Con el advenimiento de la vacuna, y teniendo en cuenta la limitada disponibilidad actual, resulta necesario implementar estrategias de priorización y distribución para optimizar su efectividad. Un estudio multidisciplinario de las universidades de Colorado, Harvard y Chicago publicado el 21 de enero en la revista Science propone un modelo matemático para predecir el impacto de distintas estrategias en incidencia acumulativa, mortalidad y años potenciales de vida perdidos.
Considerando que las primeras dosis fueron destinadas a trabajadores de la Salud en primera línea de contacto, el trabajo se focaliza en la priorización de las siguientes dosis, tomando escenarios de pandemia parcialmente mitigada (R entre 1.1 y 2), eficacia de vacunas > 90% y distribución de 0.2% de la población por día.
Se plantean dos principales aproximaciones: vacunación a población de alto riesgo o protección indirecta de dicha población vacunando a los que más transmiten el virus.
Se evaluó un modelo de priorización estratificado por edad, tomando como objetivos incidencia acumulativa, mortalidad, años de vida perdidos (AVP). Las estrategias priorizaron vacunar a: niños y adolescentes, adultos entre 20 y 49 años, adultos mayores de 20 años, adultos mayores de 60 años, todos los individuos.