Una interesante investigación, publicada en JAMA el 25 de febrero, con datos previos a la circulación de Ómicron, acerca de la incidencia de miocarditis tras la vacunación con Pfizer-BioNTech en los adolescentes de Hong Kong.
Hong Kong pertenece a la República Popular China, y tiene una administración especial. Tiene casi 7.5 millones de habitantes. El 24 de febrero, reportó 3.840 casos de Covid-19, con un promedio diario semanal de 2.449. En la pandemia se registraron 94 mil casos de Covid-19 , con 497 muertes (2). Tiene el 79% del la población vacunada con una dosis, el 68% con 2, y menos del 20% con 3.
En esta región se aplica una política de Zero-Covid-19 (cero Covid-19), con un plan de contener y frenar los brotes lo antes posible, en contraste de la tendencia mundial de tratar de «vivir con el Covid-19».
Todos los pacientes con Covid-19, incluso los leves (por ejemplo, solo con dolor de garganta), se internan en hospitales y unidades de aislamiento, como hicimos muy al principio de la pandemia. Los contactos estrechos, y los viajeros, también se aíslan en instituciones. Se hacen testeos masivos y se rastrea enérgicamente a los contactos. Esto se acompaña de algunas importantes restricciones de la vida diaria (3).
Tiene una porción sustancial de la población no vacunada, entre ellos, muchos ancianos. Esto lleva a una sobrecarga del sistema de salud. Con la llegada de Ómicron, los hospitales se llenaron, y muchos individuos esperan días para ser internados, y llegaron al record de la región de 10 mil casos diarios. Actualmente están planteando modificar estás políticas de aislamiento, para permitir que los contactos estrechos de aislen en sus hogares, entre otras medidas.
En Miocarditis después de la vacunación Covid-19 con BNT162b2 entre adolescentes en Hong Kong, un grupo de profesionales de la Universidad de Hong Kong analizó la incidencia de casos de miocarditis secundaria a la vacunación con Pfizer-BioNTech, principalmente con la segunda dosis, en adultos jóvenes y adolescentes, con un predominio de varones.
Varios países, como Noruega, Reino Unido y Taiwan, al sopesar el riesgo de miocarditis post-vacunación, con el beneficio de la vacuna para prevenir el Covid-19 grave en adolescentes, ha suspendido la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech en este grupo de edad (12-17 años).
Del mismo modo, Hong Kong recomendó a partir del 15 de septiembre del 2021 una sola dosis de vacuna Covid-19 ARNm de Pfizer-BioNTech, en lugar de 2. La vacunación Covid-19 en adolescentes se inició en esta región de Asia el 10 de junio del 2021.
En este estudio vincularon los datos de la campaña de vacunación Covid-19, con la base de datos de vigilancia de efectos adversos de las vacunas Covid-19.
En total, se dieron a adolescentes 224.560 primeras dosis, y 162.518 segundas dosis.
43 adolescentes tuvieron una hospitalización por miocarditis después de recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech. El 84% (36/43) de las hospitalizaciones fueron después de la segunda dosis de vacuna.
La tasa de incidencia de miocarditis post-vacunación fue de 3.12 y 22.15 casos por cada 100 mil personas vacunadas para la primera y segunda dosis, respectivamente.
Al implementar una política de dosis única, 40.167 adolescentes recibieron una primer dosis de vacuna Covid-19, sin registrarse nuevos casos de miocarditis.
Se vio en este estudio que un régimen de dosis única de una vacuna basada en ARNm se asoció con una reducción del riesgo de miocarditis asociada a la vacunación.
El riesgo de tener una miocarditis post-vacunación fue 7.11 veces mayor con la segunda dosis, que con la primera.
En Hong Kong, hasta donde se registró en este estudio, desde mayo del 2021 no hay transmisión local, y de casi 350 mil adolescentes, no se había registrado ninguna muerte en este grupo por Covid-19, con un solo caso en cuidados intensivos, importado. Esto indica que el riesgo de muerte o complicaciones graves por Covid-19 para los adolescentes de Hong Kong, es muy bajo.
Es de remarcar el muy bajo número de casos, gracias a políticas sanitarias sumamente restrictivas, y antes de Ómicron. En ese contexto, una política de aplicación de una sola dosis de vacuna Covid-19 basada en ARNm y sin Ómicron, parecía razonable.
En cambio, en entornos de alta transmisión local y brotes, como en gran parte de los países del mundo y en Argentina, con un esquema de 1 dosis que aporta una protección subóptima contra la enfermedad grave por SARS-CoV-2, la indicación de un esquema de 2 dosis de vacuna Covid-19 es clara, más en el contexto actual de Ómicron, como variante dominante.
Referencias
