Ola de calor: ¿Afecta al rendimiento cognitivo? ¿Podría ser útil el uso de aire acondicionado?

por | 8, Mar, 2023 | Medicina Interna

8 minutos de lectura

Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, analizó el rendimiento en pruebas cognitivas, durante una ola de calor, de estudiantes con y sin aire acondicionado (1). Lo revisamos en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • Investigadores de Harvard analizaron los efectos sobre la cognición de tener o no aire acondicionado.
  • Los estudiantes que contaban con aire acondicionado en sus domicilios, tuvieron un mejor rendimiento en distintas pruebas cognitivas, al compararlos con los que no tenían.
  • En pruebas de velocidad de reacción y atención selectiva (STROOP), el tener aire acondicionado se asoció con un 13.4% de mayor velocidad.
  • En pruebas de sumas y restas de 2 dígitos (ADD), el tener aire acondicionado se asoció a casi un 10% de mayor rendimiento.
  • Esto quiere decir que el calor nos afecta a todos, a distintos niveles.

Una ola de calor es un evento meteorológico en el que la temperatura ambiental está elevada en forma sostenida, durante varios días consecutivos, por encima del promedio esperado para una región (2). En nuestro país se considera «ola de calor» cuando al menos durante 3 días hay temperaturas elevadas por sobre las mínimas y máximas esperables.

Como consecuencia del cambio climático, y el aumento de la temperatura promedio global, estas olas de calor van a ser cada vez más frecuentes.

Las olas de calor tienen múltiples efectos negativos para la salud humana y animal, así como para la seguridad alimentaria, los cultivos, y la generación y consumo de energía.

En contexto de una ola de calor, el cuerpo humano tiene un importante riesgo de sufrir enfermedad por calor, que abarca desde el agotamiento, los calambres, y la injuria por calor, hasta el golpe de calor o Heat Stroke (3,4).

La exposición al calor puede hacer que el cuerpo pierda la capacidad de termoregulación, con el consiguiente aumento de la temperatura corporal hasta valores de más de 40.5 grados centígrados, con impacto directo sobre el sistema nervioso, cardiovascular, respiratorio, renal, y de la coagulación, con riesgo de vida y de tener importantes secuelas.

La mortalidad relacionada con el calor varía según la localización y la población. En los Estados Unidos, el calor es el fenómeno meteorológico que más vidas cobra: 7000 muertes de 1999 a 2010.

Los adultos en los Estados Unidos pasan más del 90% del tiempo dentro de sus hogares, por lo cual, estimar el impacto de la temperatura en el domicilio es una aproximación a los efectos del calor en las personas.

Sabemos que el calor afecta principalmente a personas en los extremos de la vida (niños pequeños, adultos mayores), a aquellas con enfermedades crónicas o discapacidad, en la forma de golpe de calor clásica, y a personas jóvenes y sanas, en la forma de golpe de calor asociada al ejercicio. Mayormente, hacemos hincapié en los efectos graves de las altas temperaturas sobre las personas.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard analizó el impacto del calor en la cognición, en una población de estudiantes jóvenes y sanos, que vivían en residencias con y sin aire acondicionado. Es decir, el resultado medido fue el rendimiento cognitivo, más alejado de la enfermedad grave, durante una ola de calor, según si tenían o no los participantes aire acondicionado en su hogar.

El estudio

Buscaron evaluar el impacto en la cognición de tener, o de no tener, aire acondicionado, durante una ola de calor. Incluyeron 44 estudiantes universitarios de Boston, Massachusetts, con 20.2 años de promedio, sanos, que no consumían ni alcohol ni drogas.

Los siguieron y evaluaron durante 12 días, en julio del 2016 (verano en el Hemisferio Norte), en los que la temperatura ambiental fue en promedio de 32-33 grados centígrados.

Los dividieron en 2 grupos:

  • Grupo con aire acondicionado en su edificio (24 estudiantes)
  • Grupo sin aire acondicionado en su edificio (20 estudiantes)

Usaron relojes con monitores de la actividad diaria (actígrafos, similar a un contador de pasos), y día a día, por medio de smartphones, les enviaron 2 tipos de pruebas cognitivas:

  • STROOP (Stroop color-word test), que evalúa los procesos de atención selectiva y la velocidad de procesamiento de la información. Cuanto menos tiempo de reacción, mejor.
  • ADD (adittion/subtraction test), que evalúa en pruebas de adición y sustracción de 2 dígitos, la velocidad cognitiva y la memoria operativa (por medio de sumas y restas). Cuanto más producción o resultados correctos, mejor.

Las pruebas cognitivas se hacían ni bien se levantaban en la mañana. Controlaron además los niveles de actividad física, medidos en pasos diarios, y la ingesta de agua. Compararon el rendimiento cognitivo de ambas poblaciones.

Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?

La temperatura promedio en el grupo con aire acondicionado fue de 21.4 grados centígrados, versus 26.3 en el grupo sin aire acondicionado.

El grupo sin aire acondicionado tuvo hasta un 13.4% más de tiempo de reacción que el grupo con aire acondicionado, en las pruebas de STROOP (recordemos acá que cuanto más tiempo de reacción, peor).  En estas pruebas el mejor rendimiento fue cuando la temperatura en la casa fue de 22-23 grados, o menor.

Respecto a la producción o los resultados en las pruebas de ADD (sumas y restas), el grupo sin aire acondicionado tuvo un rendimiento 9.9% menor, al compararlo con el grupo con aire acondicionado. Acá, a menor temperatura en la casa, mejor rendimiento.

Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?

Investigadores de Harvard analizaron los efectos sobre la cognición de tener o no aire acondicionado, en estudiantes universitarios jóvenes y sanos, durante una ola de calor en Boston (44 en total).

Los estudiantes que contaban con aire acondicionado en sus domicilios, tuvieron un mejor rendimiento en distintas pruebas cognitivas, al compararlos con los que no tenían aire acondicionado.

En efecto, en pruebas de velocidad de reacción y atención selectiva (STROOP), el tener aire acondicionado se asoció con un 13.4% de mayor velocidad.

En pruebas de sumas y restas de 2 dígitos (ADD), el tener aire acondicionado se asoció a casi un 10% de mayor rendimiento. En este caso, a menor temperatura en el domicilio, mejores resultados.

Esto quiere decir que: el calor nos afecta a todos, a distintos niveles. En esta población joven y sana, tener o no tener aire acondicionado, o sea, una menor temperatura en su domicilio, (donde pasan la mayor parte del día durante una ola de calor), se asoció a un menor rendimiento cognitivo.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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