Mantener la pérdida de peso a largo plazo es un desafío. Identificar estrategias e intervenciones alternativas para perder peso, es una prioridad para la salud pública.
En el año 2016, el 13% (650 millones de personas) de la población mundial de 18 o más años padecía de obesidad, y el 39% (1900 millones de personas), de sobrepeso (1).
La pérdida de peso por medio de cambios en el estilo de vida es la piedra angular de su tratamiento. La restricción de las calorías diarias es una estrategia probada para los pacientes con sobrepeso u obesidad.
Muchas personas y profesionales aplican para bajar dietas con ayuno intermitente (time-restricted eating, restricción del tiempo de ingesta). En éstas, el tiempo del día en que la persona puede comer, es limitado.
Típicamente se puede comer durante una ventana de 8-12 horas del día, y se mantiene ayuno durante las 12 a 16 horas restantes. Esta estrategia ganó adeptos por qué es fácil de seguir, lo que aumenta la adherencia.
La restricción de la ventana de tiempo de ingesta mantiene el ritmo circadiano y mejora el metabolismo, al prolongar el ayuno diario, que activa las vías celulares que están implicadas en los beneficios de la restricción calórica.
Experimentos en ratones mostraron que la restricción del tiempo de ingesta puede reducir la adiposidad y mejorar el metabolismo, con o sin el hecho de perder peso.
Los estudios observacionales sugieren que el ingerir las comidas tarde en el día se asocia con la ganancia de peso, lo que afecta el éxito de la estrategia.
Varios estudios clínicos mostraron que la restricción en el tiempo de ingesta, o ayuno intermitente, resultó en una reducción del peso en el tiempo en los pacientes obesos.
La eficacia y la seguridad de estos planes de alimentación, no son del todos claras.
Para responder estos interrogantes, un grupo de profesionales de China, llevo adelante un ensayo clínico controlado en el que, a personas con sobrepeso u obesidad, en su mayoría jóvenes, los asignaron a una dieta con ayuno intermitente más restricción calórica diaria, versus restricción calórica diaria sola, y los siguieron durante 1 año.
La investigación y sus resultados fueron publicados en The NEJM el 21 de abril del 2022, en Restricción calórica con y sin restricción del tiempo de ingesta en la perdida de peso (2).
El estudio
Llevaron adelante un ensayo clínico controlado y aleatorizado. Reclutaron, en China, 139 pacientes adultos (18-75 años) con obesidad (BMI, Body Mass Index, 28-45), desde noviembre del 2018 a julio del 2021.
Se excluyó a pacientes con hepatitis aguda y crónica, con tumores malignos, diabéticos, fumadores, con enfermedad renal crónica severa, o eventos cardiovasculares mayores en los 6 meses previos, y enfermedad gastrointestinal grave o cirugía abdominal en los 12 meses previos.
También se excluyó a individuos que estuvieran participando activamente en programas de descenso de peso, y que tomaran medicaciones que afecten el balance de energía.Tampoco se incluyeron mujeres en plan de quedar embarazadas.
Los asignaron al azar a 2 planes de alimentación distintos, durante 12 meses:
- Restricción del tiempo para comer (ayuno intermitente) más restricción calórica diaria.
- Restricción calórica diaria sola.
El tiempo o ventana para comer en el grupo de ayuno intermitente fue de 8 AM a 4 PM (8 horas). Fuera de estos horarios, solo podían consumir bebidas no calóricas. Se eligieron estos horarios poque la población china suele tener su comida principal en el medio del día, en lugar hacerlo a la noche, como la mayoría de los occidentales (con el consecuente mayor depósito de grasas).
La restricción calórica fue de 1500-1800 calorías por días para los hombres, y 1200-1500 calorías por día para las mujeres. En el grupo de restricción calórica sola, los individuos podían consumir las calorías en los horarios que quisieran.
La dieta incluyó una combinación de 40-55% de calorías de hidratos de carbono, 20-30% de grasas y 15-20% de proteínas. Este régimen representaba un 75% de la ingesta basal de los participantes. Se les dió además los primeros 6 meses un batido proteico por día, a cada uno.
Durante los 12 meses del ensayo, todos los participantes recibieron consejos dietarios, y las dietas por escrito, por parte de coaches de salud entrenados. Tenían que escribir todo lo que comían, y mandar fotos de eso. Cargaban toda la información en una aplicación móvil del celular.
Recibían además mensajes y llamadas de seguimiento periódicos. A todos se les recomendaron rutinas de actividad física.
El resultado primario medido fue la diferencia de peso entre los 2 grupos, a partir del peso inicial. En este resultado se tomó como significativo una diferencia de la menos 2.5 kilogramos entre los grupos.
Los resultados secundarios medidos fueron la circunferencia abdominal, el BMI (Body Mass Index), la cantidad de grasa corporal, y medidas de riesgo metabólico (se uso el HOMA para medir la insulino-resistencia). Se aplicaron además puntajes para medir la calidad de vida.
Los resultados
139 pacientes se sometieron a la aleatorización. 118 (84.9%) completaron los 12 meses de seguimiento. Estos últimos fueron incluidos en el análisis final.
La pérdida de peso fue de 8 kilogramos (- 9.6, a – 6.4) en el grupo de ayuno intermitente más restricción calórica diaria, versus 6.3 kilogramos (- 7.8, a – 4.7) en el grupo de restricción calórica diaria sola .
No hubo una diferencia significativa en el cambio del peso entre ambos grupos (-1.8 kilogramos de diferencia). El porcentaje de pacientes con pérdida del peso de 5, 10 y 15% fue similar entre los grupos.
Los análisis de resultados secundarios fueron consistentes con el resultado primario (similar reducción del BMI, del perímetro de cintura, de la grasa visceral y subcutánea, así como del hígado graso). En ambos grupos hubo un descenso similar de la presión arterial.
Los valores de glucosa en ayunas, glucosa a las 2 horas de la ingesta, lípidos (colesterol, triglicéridos) y HOMA fueron similares entre los grupos. No hubo diferencias significativas tampoco entre el número de efectos adversos entre los grupos.
Las conclusiones
Entre los pacientes con obesidad y sobrepeso, un régimen de ayuno intermitente con restricción calórica diaria no tuvo más beneficios que un régimen de restricción calórica sola, en la reducción del peso corporal, de la grasa corporal, la presión arterial, y los factores de riesgo metabólico.
Estos datos son difíciles de generalizar a otras poblaciones o etnias. Además, no se midió la cantidad de ejercicio realizada o el gasto calórico.
¿Qué quieren decir estos resultados?
Estos resultados quieren decir que probablemente, el principal determinante de la pérdida de peso sea la restricción calórica diaria, en los regímenes de restricción del tiempo de ingesta o de ayuno intermitente.
La restricción del tiempo de ingesta, o ayuno intermitente, es una estrategia de bajo costo y potencialmente sustentable de pérdida de peso, pero que requiere de la restricción calórica diaria para ser útil.
Estos hallazgos también muestran que el ayuno intermitente es una estrategia alternativa válida para el manejo del peso corporal.
Estos hallazgos no pueden ser generalizados a todos los pacientes. Faltan estudios clínicos controlados con más pacientes para informar decisiones sobre estás intervenciones en el tratamiento de la obesidad y del sobrepeso.
Entre los pacientes con obesidad, la restricción calórica diaria con un régimen de alimentación restringida en el tiempo, ofreció un beneficio sin pérdida de peso en comparación con la restricción calórica diaria sola.