En el contexto crítico de la pandemia del Covid-19, los trabajadores de la salud están en primera línea, al participar directamente del cuidado, diagnóstico y tratamiento de los pacientes con Covid-19. Esto los expone a desarrollar estrés crónico, angustia psicológica y cualquier otro síntoma de la salud mental. El 40% del personal estudiado de un Hospital Universitario, durante la pandemia del Covid-19, presento valores de cortisol en el cabello fuera de los rangos de referencia sanos.
Se encontró una correlación directa entre el valor de cortisol en el cabello, y el nivel de estrés y de agotamiento emocional, como parte del síndrome de burnout. 12% de la población estudiada mostró signos de burnout o agotamiento. Los trabajadores de la salud que interaccionan con los pacientes con Covid-19, tienen niveles mayores de cortisol en el cabello y de estrés, que los que no lo hacen directamente. El nivel de cortisol en el cabello es un biomarcador que impresiona tener una buena correlación con el nivel de estrés, agotamiento o burnout y otros signos de deterioro de la salud mental, en la población estudiada.
Estas son algunas de las conclusiones a las que llega un equipo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires, en Evaluación de los niveles de estrés, agotamiento y cortisol en el cabello en trabajadores de la salud de un Hospital Universitario durante la pandemia del Covid-19 , publicado en Psichoneuroendocrinology, el 1 de abril del 2021, tras medir la concentración de cortisol en muestras de cabello, y completar distintas encuestas sobre estrés, grado de apoyo social, agotamiento o burnout y eventos vitales, en 234 trabajadores de la salud del Hospital de Clínicas José de San Martín, de la Universidad de Buenos Aires.
El cortisol es una hormona que es secretada por las glándulas suprarrenales en respuesta a estímulos cerebrales (eje hipotálamo- hipófisis- adrenal). Esta hormona tiene muchas funciones, y alguna de ellas están relacionados a la adaptación del estrés. La medición del cortisol puede ser llevada a cabo en diferentes fluidos biológicos (sangre y saliva principalmente) donde se obtienen registros de situación aguda.
La medición del cortisol en el cabello define la exposición del folículo piloso, y en consecuencia la fibra capilar, a las concentraciones de cortisol plasmático, durante los últimos meses. Teniendo en cuenta que el pelo crece en promedio 1 centímetro por mes, un cabello de 3 centímetros representa la exposición al cortisol plasmática durante los últimos 3 meses. Por lo tanto, la medición de cortisol en el cabello sirve para evaluar la concentración hormonal en el plasma, durante un período de tiempo (algo así, como es la hemoglobina glicosilada a la glucemia).
El síndrome de burnout o de agotamiento es definido como un síndrome tridimensional, que incluye:
(1) Alto agotamiento emocional (cansancio y disminución de los recursos personales para afrontar las exigencias de las tareas).
(2) Alta despersonalización (desarrollo de un sentimiento negativo y de una actitud insensible hacía los destinatarios del servicio, que aquí, son los pacientes).
(3) Disminución del sentido de realización personal (percepción de que los logros personales caen por debajo de las expectativas personales, y de una baja autoestima).
No solo afecta a quien los padece, sino también los pacientes y a las instituciones, al disminuir la calidad de atención, al aumentar el error médico, con una menor seguridad del paciente, además del ausentismo laboral que genera.
Para este estudio reclutaron 234 trabajadores de la salud del Hospital de Clínicas José de San Martín (personal asistencial como médicos, enfermeros, residentes y personal no asistencial, como personal administrativo, de limpieza, de mantenimiento, etcétera). A todos los participantes se los evaluó de dos formas: por un lado con formularios de encuesta “psicológicos” como estrés percibido, apoyo social, escala de burnout y escala de eventos de vida Homes- Rahe. Por otro lado con la medición objetiva de los niveles de cortisol en el cabello. Posteriormente se correlacionaron las encuestas y los resultados obtenidos de la concentración del cortisol en el cabello.
Un punto de interés fue la técnica de medición del cortisol en el cabello, por un método de quimioluminiscencia automatizado, que se encuentra patentada por un laboratorio perteneciente a la Universidad de Buenos Aires, y es una técnica más rápida, precisa y de un menor costo que los métodos tradicionales. Este estudio es novedoso ya que es el primero en ser realizado en el personal de salud en el contexto de una pandemia a nivel mundial.
Se correlacionó aquí la situación psicológica con los niveles de cortisol en cabello.
Conclusiones :
– El 40% de la población estudiada presentó valores de concentración de cortisol en el cabello alterados fuera del rango de la normalidad (63% por encima de los valores de referencia y 37% por debajo) considerándose ambas situaciones patológicas, con un significado similar.
– Se observó una clara asociación entre el estrés percibido y los niveles de cortisol en el cabello. Esto destaca la utilidad de la medición de cortisol en cabello como un biomarcador adecuado en la evaluación del estrés.
– La concentración de cortisol en el cabello se correlacionó directamente con el grado de agotamiento emocional.
– Los médicos fueron los que tuvieron los mayores niveles de cortisol en el cabello.
– Los niveles del cortisol en el cabello fueron significativamente mayores en aquellos trabajadores de la salud que interactuaban en contacto directo con los pacientes con Covid-19.
– En un extremo, el 12% de la población estudiada presentó signos de burnout (52% médicos, 19% enfermeros y 19% personal administrativo).
– Se observó una asociación entre la concentración del cortisol en el cabello y la despersonalización, en aquellos individuos con concentraciones elevadas de cortisol en cabello.
A partir de esta investigación, la medición del cortisol en el cabello, evaluado mediante este método original, podría ser usado como un método complementario para estudiar estrés del personal de salud, en esta población vulnerable. Un adecuado diagnóstico permitirá adoptar distintas estrategias de prevención y tratamiento, mejorando así la salud de los trabajadores del hospital, así como la calidad de la atención médica.
Agradecimiento
Doctor Damián Zopatti, Director de Estadística, Archivo Médico e Internaciones y Egresos de del HCJSM, y coautor del citado artículo.
