Revisamos en INFOMED, a partir de UpToDate (1), todo lo que tenemos que saber de Mycoplasma pneumoniae. En esta edición resumimos las generalidades, su microbiología, la patogenia y la epidemiología.
PUNTOS CLAVE
-
Mycoplasma pneumoniae se encuentra entre las causas bacterianas más comunes de infección del tracto respiratorio superior, bronquitis aguda y neumonía adquirida en la comunidad en adultos y niños.
-
Mycoplasma pneumoniae carece de pared celular, y es uno de los organismos de vida libre más pequeños.
-
Debido a que carece de pared celular, no es visible en la tinción de Gram y no es susceptible a los antibióticos que inhiben la síntesis de la pared celular, como las penicilinas. Estas características lo designan como un patógeno «atípico».
-
El organismo se transmite de persona a persona principalmente a través de gotitas respiratorias y puede causar infecciones esporádicas y brotes sostenidos.
-
Los brotes ocurren con mayor frecuencia entre personas que viven en espacios reducidos, como hogares, escuelas e instalaciones militares, pero también pueden extenderse a la comunidad.
El «peque»
Mycoplasma pneumoniae es uno de los organismos de vida libre más pequeños, y es una bacteria muy común del tracto respiratorio.
Las infecciones del tracto respiratorio superior y la bronquitis aguda son las manifestaciones más comunes de la infección por Mycoplasma pneumoniae, pero también puede generar neumonía (infección del tracto respiratorio inferior).
Las manifestaciones fuera del tracto respiratorio (por ejemplo, encefalitis, anemia hemolítica y carditis) son raras, y pueden ocurrir con infecciones del tracto respiratorio, o de forma independiente.
Su microbiología
El término «mycoplasma» se utiliza ampliamente para referirse a cualquier organismo dentro de la clase Mollicutes, que se compone de 5 géneros, entre los que están Mycoplasma y Ureaplasma. Los mycoplasmas son bacterias, y son los organismos de vida libre más pequeños.
Solo 4 especies de Mycoplasma son patógenos humanos:
- Mycoplasma neumoniae
- Mycoplasma hominis
- Mycoplasma genitalium
- Ureaplasma urealyticum
Entre las especies de Mycoplasma, Mycoplasma pneumoniae es la que con más frecuencia causa enfermedad respiratoria en humanos.
El microorganismo es un bastón corto que carece de pared celular. Por esto último es que no es visible en la tinción de Gram, y que no es susceptible a los betalactámicos ni a otros antibióticos que inhiben la síntesis de la pared celular. Es por estas características que Mycoplasma pneumoniae es una bacteria «atípica».
Patogénesis: ¿cómo genera enfermedad el Mycoplasma?
Los mycoplasmas patógenos tiene una proteína, la adhesina P1 que contribuye a la adherencia y al «deslizamiento» a lo largo del epitelio respiratorio. Su forma más común es la filamentosa. Sus proteínas de adherencia se unen a las membranas epiteliales, con particular afinidad por el tracto respiratorio.
Una vez adherido, produce peróxido y superóxido de hidrógeno, lo que daña las células epiteliales y sus cilios asociados. Otro receptor, Toll-like receptor 2, que también interviene en la unión de Mycoplasma, estimula la activación de mediadores inflamatorios, incluidas las citoquinas.
La respuesta inmune sólida, especialmente por la producción de interleucina-17 (IL-17), puede tener un papel en la gravedad de la enfermedad.
La bacteria «sobrevive» mediante el parasitismo superficial de las células diana, la adquisición de precursores biosintéticos esenciales y, en algunos casos, la entrada celular y la supervivencia intracelular.
Hay 2 subtipos principales de Mycoplasma pneumoniae, que difieren en la secuencia del gen de la adhesina:
- Tipo 1.
- Tipo 2. Estas tienen más producción de la toxina del síndrome de dificultad respiratoria adquirida en la comunidad, que es factor de virulencia relacionado con la destrucción del epitelio respiratorio.
Además, el tipo 2 elabora un biofilm más robusto, que puede proteger al organismo contra la penetración de antimicrobianos y la respuesta inmune del huésped.
Algunas de las características patogénicas de la infección por Mycoplasma pneumoniae, en particular aquellas que ocurren fuera del tracto respiratorio (por ejemplo, hemólisis, encefalitis), están mediadas por el sistema inmunológico y no causadas por una invasión bacteriana directa.
Los anticuerpos producidos contra ciertos antígenos de Mycoplasma pneumoniae pueden actuar como autoanticuerpos, ya que reaccionan de forma cruzada con las células cerebrales y los eritrocitos humanos, como se manifiesta en el fenómeno de aglutinación fría.
Después de una infección aguda, puede desarrollarse un estado de portador asintomático prolongado (acá cobra más importancia la invasión intracelular).
Los anticuerpos contra Mycoplasma pneumoniae producidos durante la infección aguda parecen prevenir la adhesión al epitelio respiratorio, pero estos anticuerpos no desempeñan un papel en la prevención del transporte crónico.
La epidemiología
Mycoplasma pneumoniae está en todo el mundo, y causa infecciones tanto esporádicas, como epidémicas.
Es una de las causas bacterianas más comunes de infección del tracto respiratorio superior, de bronquitis aguda y de neumonía adquirida en la comunidad.
Según encuestas serológicas, el 1% de la población de Estados Unidos se infecta anualmente con Mycoplasma pneumoniae. Sin embargo, la incidencia de manifestaciones clínicas específicas es difícil de estimar, ya que estas infecciones suelen ser leves y subdiagnosticadas.
Aunque las infecciones urinarias y la bronquitis aguda son manifestaciones más comunes, la epidemiología de la neumonía se ha estudiado mejor: entre el 2 y el 12% de las neumonías adquiridas en la comunidad son por Mycoplasma pneumoniae. Durante las epidemias, las tasas son mayores.
Generalmente, la neumonía causada por Mycoplasma pneumoniae es más común en niños pequeños, que en adolescentes y adultos: en población hospitalizada, el 2% de las neumonías en adultos son por Mycoplasma, versus el 7.5% en niños.
Mycoplasma pneumoniae fue más común entre niños de ≥ 5 años, que entre niños más pequeños (19 versus 3%).
Transmisión Se transmite principalmente de persona a persona a través de gotitas respiratorias. El período de incubación después de la exposición es en promedio 2 a 3 semanas. Si bien las infecciones ocurren durante todo el año, las tasas tienden a aumentar en verano y alcanzar su punto máximo a fines del otoño o en invierno durante los períodos no epidémicos.
Brotes o epidemias Las epidemias tienden a ocurrir cada pocos años. Por su transmisión a través de gotas de Pflüge, muchas veces las epidemias son entre personas que viven en espacios reducidos (hogares, escuelas, universidades, centros de atención médica y militares: las tasas de ataque acá pueden llegar al 90%).
Las epidemias pueden extenderse a la comunidad, abarcar amplias regiones geográficas y persistir durante meses o años. Las epidemias en una región geográfica determinada tienden a comenzar en los meses de invierno en los países de mayor latitud y extenderse hacia el sur.
El tabaquismo y un nivel bajo de inmunoglobulina G específica de micoplasma preexistente se asociaron de forma independiente con la infección sintomática por Mycoplasma pneumoniae.