¿Podrían los esfuerzos para combatir el coronavirus conducir a un uso excesivo de antibióticos?

por | 10, Ago, 2021 | Tratamiento

7 minutos de lectura

Más de la mitad de los pacientes que se internaron en los hospitales de Estados Unidos durante los primeros 6 meses de la pandemia del Covid-19 recibieron antibióticos, incluso antes de que se confirme una infección bacteriana. En los pacientes con Covid-19 que se internaron, hubo una prescripción excesiva de antibióticos. Las infecciones bacterianas pueden ocurrir simultáneamente en pacientes diagnosticados con infecciones virales como el Covid-19 y pueden complicar la enfermedad del paciente y el tratamiento adecuado. La mayoría de los pacientes con Covid-19 no tiene una sobreinfección bacteriana.

El uso de antibióticos, fuera de la indicación de las infecciones bacterianas, puede generar resistencia a los mismos por parte de las bacterias, lo que constituye un grave problema para la salud pública mundial, con la emergencia de “superbacterias” resistentes a drogas (bacterias extremadamente difíciles o imposible de tratar con los medicamentes existentes). La aparición de la resistencia a las drogas se da por el mal uso y sobreuso de los antibióticos u otros antimicrobianos, lo que lleva a las bacterias a evolucionar para sobrevivir, encontrando nuevas formas de vencer a los medicamentos. Cuanto más antibióticos se utilicen, más rápido las bacterias van a evolucionar para resistirlos.

Minimizar la prescripción de antibióticos es fundamental para retrasar la propagación de estos patógenos resistentes. Con pocos medicamentos nuevos en el horizonte, preservar la efectividad de los medicamentos existentes es crucial.

Estas son algunas de las conclusiones publicadas en marzo de este año por PEW Charitable Trust, una ONG sin fines de lucro de los Estados Unidos, cuyo fin es servir al interés público, en ¿Podrían los esfuerzos para combatir el coronavirus conducir a un uso excesivo de antibióticos?, una investigación que también fue destacada por Medscape hace unos meses, de uno de los estudios más grandes llevados adelante para evaluar el uso de antibióticos en pacientes hospitalizados con Covid-19.

Evaluaron 5.838 admisiones hospitalarias en los Estados Unidos, con casi 5000 pacientes, durante casi 6 meses, al inicio de la pandemia del Covid-19, usando una gran base de datos. Revisaron los patrones de prescripción de antibióticos en los pacientes internados en los Estados Unidos con diagnóstico de Covid-19. Casi la mitad de las admisiones fueron pacientes de edades de 56 años o más, y el 52% de las admisiones fueron mujeres. Los pacientes blancos y negros representaron cada uno el 40% de las admisiones, lo que marca la disparidad evidenciada en otros estudios sobre la población blanco del Covid-19.

El 59% de las admisiones duraron de 1 a 3 días, con una estadía promedio de poco más de 5 días. En el 9% de los ingresos, el paciente requirió el uso de ventilador o intubación, y en el 5% de los ingresos, el paciente murió. El 52% de las admisiones hospitalarias resultó en al menos una prescripción de antibióticos. El 36% de las admisiones hospitalarias resulto en el uso de más de un antibiótico. Sólo en 20% de las internaciones tuvo diagnóstico de una neumonía bacteriana sospechada o confirmada, y el 9%, de una infección urinaria. Esto quiere decir que casi la mitad de los pacientes tuvo una indicación innecesaria de un antimicrobiano.

En el 96% de los casos, los pacientes recibieron el primer antibiótico dentro de las primeras 48 horas de su admisión. El 82%, recibió antibióticos al momento del ingreso. Sólo el 4% inició los antibióticos más allá de las 48 horas desde la admisión.

La mayoría de los pacientes que estaban recibiendo antibióticos al ingreso, no lo estaban haciendo pasadas las 48 horas de la internación, lo que sugiere un esfuerzo por parte de los médicos para evitar un sobreuso de antibióticos, una vez consolidada la situación clínica y desestimado el diagnóstico de una infección bacteriana, probablemente a la vista de los resultados de cultivos microbiológicos.

Los médicos prescriben con frecuencia antibióticos empíricamente, muchas veces ante la preocupación acerca de infecciones bacterianas secundarias. En solo el 7% de los casos se logró documentar, mediante un desarrollo microbiológico en un cultivo, la infección bacteriana (muestras respiratorias, de sangre, de orina). Los antibióticos recetados con mayor frecuencia para tratar a los pacientes con COVID-19 hospitalizados fueron: (1) azitromicina (50% de los ingresos donde se prescribió un antibiótico), (2) ceftriaxona (42%), (3) vancomicina (25%) y (4) piperacilina / tazobactam (23%).

El 29% de las admisiones resultaron en un antibiótico dentro del grupo que se sabe que presenta un alto riesgo de C. difficile. La duración media de la estancia hospitalaria para los ingresos en los que los pacientes recibieron antibióticos fue de casi 8 días, en comparación con aproximadamente 3 días cuando el paciente no recibió antibióticos. Esto puede interpretarse que la prescripción de antibióticos en muchos pacientes estuvo guiada por la gravedad de la enfermedad (a más gravedad al ingreso, más uso de antibióticos). Estos pacientes también tenían mayores valores en los marcadores de inflamación (que tampoco diferencian entre una infección bacteriana o viral).

Los programas de administración de antibióticos, necesarios para la mayoría de los hospitales por reglamentación y para la acreditación de las instituciones, tienen como objetivo garantizar que los antibióticos se receten solo para las infecciones bacterianas conocidas o sospechadas, y que se prescriba el antibiótico adecuado, en la dosis adecuada, durante el tiempo adecuado de tratamiento, son fundamentales para ayudar a los proveedores de atención médica a reducir la prescripción inadecuada en relación al Covid-19. Un aspecto clave de los programas de administración de antibióticos en los hospitales es la reducción: garantizar que los pacientes que comenzaron con antibióticos, estos se retiren si los resultados del cultivo muestran que no tienen una infección bacteriana.

Esta prescripción innecesaria probablemente fue impulsada por distintos factores, como:

– Los desafíos para diferenciar entre una neumonía COVID-19 y una neumonía bacteriana.

– Las preocupaciones de que los pacientes puedan tener coinfecciones bacterianas.

– Limitaciones en la comprensión y experiencia en el manejo de los pacientes con COVID-19 durante las primeras fases de la pandemia.

Este fue un estudio retrospectivo, en el que se usó una base de datos con registros médicos de una población, lo que no permitió determinar de una manera precisa cuantos pacientes que recibieron antibióticos tuvieron una verdadera infección bacteriana.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

Anuncian este espacio

Notas relacionadas

¿Buscás más contenido?

CONGRESO CLÍNICAS 2024

AUSPICIAN ESTE ESPACIO

Calendario

abril 2024
L M X J V S D
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930  

Pin It on Pinterest

Share This