En un estudio, recientemente publicado en Neurology (1), describen la asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados, y el desarrollo de demencia. Revisamos los puntos destacados en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
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El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados puede aumentar el riesgo de desarrollar distintas enfermedades no transmisibles.
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En un estudio, recientemente publicado en Neurology (1), incluyeron 72.083 participantes, de 55 años o más, sin demencia cuando se inscribieron, y que al menos 2 veces durante el seguimiento del UK Biobank, tuvieron una evaluación de su ingesta durante 24 horas.
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En total 518 personas desarrollaron demencia: 287, enfermedad de Alzheimer, y 119, demencia vascular.
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Un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asoció con un mayor riesgo de padecer demencia (51% más). Esta asociación fue mayor para la demencia de causa vascular (2.29 veces mayor riesgo).
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En forma contraria, el reemplazar un porcentaje de los alimentos ultraprocesados de la dieta, con una cantidad similar de alimentos no procesados o mínimamente procesados, se asoció con una disminución del riesgo de padecer demencia.
Estos hallazgos apoyan las políticas públicas de limitar el acceso a ciertos tipos de alimentos ultraprocesados, para mejorar los resultados de la salud de la población.
Repasando los tipos de alimentos, según la «ayuda» de la industria
Los alimentos, según el grado de manipulación por la industria a la que fueron sometidos, acorde a la escala del sistema NOVA, de la Universidad de San Pablo (3), se clasifican en:
Alimentos sin procesar o mínimamente procesados
Estos no tienen cambios, o son mínimos. Su procesamiento es para prolongar su vida útil, o mejorar su sabor. En este grupo está la fruta fresca, seca y congelada; verduras, granos, legumbres, frutos secos, semillas, carnes, pescados y mariscos; huevos y leche.
Ingredientes culinarios procesados
Sustancias extraídas y purificadas por la industria, como grasas, aceites, azúcares. No se consumen solos, y su principal rol, es participar de la elaboración de otros platos.
Alimentos procesados
Se elaboran al agregar grasas, aceites, azúcares, sal y otros ingredientes a alimentos mínimamente procesados, para hacerlos más duraderos, o más sabrosos. Se incluyen panes y quesos simples; pescados, mariscos y carnes saladas y curadas; frutas, legumbres, verduras en salmuera, almíbar y aceite. Según como se preparen estos, pueden formar parte de una dieta saludable.
Alimentos ultraprocesados
Son formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de alimentos, o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. Contienen poco o ningún alimento entero. Vienen listos para consumirse, recalentar o reconstituir, y requieren poca, o ninguna preparación. Muchos de los ingredientes son aditivos. Se les da volumen con aire y agua, y se le suelen agregar micronutrientes sintéticos para «fortificarlos». Tienen alto contenido de azúcar, grasas saturadas y sodio, y bajo contenido de fibra, minerales y vitaminas.
Algunos ejemplos son las papas fritas de paquete, los snacks, los helados, los chocolates, los caramelos, los productos panificados y los panes industriales, las galletitas, los cereales con azúcar, las gaseosas, las formitas de papa, pollo o vegetables, las pizzas y empanadas congeladas, entre otros.
Hay un creciente cuerpo de evidencia sobre la asociación del consumo de alimentos ultraprocesados, con resultados adversos de la salud, como la depresión, la enfermedad cardiovascular, el cáncer, y con todas las causas de mortalidad.
Aún no se ha relacionado el consumo de alimentos ultraprocesados, con el desarrollo de demencia. Un grupo de investigadores chinos, a partir de datos del UK Biobank (4), exploró esta relación.
El nuevo estudio chino
Llevaron adelante un estudio de cohorte prospectivo. El seguimiento fue hasta marzo del 2021. Los alimentos ultraprocesados, se clasificaron según la escala del sistema NOVA.
Se contabilizaron los incidentes de demencia de cualquier causa, que incluyeron la enfermedad de Alzheimer, y demencia de causa vascular, a través de registros electrónicos de atención médica, hospitalizaciones y muertes.
Mediante distintos métodos estadísticos, se estimó la asociación entre la demencia y el porcentaje de consumo de alimentos ultraprocesados en la dieta. Los siguieron alrededor de 10 años.
Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?
En el grupo de menor consumo de alimentos ultraprocesados, estos representaron el 9% de la dieta diaria, con 225 gramos por día. En el grupo de más consumo de alimentos ultraprocesados, estos representaron un 28% de la dieta diaria, con 814 gramos por día.
Los que consumieron más alimentos ultraprocesados, con más frecuencia fueron menores, blancos, no fumadores y no bebedores. Además, tenían un mayor índice de masa corporal, un mayor consumo total de calorías, y menores puntajes en el índice de deprivación de Townsend (es decir, vivían peor). Tenían también un nivel menor de actividad física, y menor nivel educativo.
Tras despejar o corregir los resultados por distintos confundidores, el consumo de alimentos ultraprocesados se asoció con:
- 51% más riesgo de presentar demencia (HR 1.51), al comparar el grupo de más consumo de alimentos ultraprocesados, con el de menos.
- Esta asociación fue mayor, entre estos grupos, para la demencia vascular: el riesgo aumentó 2.19 veces.
- Un 10% de aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, se asoció con un aumento del 25% del riesgo de demencia (hazard ratio, razón de probabilidades, HR 1.25). El aumento fue del 14% para enfermedad de Alzheimer (HR 1.14), y del 28% para demencia vascular (HR 1.28).
- En forma contraria, el reemplazar un 10% del contenido de alimentos ultraprocesados de la dieta, con un porcentaje similar de alimentos sin procesar o mínimamente procesados, se asoció con una reducción del 19% del riesgo de presentar demencia (HR 1.19).
- El aumento del consumo de comida sin procesar, en sólo 50 gramos por día (por ejemplo, media manzana), y una disminución equivalente en el consumo de alimentos ultraprocesados (por ejemplo, un chocolate), se asocia con una disminución del riesgo de demencia de un 3%. Esto quiere decir que pequeños cambios, ya sirven para mejorar (5).
- Los individuos con demencia con más frecuencia eran hombres, y de mayor edad. Además, eran los que más dormían, hacían menos actividad física, tenían más antecedentes familiares de demencia, enfermedad cardiovascular, y una menor función cognitiva.
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio para la práctica diaria?
El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados puede aumentar el riesgo de desarrollar distintas enfermedades no transmisibles.
Un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asoció con un mayor riesgo de padecer demencia (51% más). Esta asociación fue mayor para la demencia de causa vascular (2.29 veces mayor riesgo).
En forma contraria, el reemplazar un porcentaje de los alimentos ultraprocesados de la dieta, con una cantidad similar de alimentos no procesados o mínimamente procesados, se asoció con una disminución del riesgo de padecer demencia.