Una investigación, recientemente publicada en Journal of Affective Disorders (1), analizó esta relación, y sus resultados fueron comentados en Medscape (2). Lo revisamos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
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Un grupo de investigadores de Brasil, a partir del Brazilian Longitudinal Study of Adult Health, un estudio que incluyó a más de 14 mil brasileños de 35 a 74 años, llevó adelante un estudio de cohorte transversal, para ver la asociación entre el vegetarianismo y la depresión.
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Los vegetarianos tuvieron de 2.05 a 2.37 veces más riesgo de tener depresión, que los individuos que comían carne.
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La depresión fue más frecuente en los individuos vegetarianos, independientemente de factores socioeconómicos y del estilo de vida.
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Los déficits nutricionales no explicaron esta asociación.
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La naturaleza de esta asociación no está clara, por lo que se necesitan datos longitudinales para responder este interrogante.
El peso de la depresión
La depresión es uno de los desórdenes mentales más comunes, y es una de las principales causas de discapacidad en el mundo. En su forma más grave, puede llevar al suicidio. Además, es una de las más grandes contribuyentes a la carga global de enfermedad, y se asocia a un peor pronóstico en las enfermedades crónicas.
Su prevalencia es alta: afecta al 4.5% de la población mundial. En Brasil, la prevalencia excede el promedio global, llegando al 6% de la población (aproximadamente unos 11.5 millones de personas). En el mundo, su incidencia está en ascenso: aumentó un 50% en los últimos 30 años (258 millones de personas).
Las causas que llevan a desarrollar depresión no se entienden completamente. Interacciones complejas entre aspectos sociales, psicológicos, y biológicos parecen facilitar el desarrollo de esta enfermedad multifactorial.
Hay estudios que muestran que ciertos estilos de vida podrían estar relacionados con el desarrollo de depresión, y entre estos, la dieta.
Las dietas vegetarianas
Las dietas vegetarianas se han asociado con varios beneficios para la salud. Se desconocen sus ventajas o desventajas en términos de la salud mental.
En el mundo, la prevalencia del vegetarianismo varía ampliamente:
- 40% en India (el número 1 en vegetarianos)
- 1% en Portugal (uno de los últimos)
La verdadera prevalencia de vegetarianos en Brasil, se desconoce. Un estudio arrojó que un 14% de la población de este país es vegetariana. Otros datos dan porcentajes mucho menores (alrededor del 0.5%). Brasil es famoso por su dieta rica en carne.
¿Se asocian la depresión y el vegetarianismo?
La asociación entre no comer carnes y la depresión no está del todo clara. Un grupo de investigadores de Brasil analizó esta relación.
Se han descrito scores de depresión más altos entre los vegetarianos, comparado con los no vegetarianos. Ninguno de los estudios fue llevado adelante en América Latina, hasta el momento.
El nuevo estudio brasileño
El Brazilian Longitudinal Study of Adult Health (ELSA-Brasil) es un estudio de corte longitudinal qué incluyó a 14.216 brasileños de 35 a 74 años. Analizaron, a partir de este, los datos sobre el consumo de carne roja y carne procesada, y la incidencia de insulino-resistencia y diabetes, entre otros factores de riesgo y enfermedades cardiovasculares. Se ha propuesto una asociación entre estos hábitos y estas enfermedades.
Se usó un cuestionario de frecuencia de alimentos En este, se definió como «vegetariana» a la dieta sin carnes. Para evaluar los episodios y la incidencia de depresión, se aplicó el CIS-R (Clinical Interview Schedule-Revised), un cuestionario validado para detectar problemas de la salud mental.
La relación entre la dieta sin carnes y la presencia de depresión se expresó en una razón de prevalencia (prevalence ratio).
Los resultados se ajustaron según género, edad, enfermedades asociadas y distintos confundidores y variables, como obesidad, actividad física, estado de salud, índice de masa corporal, déficit nutricionales y dieta.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
Se encontró una asociación positiva entre el no comer carne, y los episodios de depresión.
Los vegetarianos tuvieron aproximadamente el doble de episodios de depresión que las personas que comían carne.
En efecto, los vegetarianos tuvieron 2.05 a 2.37 veces más riesgo de depresión, en el modelo crudo del análisis, y en el completamente ajustado, respectivamente.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
La depresión fue más frecuente en los individuos vegetarianos, independientemente de factores socioeconómicos y del estilo de vida. Los déficits nutricionales no explicaron esta asociación.
Otros factores pueden influir en esta asociación, como por ejemplo la «experiencia social vegetariana»: son una minoría, que puede sufrir rechazo o alienación por el resto de la sociedad; la depresión en sí misma podría aumentar el riesgo de volverse vegetariano, o tanto el vegetarianismo como la depresión, podrían asociarse con burlas o de desprecios por el resto de la sociedad.
Los videos que desprecian o ponen en evidencia la crueldad en la industria de la carne podrían afectar a las personas con depresión, generando en estas más sensibilización y sentimientos de culpa, lo que podría ayudarlos a volverse vegetarianos.
La naturaleza de esta asociación no está clara, por lo que se necesitan estudios longitudinales para responder estos interrogantes.