Día mundial del preservativo: breve repaso de la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

por | 13, Feb, 2024 | Sexología

10 minutos de lectura

En el día mundial del preservativo, revisamos las páginas de la OMS con todo lo que tenemos que saber de esta importante medida de prevención (1).

PUNTOS CLAVE

  • El 13 de febrero, un día antes del Día de los Enamorados, se celebra en el mundo el Día Mundial del Preservativo.

  • Las primeras reseñas de un preservativo o condón datan del año 3000 A.C., de la antigua Creta. No solo nombran acá el preservativo masculino, sino también el femenino.

  • El uso de preservativos fue decisivo para combatir la pandemia mundial de sida: las simulaciones de modelos indican que la mayor utilización del preservativo registrada a partir de 1990 evitó unos 117 millones de nuevas infecciones por el VIH.

  • En el año 2020, hubo 374 millones de casos nuevos de infecciones de transmisión sexual en todo el mundo, en adultos de 15 y los 49 años de edad. La mayoría de esos casos podían haberse evitado mediante el uso correcto del preservativo.

  • El uso correcto y sistemático del preservativo por parte de los hombres evita el 98% de los embarazos no deseados. Cuando se usan preservativos femeninos, ese porcentaje es del 95%.

  • El preservativo, usado bien y siempre, previene muy eficazmente (98%) distintas infecciones de transmisión sexual, como el VIH, la Hepatitis B y C, la sífilis, la gonorrea, y la clamidiasis, así como la transmisión del virus del papiloma humano (HPV) y del virus del Herpes Simplex 1 y 2. Usado incorrectamente, su eficacia ronda el 87%.

  • Según estudios realizados en febrero de 2022 por la OMS, las intervenciones que utilizan un lenguaje positivo en materia sexual, incluso para referirse al placer sexual, contribuyen a aumentar el uso del preservativo.

  • Las desigualdades de género, especialmente en las relaciones íntimas, son un obstáculo importante para el uso del preservativo y deben abordarse.

Breve historia del preservativo (2)

La primera mención a un condón o preservativo se remonta al año 3000 antes de Cristo. Según una leyenda, Minos, rey de Creta, usaba una pieza hecha con vejiga de cabra para proteger a sus parejas de contraer enfermedades sexuales (este sería así, el primer preservativo masculino).

Otros cuentan que su esposa, Pasifae, se insertó la vejiga del animal en la vagina (y así surge la primera mención de un preservativo femenino).

Este es el relato más antiguo sobre un método de prevención sexual.

Los antiguos egipcios también tenían su método: encontraron un condón en la tumba de Tutankamón que contenía muestras del ADN del faraón. Estaba hecho de lino fino, empapado en aceite de oliva y había sido atado a una cuerda, para que colgara de su cintura. Esto fue en el año 1350 antes de Cristo. Cada clase social tenía un color asignado, según expertos.

En la Antigua Roma fabricaban preservativos de lino, pero también de intestinos, vejigas de ovejas y cabras para frenar la propagación de enfermedades como la sífilis.

«Condón»: ¿por qué este nombre?

El origen del término «condón» trató de ser explicado por distintas teorías:

  • El término podría venir de la palabra latina «condus», un receptáculo o vasija, o la palabra persa «kemdu», un largo trozo de intestino animal utilizado para el almacenamiento.
  • La teoría más probable es que el nombre proceda de un médico de la corte del rey Carlos II de Inglaterra, que gobernó en el siglo XVII. Este rey quería evitar tener hijos ilegítimos (ya que había tenido varios hasta ese momento). El Doctor Condom, por encargo, investigó al respecto, y se le ocurrió hacer una vaina de intestino de cordero, y le aconsejó al rey usarla durante las relaciones sexuales.

El preservativo «moderno»

La versión moderna del preservativo es del estadounidense Charles Goodyear. A mediados del siglo XIX calentaba el caucho natural con azufre para formar un material más maleable, duradero y elástico.

En 1860, los condones se producían a gran escala. Eran caros, y los hombres los limpiaban y los reutilizaban.

El látex (un producto derivado del árbol del caucho) en la década de 1920, revolucionó la industria de los preservativos.

Los preservativos de látex actuales pueden estirarse hasta 8 veces su tamaño original sin romperse.

