No hacer nada de ejercicio, se asocia con un mayor riesgo de Covid-19 grave. Hacer más de 10 minutos por semana de ejercicio, tiene un importante papel en la prevención del Covid-19 grave.
Los factores de riesgo para desarrollar Covid-19 grave, identificados por el CDC, son la edad avanzada, ser hombre, la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, las insuficiencia renal, la inmunodepresión (por ejemplo, transplantados) y las neoplasias.
Sin embargo, hasta el momento, no se han publicado datos sobre el efecto de la actividad física (AF) regular sobre los resultados del Covid-19. Durante la pandemia, varios estudios documentaron una disminución de la actividad física de la población en general, en parte durante las políticas de cuarentena.
El 13 de abril de este año se publicó en el British Journal of Sports Medicine La inactividad física se asocia con un mayor riesgo de resultados graves en el Covid-19: un estudio de 48.440 pacientes adultos, un gran trabajo retrospectivo descriptivo llevado a cabo en California, Estados Unidos.
En los Estados Unidos, como en otros países del mundo, se recomiendan, al menos, 150 minutos por semana de una actividad física moderada a vigorosa (por ejemplo, una caminata rápida). Esto trae beneficios en el sistema inmune, reduce la inflamación sistémica, mejora la salud cardiovascular, y aumenta la capacidad pulmonar, lo que podría mitigar los efectos del Covid-19.
Seleccionaron aquí a casi 50 mil pacientes con diagnóstico de Covid-19, que tuvieron al menos 3 registros de actividad física en su historia clínica en los últimos 2 años; gracias a 2 preguntas sencillas, anotaron si la persona hizo por semana ejercicio de 0 a 7 días, y de 0 a más de 150 minutos por semana.
Los dividieron luego en 3 categorías, según el grado de actividad física:
– Inactivos (<10 minutos/ semana).
– Algo de actividad semanal (11 a < 150 minutos/ semana).
– Regular, según las recomendaciones (>150 minutos/semana).
Vincularon esto con los resultados del Covid-19 grave: hospitalización/ ingreso a UTI/ muerte después del diagnóstico de Covid-19.
La población, adultos mayores de 18 años con diagnóstico de Covid-19. La edad media, 47 años, 61.9% eran mujeres. 6.4%, tenía una AF regular. 14.4%, estaban inactivos. Casi el 80%, hacía alguna actividad física. De todos estos, 8.6% se internaron, 2.4% requirió UTI y el 1.6%, falleció.
Llegaron a las siguientes conclusiones:
– La inactividad física se asoció con 2.26, 1.73, 2.49 veces mayor riesgo de hospitalización, ingreso a UTI y muerte, respectivamente, que los que hacían actividad física en forma regular.
– La actividad física regular se asoció con menores posibilidades de Covid-19 grave.
– El riesgo aportado por la inactividad física constante excedió los riesgo de tener una enfermedad grave por Covid-19 aportados por casi todas las comorbilidades crónicas analizadas.
– Los pacientes que hacen algo de actividad física, pero que no alcanzan los 150 minutos/ semana, tienen beneficios importantes con respecto al Covid-19, bajando el riesgo de internación, requerimiento de UTI y muerte, en más de un 50%.
– La inactividad física solo fue superada como factor de riesgo para internación por Covid-19 por la edad y los transplantes.
Este estudio, remarca la importancia de promover la actividad física en las personas, como un método para prevenir las complicaciones graves del Covid-19 y de muchas otras enfermedades crónicas, cumpliendo las medidas de mitigación adecuadas, y preferentemente al aire libre. Algo de actividad física es mucho mejor que nada.