En distintos medios de comunicación se generó expectativa acerca del potencial riesgo de generar cáncer del aspartamo, el edulcorante más popular. Revisamos un gran estudio científico al respecto, publicado en la Revista PLoS Medicine en el año 2022 (1).
PUNTOS CLAVE
- Los edulcorantes no calóricos, actúan como sustituto del azúcar. La industria alimentaria utiliza edulcorantes artificiales en una amplia gama de alimentos y bebidas, como alternativas a los azúcares.
- Actualmente se debate la seguridad de los aditivos alimentarios no nutritivos (edulcorantes), con hallazgos contradictorios con respecto a su papel en la etiología de diversas enfermedades.
- Un grupo de investigadores franceses analizó las asociaciones entre la ingesta de edulcorantes artificiales y sucralosa, y el riesgo de padecer cáncer.
- En este gran estudio de cohortes, los edulcorantes artificiales (especialmente el aspartamo y el acesulfamo-K), que se usan en muchas marcas de alimentos y bebidas en todo el mundo, se asociaron con un mayor riesgo de cáncer.
Edulcorantes, azúcar y daños colaterales
Un edulcorante no calórico, o endulzante no nutritivo, es una sustancia que le da dulzor, sin calorías o sin demasiadas de estas, a los alimentos, o a distintos productos de consumo. Actúan como sustitutos del azúcar.
La industria alimentaria utiliza edulcorantes artificiales en una amplia gama de alimentos y bebidas, como alternativas a los azúcares añadidos, para aportar dulzor, sin aportar calorías, o con un mínimo aporte de estas.
El azúcar es una sustancia sólida, cristalina, de color blanco en estado puro. En realidad, su nombre es sacarosa, y es un disacárido, formado por moléculas de glucosa y fructosa.
Se obtiene de diversas plantas y se emplea como edulcorante en gastronomía. La mayor parte se obtiene de la caña de azúcar (73%), o de la remolacha (27 %). En algunos países, como Tailandia, se obtiene de coco. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar no supere el 10 % de las calorías diarias consumidas.
Los efectos nocivos, sobre varias enfermedades crónicas, del azúcar agregado, están bien establecidos: este probablemente sea el peor ingrediente de la dieta moderna. Es un aporte de calorías «vacías», sin vitaminas, minerales ni sales, esenciales para el cuerpo.
Actualmente se debate la seguridad de los aditivos alimentarios no nutritivos (edulcorantes), con hallazgos contradictorios con respecto a su papel en la etiología de diversas enfermedades. Dentro de las enfermedades, el cáncer es la principal que se puso sobre el tapete.
Varios estudios experimentales mostraron una probable asociación del consumo de ciertos endulzantes no nutritivos, con el desarrollo de distintos tipos de cáncer. Hasta el momento, carecemos de evidencia epidemiológica sólida, que valide esta asociación.
Un estudio francés
Un grupo de investigadores franceses analizó las asociaciones entre la ingesta de edulcorantes artificiales (total, de todas las fuentes dietéticas, y de las más consumidas: aspartamo, acesulfamo-K (potásico), y sucralosa, y el riesgo de padecer cáncer (en general, y por órgano específico). Incluyeron 102.865 adultos de la cohorte poblacional francesa NutriNet-Santé (2009-2021), con un tiempo medio de seguimiento de 7,8 años.
NutriNet-Santé: ¿qué es?
Es un gran estudio epidemiológico, que busca relacionar la nutrición, con la salud, que lleva adelante la Universidad de París. Se inició en 2009, y continúa el seguimiento de los participantes: más de 171.000, con muestras de sangre y orina que se le tomaron a 20 mil de estos. Cada 6-12 meses completan encuestas de salud, y nutricionales, online. Se registran los eventos de salud importantes: enfermedades cardiovasculares, cáncer y muerte.
Las ingestas dietéticas y el consumo de edulcorantes se obtuvieron mediante registros dietéticos repetidos de 24 horas, que incluyeron las marcas de los productos industriales.
Las asociaciones entre los edulcorantes y la incidencia de cáncer se evaluó mediante el uso de modelos de riesgos proporcionales de Cox, ajustados por edad, sexo, educación, actividad física, tabaquismo, índice de masa corporal, altura, aumento de peso durante el seguimiento, diabetes, antecedentes familiares de cáncer, número de registros dietéticos de 24 horas, e ingestas de referencia de energía, alcohol, sodio, ácidos grasos saturados, fibra, azúcar, frutas y verduras, alimentos integrales y productos lácteos.
Los resultados: ¿qué encontraron los galos?
Incluyeron a casi 103 mil adultos. El 78 % eran mujeres. El promedio de edad fue de 42.2 años (+/- 14.5). Los participantes se dividieron en 3 grupos:
- Los que no consumían edulcorantes.
- Los que tenían un bajo consumo de edulcorantes.
- Los que tenían un alto consumo de edulcorantes.
El 39.9 % consumía edulcorantes. De este grupo, el 58% consumían aspartamo, el 29% acesulfamo-K, y el 10 %, sucralosa. Solo un 7% consumía los 3. Entre los que consumían edulcorantes, lo hacían principalmente mediante gaseosas (53%), «sobre la mesa» (29%), y en yogures o queso cottagge (8%). La mayor parte consumió dentro de los niveles aprobados. En general, los que consumían edulcorantes eran mujeres, jóvenes, con un mejor nivel educativo, menor grado de actividad física, y con mayor incidencia de diabetes mellitus tipo 2.
En comparación con los no consumidores, los mayores consumidores de edulcorantes artificiales totales (es decir, por encima de la exposición media en los consumidores) tenían un mayor riesgo de cáncer en general. Se registraron 3358 casos de cáncer:
- 982 de mama
- 483 de próstata
La edad promedio de estos fue de 59.2 años (+/- 12 años). El cociente de riesgos (HR, Hazard Ratio), entre los no consumidores y lo que consumían, fue de 1,13. Esto quiere decir, que los que más consumieron edulcorantes, comparados con los que menos, tuvieron un riesgo 13% mayor de tener un cáncer. En particular, el aspartamo, tuvo un HR = 1.15 (15 % más riesgo), y el acesulfamo-K, con un HR de 1.13 (13% más riesgo). Un dato no menor, esta asociación de edulcorantes no nutritivos es la que se encuentra en la bebida gaseosa más tomada del mundo: la Coca Cola (3).
– También se observaron mayores riesgos para el cáncer de mama: un total de 979 casos, con un HR de 1,22 (22% más riesgo), para el aspartamo.
– También aumentó el riesgo de los cánceres relacionados con la obesidad: en 2023 casos, el HR fue de 1,13 (13% más riesgo) para los edulcorantes artificiales totales, y de 1,15 para el aspartamo (15% más riesgo).
Entre las limitaciones de este estudio, se incluye el sesgo de selección potencial (es decir, que la población no sea representativa de la población general francesa). Además, este es un estudio observacional, no un ensayo clínico controlado con placebo, y los datos fueron autoinformados.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
En este gran estudio de cohortes, los edulcorantes artificiales (especialmente el aspartamo y el acesulfamo-K), que se usan en muchas marcas de alimentos y bebidas en todo el mundo, se asociaron con un mayor riesgo de cáncer. Estos hallazgos brindan información importante y novedosa para la reevaluación en curso de los edulcorantes aditivos alimentarios, para las autoridades europeas de seguridad alimentaria, y para otras agencias de salud a nivel mundial.
Esto no quiere decir que haya una relación causal entre el consumo de edulcorantes y el cáncer: se deben hacer más estudios para aclarar esto.
