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Remedios caseros para las infecciones respiratorias altas: ¿cuánto se usan, y que dicen los pacientes?

Un estudio transversal en atención primaria de Suiza y Francia exploró el uso y la percepción de eficacia de los remedios caseros para tratar síntomas respiratorios comunes. Los resultados se publicaron en un sitio médico internacional. Lo resumimos en INFOMED.

Puntos Clave

  • Las infecciones respiratorias altas son causas frecuentes de consulta, usualmente de origen viral y autolimitadas.
  • Un estudio publicado en Oxford Press detalló el porcentaje de uso de distintos remedios caseros para tratar los síntomas de las infecciones respiratorias más comunes, así como el grado de percepción de eficacia por parte de los pacientes.
  • Más del 80% de los pacientes usa remedios caseros no farmacológicos.
  • Los remedios caseros más usados son la miel, limón, tomillo, infusiones herbales e inhalaciones con eucalipto.
  • La percepción de eficacia de estos remedios ronda entre el 86 y el 94%. Su uso fue similar en Suiza y Francia, sin diferencias demográficas relevantes.
  • Se registraron muy pocos eventos adversos, salvo precaución con inhalaciones calientes en niños.
  • El incorporar estas prácticas en la consulta podría fortalecer el vínculo clínico y reducir la prescripción innecesaria de antibióticos.
  • Se necesita más investigación sobre eficacia objetiva y estandarización de los remedios caseros más frecuentes.

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Las infecciones del tracto respiratorio superior, incluyendo faringitis, resfríos y tos aguda, representan una causa muy frecuente de consulta en medicina general.

A pesar de su etiología predominantemente viral y de tener un curso autolimitado, estas afecciones generan gran demanda de atención médica, consumo de recursos y presión por prescripción de tratamientos, a menudo innecesarios. Muchos pacientes presionan a los profesionales para que se les indiquen tratamiento, e incluso antibióticos innecesarios para estas afecciones.

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En este contexto, los remedios caseros no farmacológicos resurgen como estrategias de tratamientos sintomáticos accesibles, con fuerte respaldo cultural y amplia aceptación entre los pacientes.

Sin embargo, su eficacia y seguridad aún son temas poco explorados desde una perspectiva científica: no existe un nivel de evidencia suficiente para incluir la recomendación de su uso de la práctica diaria.

Un grupo de investigadores francés y suizos llevó adelante un estudio que se publicó en Family Practice (Oxford University Press, 2023), un sitio de medicina familiar. En este aborda esta brecha, evaluando el uso y la percepción de efectividad de estos remedios entre pacientes de atención primaria en Francia y Suiza.

El estudio franco-suizo

Llevaron adelante un estudio observacional, transversal, multicéntrico.

Reclutaron a los pacientes en distintos centros de medicina general en Ginebra (Suiza), Lyon y Grenoble (Francia).

En total, 1.012 pacientes adultos fueron encuestados en salas de espera (84,5 % de tasa de respuesta).

Usaron un cuestionario estructurado autoadministrado, en el que se consultó por el uso y la percepción de eficacia de remedios caseros ante 3 síntomas clave: dolor de garganta, tos y resfrío.

El criterio de eficacia fue la calificación de “efectivo” o “muy efectivo” por parte del paciente.

Los resultados: ¿qué se usa y qué se percibe como útil?

Los pacientes reportaron entre 72 y 304 tipos diferentes de remedios caseros según el síntoma.

Se identificaron los más frecuentes y se midió la proporción que los consideraba eficaces.

Los resultados fueron llamativos:

1. Dolor de garganta.

Los remedios más utilizados fueron la miel (26%), el limón, el tomillo, y las infusiones herbales.

La percepción de eficacia de su uso fue del 86 al 92%.

2. Tos.

Los remedios más comunes fueron la miel (24%), el tomillo, el té caliente, y el jarabe de cebolla.

La percepción de eficacia de estos para este síntoma fue del 87 al 92%.

3. Resfrío común.

Los remedios habituales más usados fueron la miel (26%), el limón, el tomillo, y las inhalaciones de vapor con eucalipto.

En este caso la percepción de eficacia fue del 88 al 94%.

Además, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la percepción de eficacia según edad, sexo, educación u origen.

Las prácticas fueron similares entre Francia y Suiza, aunque con matices locales.

Seguridad y efectos adversos de los remedios caseros

Los eventos adversos reportados fueron mínimos.

El único riesgo mencionado con cierta frecuencia fue el de quemaduras por vapor en inhalaciones, especialmente en niños.

No se identificaron interacciones o complicaciones graves vinculadas a otros remedios caseros.

Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?

Estos resultados pueden guiar un abordaje clínico más integrador, ya que el reconocer y validar el uso de los remedios caseros por parte de los pacientes podría mejorar el vínculo médico-paciente.

Además, podría evitar medicalización innecesaria: en infecciones virales autolimitadas, recomendar ciertos remedios caseros podría llevar a prevenir el uso de antibióticos o de antitusígenos sin respaldo.

Aunque falta evidencia científica en la mayoría, algunos remedios, como la miel (eficaz en niños mayores de 1 año), cuentan con respaldo científico por su efecto antimicrobiano y antiinflamatorio.

Siendo el mayor problema de estas enfermedades los síntomas, la percepción de mejoría de estos por parte de los pacientes con el uso de estos remedios caseros podría ser de gran ayuda.

La principal limitación de este estudio es que se basó en percepción de eficacia, no en medidas clínicas objetivas.

En síntesis

Este trabajo demuestra que los remedios caseros son ampliamente utilizados y percibidos como efectivos por la mayoría de los pacientes con síntomas respiratorios.

Si bien no reemplazan tratamientos validados, pueden ser aliados valiosos en una estrategia sintomática centrada en el paciente, siempre que se utilicen con criterio clínico y seguridad.

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