Covid-19 prolongado: ¿Tienen alguna alteración característica en las pruebas de sangre?

por | 22, Ago, 2022 | Post Covid

8 minutos de lectura

Se publicó el 16 de agosto en Science (1), la revisión de un grupo de investigaciones en las que encontraron, en los pacientes con Covid-19 prolongado, la falta de una hormona clave, signos de agotamiento de células inmunitarias, y el «despertar» de un virus que estaba dormido. Esto podría orientar los tratamientos de esta condición. Comentamos los puntos destacados en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • Un estudio de la Universidad de Yale y el Mount Sinaí de los Estados Unidos estudió a casi 100 pacientes con Covid-19 prolongado. Los siguió durante más de 1 año, y los comparó con un grupo control.

  • Los síntomas más frecuentes fueron el cansancio o astenia, la confusión, los trastornos de la memoria, la niebla mental y las alteraciones autonómicas, como el síndrome de POTS.

  • Los niveles bajos de cortisol estuvieron presentes en todos los pacientes con síntomas de Covid-19 prolongado.

  • Muchos de estos pacientes tenían en sangre linfocitos T con signos de «agotamiento», por activación crónica contra distintos patógenos, que podrían ser el SARS-CoV-2 y otros virus, como el virus Epstein-Barr.

  • También, al medir los anticuerpos, encontraron signos de reactivación de virus latentes, como el Epstein-Barr, y otros virus de la familia herpesvirus.

  • El cortisol bajo, las células T «agotadas» y la reactivación del virus Epstein-Barr, son elementos que también están presentes en la encefalomielitis miálgica o síndrome de fatiga crónica.

  • Estos hallazgos pueden, en el futuro, alentar la investigación de terapias específicas para los pacientes con Covid-19 prolongado.

Un estudio basado en personas con Covid-19 prolongado, reveló una serie de anomalías en su sangre.

También sugieren, como se pensó alguna vez (2), que el Covid-19 prolongado comparte ciertas características con la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC) (3).

¿Qué dice el nuevo estudio?

Un grupo de investigadores del Mount Sinaí y de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, publicó los resultados de su investigación en medRxiv el 10 de agosto (2).

Hicieron un estudio exploratorio, de sección transversal, para caracterizar el fenotipo inmunológico del Covid-19 prolongado. Incluyeron 220 controles y pacientes con síntomas prolongados de Covid-19, que siguieron durante más de 1 año.

El tamaño de la cohorte de Post-Covid-19 fue modesto: 99 personas, pero el análisis fue muy profundo, ya que examinó hasta la función de células T, y las respuestas de los anticuerpos. Usaron, además, métodos de inteligencia artificial («machine learning methods»). El estudio comenzó a fines del 2020.

Algunos de los síntomas más reportados fueron, la astenia o cansancio (89%), muchas veces intensa e incapacitante, que en algunas ocasiones empeora con el ejercicio, la confusión mental («niebla mental», 55-78%), y distintos síntomas de disfunción autonómica. Entre estos últimos, el POTS (Postural Othostatic Tachycardia Syndrome), fue reportado en más de 1/3 de los pacientes (37%).

Estos pacientes tenían:

  • Niveles bajos de cortisol, la hormona del estrés, que ayuda al cuerpo a controlar la inflamación, la glucosa, y los ciclos de sueño-vigilia, entre muchas otras funciones. Esto estuvo presente en todos los pacientes, por lo que se identificó como el predictor más característico de síntomas post-agudos de la infección por SARS-CoV-2. Los valores eran hasta un 50% menores que en los controles.
  • Alteraciones características en sus células T, con indicadores de que su sistema inmunitario estaba luchando contra un patógeno o invasor no identificado, tal vez un reservorio de SARS-CoV-2 o un patógeno reactivado, como el virus de Epstein-Barr. Estas células tenían signos de «agotamiento».

Estos hallazgos también se vieron en otros estudios con pacientes con Covid-19 prolongado publicado en Cell en enero (4), han informado resultados similares, con niveles bajos de cortisol en las personas con síntomas respiratorios de larga duración, y signos de reactivación de otros virus en pacientes con problemas neurológicos.

¿Qué surge de estos estudios?

Los bajos niveles de cortisol en los pacientes con Long Covid, aproximadamente la mitad de los niveles normales, no son una sorpresa total: los síntomas como la fatiga y la debilidad muscular están asociados con una menor cantidad de la hormona. No se sabe la causa por el momento.

La ACTH, una hormona producida por la glándula pituitaria que controla la producción de cortisol, estaba en niveles normales en el grupo de Covid-19 prolongado.

En algunos pacientes, no incluidos en este estudio, con síntomas de Covid-19 prolongado, se les han indicado ciclos de tratamientos cortos con corticoides, sin que esto haya sido de ayuda.

Los investigadores planean realizar un seguimiento de los niveles de cortisol durante todo el día en el Covid-19 prolongado, ya que el esteroide sube y baja en un ciclo diario, y en la investigación actual solo se midió por la mañana.

Entre las distintas líneas de tratamiento que podrían surgir a partir de este estudio tenemos:

  • Suplementos de cortisol.
  • Terapias dirigidas al virus de Epstein-Barr.
  • El fármaco antiviral Paxlovid, que ahora se utiliza para el tratamiento agudo de la COVID-19.
  • Terapias que «agotan» las células B, que se usan para tratar enfermedades autoinmunes y modular el sistema inmunológico.

¿Qué pasa con las células T en el Covid-19 prolongado?

Las muestras de sangre de los pacientes con Covid-19 prolongado también estaban inundadas con una categoría de células T «agotadas,» que pueden reconocerse por ciertos marcadores que expresan.

Tales células surgen ante la presencia continua de patógenos, lo que sugiere que las personas con Long Covid están luchando activamente contra algo.

Esta batalla produciría una inflamación crónica, que coincide con muchos síntomas Covid-19 prolongado.

 ¿Cómo eran los niveles de anticuerpos (AC) en los pacientes con Covid-19 prolongado?

Al medir los niveles de anticuerpos contra las proteínas de distintos virus en sangre, se vieron signos de reactivación del virus de Epstein-Barr y otros herpesvirus, cuyos genes pueden permanecer latentes dentro de las células infectadas durante períodos prolongados.

El grado de agotamiento de las células T pareció coincidir con la reactivación del virus de Epstein-Barr, aunque no considera que ese virus sea el único culpable. El SARS-CoV-2 también puede persistir en los pacientes de Long Covid.

¿Cómo se puede relacionar el Covid-19 prolongado con la EM/SFC?

La reactivación de Epstein-Barr, el cortisol bajo y el agotamiento de las células T han aparecido en algunos pacientes con EM/SFC.

Las conclusiones

Hay distintos fenotipos inmunológicos y de inflamación en los pacientes con Covid-19 prolongado.

El Covid-19 prolongado no es una condición única y uniforme: solo del 20% al 30% de los pacientes del estudio tenían niveles muy altos de células T agotadas.

En el estudio publicado en Cell examinaron a los pacientes aproximadamente 3 meses después de la infección por SARS-CoV-2, mientras que, en el estudio actual, alrededor de 1 año después de la enfermedad aguda.

El cortisol bajo, el agotamiento de las células T, y la reactivación de virus latentes como el Epstein-Barr parecen ser características inmunológicas y de laboratorio del Covid-19 prolongado.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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