Diez razones científicas en apoyo de la transmisión aérea del SARS CoV 2

por | 13, May, 2021 | Covid 19

5 minutos de lectura

La transmisión del SARS-CoV-2 parecería ser predominantemente por aerosoles, dejando un lugar menos importante a las superficies inanimadas (fómites) y a las gotas respiratorias. Se publicó el 16 de abril en The Lancet Diez razones científicas en apoyo de la transmisión aérea del SARS-CoV-2, un Comentario a cargo de investigadores británicos, norteamericanos y canadienses. Revisan aquí la evidencia disponible que apoya a la transmisión aérea como la vía predominante de diseminación del SARS-CoV-2.

La OMS, desde los comienzos de la pandemia, no reconoció la transmisión por aerosoles como una vía importante. Siempre hizo hincapié en la transmisión por gotas respiratorias, emitidas por la persona infectada, de menos de 5 micrómetros, y que caían a menos de 6 pies (1.89 metros) del emisor, para diferenciarlas de las gotas pequeñas o aerosoles, que llegaban más allá de esa distancia de seguridad, y podía permanecer suspendidas en el aire más tiempo (1).

También se le dio mucha importancia la transmisión por superficies o fómites, reforzado a partir de numerosas publicaciones que marcaban la estabilidad del SARS-CoV-2 en distintas superficies, por distintos tiempos. En septiembre del 2020, en una comunicación por redes, afirman que era una vía importante de transmisión, y después borran el comentario. Esto llevó a un grupo de expertos de varios países a publicar una carta abierta en la que pedían que se reconozca a la transmisión aérea como una vía importante de contagio (2).

Con el tiempo se fue acumulando evidencia, y en marzo de este año, una revisión encargada por la misma OMS, en preimpresión, afirmó que la falta de muestras de virus cultivable en el aire, evita que se saquen conclusiones firmes sobre la transmisión aérea. La transmisión aérea es difícil de demostrar directamente. Ejemplos clásicos son el sarampión y la tuberculosis.

Que la forma principal de diseminación de un virus sea por aire, implica la necesidad de desviar los esfuerzos de salud pública dedicados a la limpieza de superficies y las prevenciones de contagio por gota, hacia la ventilación de los edificios, filtrado de aire, eficiencia y sellado de las máscaras, incluso en interiores, reducir el hacinamiento, así como limitar la permanencia en lugares cerrados. Cobra acá importancia el diferenciar los espacios interiores y exteriores.

Enumeran aquí 10 motivos del por qué la transmisión aérea puede ser la principal vía de diseminación.

1) Los eventos de superpropagación podría ser los impulsores de la pandemia. Surgen aquí ejemplos de contagios que no pueden justificarse por fómites o por gotitas.

2) Existen ejemplo de contagio entre habitaciones contiguas, siendo el aire le único punto de conexión.

3) La transmisión asintomática o presintomática representa hasta el 59% de los contagios. Al hablar se producen miles de gotas pequeñas o aerosoles, en lugar de gotas gruesas, que apoyan esta vía.

4) La transmisión es mayor en espacios interiores.

5) Ha habido transmisiones en instituciones de salud en las que los protocolos de gota respiratoria fueron estrictos.

6) Se ha detectado en condiciones experimentales virus viable hasta por 3 horas.

7) Se identificó SARS-CoV-2 en filtros de aire y ductos de hospitales.

8) Se han infectado animales en jaulas distintas, solo conectadas por un conducto de aire.

9) No hay estudios sólidos que permitan refutar esta vía.

10) La evidencia para apoyar las otras vías de transmisión, como gota respiratoria y superficies, es limitada.

En conclusión, deberíamos considerar esta vía como relevante, priorizando así la adecuada ventilación de ambientes, evitando el hacinamiento, bajando la permanencia en lugares cerrados con barbijo, además de tener en cuenta el filtrado el aire, así como medir su calidad (3).

(1) ¿Dos metros o uno: cuál es la evidencia del distanciamiento físico en el Covid-19?, SAPUE, 22 de marzo, 2021.
(2) Covid-19: se subestima la transmisión aérea, advierten los expertos Owen Dyer, BMJ, 7 de julio, 2020.
(3) Los desafíos de crear interiores seguros, SAPUE, 13 de abril, 2021.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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