A pesar de que las vacunas aprobadas en los Estados Unidos demostraron ser seguras y eficaces, solo el 56% de las personas de este país informaron que querían recibir la vacuna, según una encuesta basada en más de 8000 participantes, en diciembre del 2020. Uno de los motivos, la preocupación sobre si las vacunas podrían afectar la fertilidad.
La toxicidad reproductiva no fue evaluada en los ensayos clínicos. Se demostró, en un trabajo prospectivo basado en 30 participantes con PCR positiva para SARS-COV-2 dentro de los 2 meses, en muestras de semen recolectadas en un promedio de 37 días desde del diagnóstico, una disminución en el recuento de espermatozoides, con pruebas de PCR para SARS-CoV-2 negativas en el esperma.
Realizaron un ensayo prospectivo, con 45 voluntarios sanos de 18 a 50 años, con una mediana de edad de 28 años, que tenían turno para recibir una vacuna ARNm Covid-19 (Pfizer-BioNTech o Moderna). De estos, se preseleccionaron aquellos que no tuvieran problemas de fertilidad. Aquellos con Covid-19 en los 3 meses previos, o con síntomas agudos, fueron excluidos. Se les solicitó una muestra de semen, luego de 2 a 7 días de abstinencia sexual (mediana de 3 días), antes de recibir la vacuna y en promedio a los 70 días después de la segunda dosis (este período abarca toda la vida media de los espermatozoides).
Se evalúo el volumen de semen, la concentración y la motilidad de los espermatozoides, y el recuento total de espermatozoides móviles (TMSC). Se incluyeron individuos con oligoespermia (<15 millones de espermatozoides por mililitro). Luego de recibir la vacunación, el volumen de semen, la concentración, motilidad y el recuento total de espermatozoides móviles, aumentaron significativamente. 8 de los 45 hombres tenían oligoespermia antes de la vacuna. De estos, 7 aumentaron su concentración de espermatozoides tras la vacunación, a valores normales.
Es muy interesante que se vio, con la vacunación Covid-19, incluso una mejoría en los parámetros de los espermatozoides, quizás esto a causa de diferencias en los periodos de abstinencia. Lo más relevante: el trabajo abarcó toda la vida media de los espermatozoides, y no se vio un empeoramiento en los parámetros del esperma, lo que alejaría inicialmente los riesgos sobre la fertilidad en relación con las vacunas Covid-19. Esto es un ensayo pequeño, sobre adultos jóvenes, lo que hace difícil extrapolarlo a otras poblaciones.