Preservativos: los datos de la OMS (2)

Los preservativos, cuando son usados correcta y sistemáticamente (es decir, bien y siempre), son seguros y eficaces a la hora de prevenir infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el VIH, y los embarazos no deseados.

Su protección contra las enfermedades de transmisión sexual, usados correctamente ronda el 98% (e incorrectamente, el 87%) (3).

Los preservativos son seguros, baratos y se encuentran ampliamente disponibles. En Argentina, además, por ley, su provisión es gratuita y libre en centros de salud públicos.

Existen distintos tipos de preservativos:

  • Externos (masculinos)

Éstos son los más usados, se trata de una funda o recubrimiento delgado que se coloca sobre el pene cuando está erecto antes de la penetración.

  • Internos (femeninos)

    Estos son una funda o recubrimiento delgado que se coloca y ajusta, sin ejercer presión en el interior de la vagina antes de la penetración.

Además, existen láminas de látex que se usan cuando la mujer recibe sexo oral.

Lubricantes

Cuando se utilizan preservativos, el uso de lubricantes personales reduce la probabilidad de que el preservativo se rompa, resbale o se deslice y se salga de su lugar, lo que aumenta la protección frente a los embarazos imprevistos y la mayoría de las infecciones de transmisión sexual.

Se recomienda utilizar un lubricante a base de agua o silicona.

Estos permiten que las relaciones sexuales con preservativo sean más satisfactorias y de mejor calidad, tanto en el caso del sexo vaginal, como el del anal (principalmente, ya que el ano no tiene lubricación natural, como la vagina).

Los lubricantes también son útiles para las personas que sufren sequedad vaginal (por ejemplo, en algunas mujeres durante la menopausia).

En general, el uso de lubricantes se acompaña de una reducción del dolor y de las molestias sexuales, y de una mejora de la satisfacción sexual femenina.

«Lubricantes» prohibidos…

No se debe usar lubricantes, como el aceite de cocina, la manteca o la crema de manos: pueden hacer que el preservativo se rompa. También, pueden afectar su permeabilidad.

Tampoco se debe usar vaselina (3).

Combinaciones peligrosas (4)…

  • Nunca se deben usar 2 preservativos masculinos juntos (hay un mayor riesgo de rotura).
  • Nunca se deben usar un preservativo masculino y uno femenino a la vez (por una razón similar que la anterior).

El preservativo: su eficacia

La eficacia de los preservativos depende de que se utilicen correctamente.

Los preservativos reducen considerablemente el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, cuando se utilizan de forma sistemática y correcta, durante las relaciones sexuales, ya sean por vía vaginal, oral o anal.

Protegen contra las infecciones de transmisión sexual que se propagan por medio de las secreciones (como el VIH, la gonorrea y la clamidia), así como contra las infecciones de transmisión sexual que se propagan por contacto con la piel, como la sífilis, el herpes genital y el papilomavirus humano (VPH), siempre que el agente que causa la lesión entre en contacto con la zona cubierta por el preservativo.

Usado correctamente y siempre, el 98% de las mujeres cuyas parejas masculinas usa preservativo, van a estar protegidas frente a los embarazos no deseados.

Cuando se utilizan preservativos femeninos, esa protección es del 95%.

El impacto mundial del preservativo

El uso del preservativo fue crucial para reducir la transmisión del VIH a nivel mundial. En un estudio de modelado en el que se examinaron los efectos del uso del preservativo en la epidemia de sida en 77 países donde la carga de la enfermedad era elevada, se observó qué la mayor utilización del preservativo desde 1990 evitó unos 117 millones de nuevas infecciones por el VIH, en particular en países de bajos y medianos ingresos (casi la mitad fueron en África subsahariana).

Además, se estima que cada año se evitan más de 300 millones de embarazos imprevistos mediante el uso de anticonceptivos, entre ellos el preservativo.

¿Cuánto lo usamos en Argentina? (5).

Una encuesta llevada adelante por sede Argentina de la Aids Healthcare Foundation (AHF), una organización global sin fines de lucro que ayuda a 1.650,000 personas en más de 45 países, que incluyó a casi 7000 adolescentes y jóvenes de nuestro país, encontró que de esta población, solo el 17% usaba el preservativo siempre.

Entre los adolescentes, solo el 5% usaba «siempre» el preservativo.

Al analizar una población adulta, encontramos que solo el 14.5% lo usa siempre, el 65% a veces, y el 20.5%, nunca (6).

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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