Puntos Clave
- Abelacimab redujo el riesgo de sangrado periprocedimiento en comparación con rivaroxabán en pacientes con fibrilación auricular.
- La mayoría de los procedimientos ocurrieron dentro del intervalo activo del fármaco, con tasas muy bajas de sangrado.
- El 75% de los procedimientos fueron de bajo riesgo y electivos, representando
escenarios clínicos comunes. - No fue necesario interrumpir sistemáticamente la anticoagulación con abelacimab para procedimientos de bajo riesgo.
- Estos resultados respaldan el uso seguro y conveniente de abelacimab como
anticoagulante de acción prolongada.
Introducción
El estudio AZALEA-TIMI 71 evaluó la seguridad de abelacimab, un inhibidor del factor XI de acción prolongada (vida media ∼28 días), en comparación con rivaroxabán en pacientes con fibrilación auricular (FA).
Estudios previos mostraron que abelacimab redujo significativamente el sangrado mayor o clínicamente relevante no mayor (CRNM) frente a rivaroxabán.
Este análisis se centró en los eventos de sangrado periprocedimiento en pacientes sometidos a procedimientos invasivos.
Métodos
Se incluyeron pacientes con FA aleatorizados a abelacimab (90 mg o 150 mg mensuales por vía subcutánea) o rivaroxabán diario.
Los procedimientos invasivos realizados durante el seguimiento se clasificaron según riesgo de sangrado (bajo, intermedio o alto). Los sangrados periprocedimiento se definieron como sangrados mayores o CRNM adjudicados por un comité ciego, ocurridos dentro de los 30 días posteriores al procedimiento y relacionados con el mismo.
Resultados
Se realizaron 920 procedimientos en 441 pacientes, con una proporción similar de
procedimientos en ambos grupos de tratamiento durante una mediana de seguimiento de 2,1 años.
El 75,7% de los procedimientos fueron de bajo riesgo de sangrado y el 74,6% fueron electivos.
En el grupo abelacimab, el tiempo mediano desde la última dosis hasta el procedimiento fue de 29 días, y el 55,8% ocurrieron dentro del intervalo mensual de dosificación.
La tasa general de sangrado periprocedimiento fue baja (<2%), observándose un 1,2% en el grupo abelacimab y un 2,2% en el grupo rivaroxabán (RR: 0,54; IC 95%: 0,19–1,58). En procedimientos realizados dentro de los 30 días posteriores a una dosis de abelacimab, solo 3 de 336 (0,9%) se asociaron con sangrado mayor o CRNM.
Conclusiones
Los pacientes con FA tratados con abelacimab pueden someterse a procedimientos invasivos con bajas tasas de sangrado periprocedimiento. Estos resultados sugieren que, en el contexto de inhibición del factor XI, podría no ser necesario interrumpir rutinariamente la anticoagulación para procedimientos de bajo riesgo de sangrado.
Comentario
Este subanálisis del AZALEA-TIMI 71 aporta datos valiosos sobre la seguridad del manejo periprocedimiento con abelacimab. Su perfil de sangrado favorable incluso dentro del intervalo activo de dosificación mensual refuerza el atractivo de los inhibidores del factor XI como una estrategia de anticoagulación segura y potencialmente más flexible, especialmente en pacientes que requieren procedimientos electivos.
Estos hallazgos podrían tener implicancias prácticas en la toma de decisiones clínicas, reduciendo la necesidad de suspensiones innecesarias del tratamiento anticoagulante.