OMS: ¿Qué dice sobre los edulcorantes para controlar el peso?

por | 16, May, 2023 | Nutrición

7 minutos de lectura

La OMS publicó directrices que desalientan el uso de edulcorantes no azucarados para controlar el peso. Lo revisamos en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • El uso de edulcorantes no azucarados, no ayuda a controlar el peso o reducir enfermedades no transmisibles (ENT) como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer.
  • Se deben contemplar posibles efectos indeseables a largo plazo de los edulcorantes no azucarados, incluyendo un mayor riesgo de diabetes tipo 2, y enfermedades cardiovasculares y un aumento de la mortalidad en adultos.
  • Sustituir azúcares por edulcorantes no ayuda a controlar el peso a largo plazo, según los resultados de una revisión sistemática.
  • Se recomienda reducir ingesta de azúcares libres y optar por alimentos naturales y no azucarados para mejorar la salud.
  • Los edulcorantes no azucarados carecen de valor nutricional y no son esenciales en la dieta; es muy importante reducir las azúcares desde temprana edad.

El 15 de mayo la OMS publicó una nueva directriz, en este caso en relación con los edulcorantes no azucarados: desaconseja su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT), cuyos principales ejemplos son las enfermedades cardiovasculares (como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares), los cánceres, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma), y la diabetes.

La recomendación se basa en los resultados de una revisión sistemática de la evidencia disponible, que sugiere que el uso de edulcorantes no azucarados no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal en adultos o niños.

Los resultados de la revisión también sugieren que puede haber posibles efectos indeseables de su uso a largo plazo, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

Afirman además que la sustitución de los azúcares libres por edulcorantes no ayuda a controlar el peso a largo plazo.

Instan a las personas a considerar otras formas de reducir la ingesta de azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta, o alimentos y bebidas no azucarados.

Afirman además que los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional. Las personas deberían reducir totalmente el dulzor de la dieta, desde una edad temprana, para mejorar su salud.

A quiénes alcanza la recomendación

La recomendación se aplica a todas las personas, excepto a las que padecen diabetes preexistente (es decir, a personas con diagnóstico de diabetes).

Incluye todos los edulcorantes no nutritivos, sintéticos y naturales, o modificados, que no están clasificados como azúcares, y se encuentran en alimentos y bebidas manufacturados, o que se venden solos para que los consumidores los añadan a alimentos y bebidas.

Entre los edulcorantes no nutritivos más comunes se encuentran el acesulfamo-K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina, la sucralosa, la estevia y los derivados de la estevia.

La recomendación no se aplica a los productos de higiene y cuidado personal que contienen edulcorantes no azucarados, como dentífricos, cremas para la piel y medicamentos, ni a los azúcares y alcoholes de azúcar (polioles) bajos en calorías, que son azúcares o derivados del azúcar que contienen calorías y, por tanto, no se consideran edulcorantes no azucarados.

Una recomendación «condicional»

Debido a que el vínculo observado en la evidencia entre los edulcorantes no azucarados y los resultados en enfermedad podría estar confundido por las características basales de los participantes en el estudio, y a los complicados patrones de uso de estos edulcorantes, la recomendación se ha evaluado como condicional, siguiendo los procesos de la OMS para el desarrollo de directrices.

Esto indica que las decisiones políticas basadas en esta recomendación pueden requerir un debate sustantivo en contextos nacionales específicos, vinculados, por ejemplo, al alcance del consumo en diferentes grupos de edad.

La directriz de la OMS sobre los edulcorantes no azucarados forma parte de un conjunto de directrices existentes y futuras sobre dietas saludables cuyo objetivo es establecer hábitos alimentarios sanos para toda la vida, mejorar la calidad de la dieta y disminuir el riesgo de ENT en todo el mundo.

¿Debemos seguir “al pie de la letra” esta recomendación?

La recomendación de la OMS se basó en los resultados obtenidos al analizar la evidencia mediante el procedimiento usado para la redacción de guías, que incluye la revisión de la data por un grupo de expertos de distintas disciplinas y países, y una evaluación de la calidad de la evidencia. No obstante, no se pudo establecer mediante esta evidencia, (proveniente en su mayoría de estudios observacionales), una relación causal entre el uso de edulcorantes, y efectos deletéreos sobre la salud.

Es importante tener en cuenta que los productos alimenticios que contienen edulcorantes son, en su mayoría, alimentos ultraprocesados (nocivos para la salud), que además ocupan en nuestra dieta el lugar de alimentos naturales.

Sin embargo, si bien los edulcorantes artificiales permiten reducir el consumo total de calorías, pueden llevarnos a incrementar el volumen de la ingesta y la avidez por los dulces. Así mismo, el sabor dulce es un estímulo para la secreción de insulina, lo que afecta el metabolismo de la glucosa. Este podría ser un mecanismo por el cual no resulten tan inocuos como se creía.

Además, se ha visto que pueden alterar la composición de la microbiota intestinal (bacterias intestinales parte de nuestra flora) afectando el metabolismo y la función inmunológica.

¿Cuál debería el mensaje final?

Tenemos que tender a elegir en nuestra dieta alimentos y sabores lo más naturales posible, dejando de lado los sabores más salados (y con esto, disminuir el consumo de sal), así como los dulces (con la consiguiente reducción del consumo de azúcar y edulcorantes para alcanzarlo).

No debemos confundir esta recomendación de la OMS con una invitación a consumir azúcar, con su aporte de calorías «vacías», sin vitaminas ni minerales, y con el conocido efecto deletéreo sobre el metabolismo, el control del peso corporal y la salud en general.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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