un grupo de investigadores midió las concentraciones de taurina en distintas especies durante la vida, y exploraron los efectos de su suplementación en ratones, gusanos y levaduras.

Alimentaron con taurina a un grupo de ratones, mientras que, a otro, no. La edad media, así como la expectativa de vida de los ratones alimentados con taurina, aumentó un 10-12 y 18-25%, respectivamente.

Al evaluar la salud de los ratones alimentados con taurina, se vio que tenían una mejor salud ósea, muscular, pancreática, cerebral, intestinal, e inmune, así como mejores niveles de energía y un menor peso corporal. Al tratar de reproducir estos efectos en gusanos, también se vio en estos una mayor vida media.

La suplementación con taurina aumentó la expectativa de vida, así como la salud de los ratones. Faltan ensayos clínicos controlados que analicen los efectos de la suplementación con taurina en el envejecimiento humano.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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