Un estudio publicado recientemente en la revista Nature Aging encontró el número ideal de horas que deberían dormir los adultos de edad media y mayores. Lo analizamos en InfoMed.
PUNTOS CLAVE
- A partir del UK Biobank, una gran base de datos de más de 500 mil Individuos del Reino Unido, evaluaron pruebas cognitivas, cuestionarios de salud mental, resonancias de cerebro y datos genéticos, para medir el impacto de las horas de sueño diarias sobre la cognición y la salud mental.
- Dormir un promedio de 7 horas de sueño diarias se relaciona con una mejor salud mental, menos incidencia de trastornos psiquiátricos y una menor declinación de la cognición.
- Dormir muy poco, así como dormir mucho, se asocia con resultados opuestos.
- La relación entre las horas de sueño diarias y la salud mental y cognición no es lineal, sino que tiene una curva en forma de «U».
- Los mayores beneficios se ven cuando estás 7 horas de sueño diarias se incorporan a partir de los 40 años, aunque nunca es tarde para dormir una cantidad adecuada de horas. En los adultos mayores también se vieron beneficios al dormir un promedio de 7 horas.
- En la práctica diaria, este estudio puede servir para aconsejar a los pacientes adultos sobre las horas ideales de sueño y sus beneficios.
El 28 de abril se publicó en Nature Aging La estructura del cerebro y los mecanismos genéticos relacionados con la asociación no lineal entre la duración del sueño, la cognición y la salud mental (1,2), a cargo de investigadores chinos y británicos. Los trastornos del sueño son comunes en las personas mayores.
Dormir es importante para la salud física y mental. Tiene además una función neuroprotectiva, al eliminar «productos de desecho» del cerebro.
Durante el sueño se consolidan las memorias y se procesan las emociones. Mejora la salud de quién lo práctica, y de su entorno, ya que tiene gran influencia en el estado de ánimo, y en el humor.
Sabemos que la duración del sueño, los trastornos psiquiátricos y las demencias están interconectados en los adultos mayores.
Estudios previos han mostrado la asociación entre dormir mucho (10 o más horas diarias) o dormir muy poco (4-5 horas diarias) con un mayor riesgo de sufrir deterioro cognitivo. Dormir menos de 4-5 horas diarias también se asoció con un aumento en la mortalidad.
La cantidad ideal de horas de sueño diarias, que se deberían dormir para para preservar la salud mental, aún no se sabe, y los mecanismos y los cambios en la estructura cerebral subyacente, no son tan claros.
El estudio
Revisaron los registros del UK Biobank, una base de datos nacional, que incluye información de individuos del Reino Unido, con evaluaciones cognitivas, cuestionarios de salud mental, imágenes cerebrales e información genética.
Cuenta además con datos sobre el estilo de vida, la nutrición, y variables básicas como el peso corporal, la presión arterial, la densidad mineral ósea, la capacidad vital pulmonar, etcétera. Comenzó a juntar información en el 2006. Tiene más de 500 mil voluntarios, adultos de edad media y mayores al enrolarse. El plan es seguirlos durante 30 años (3).
La población de estudio fueron 498.277 participantes, de 38 a 73 años, que completaron cuestionarios acerca de la duración del sueño entre el 2006 y el 2010. La edad promedio fue 56.5 años, 54% eran mujeres, y la duración media del sueño fue del 7.15 horas diarias.
Se revisaron datos de imágenes del cerebro (resonancia magnética nuclear) de 39.692 participantes en el 2014, para examinar la relación entre la duración del sueño y la estructura cerebral, y a partir de datos genéticos, entre la duración del sueño y el riesgo genético.
A esto se agregó información de 156.884 participantes que completaron cuestionarios online de seguimiento de salud mental en los años 2016-2017, para ver el impacto en el tiempo de las horas de sueño sobre la salud mental.
Los resultados
Participaron 498.277 participantes, con una edad promedio de 56.5 años, mayoría mujeres. Durmieron en promedio de 7.16 horas diarias. De 39.652 se obtuvieron imágenes cerebrales y datos genéticos, y de 156.884 resultados de cuestionarios online sobre la salud mental.
Tanto el exceso de sueño, como dormir pocas horas, se asociaron un una disminución del rendimiento cognitivo (curva con forma de «U»). Las pruebas cognitivas específicas de matcheo, de memoria prospectiva y de tiempo de reacción se vieron afectada en forma significativa por dormir muy poco o mucho. Esto marca una relación no lineal entre las horas de sueño y los resultados negativos.
Lo mismo pasó con la salud mental, dónde también se vio una curva con forma de «U». Los síntomas de ansiedad, depresión, angustia, manía, conductas autolesivas, y sensación de falta de bienestar fueron más frecuentes en los que dormían muy poco, o mucho.
Dormir alrededor de 7 horas por noche se asoció con los mejores resultados en la pruebas cognitivas y de salud mental. Este el el número óptimo de horas de sueño por día en adultos de mediana edad y mayores.
Al examinar las imágenes de cerebro, los mayores cambios en el volumen se vieron en las regiones involucradas en los procesos cognitivos y en la memoria: corteza precentral, giro frontal superior, corteza órbito-frontal lateral, pars orbitalis, polo frontal, y corteza temporal media.
Midieron acá el volumen y el grosor de la sustancia gris, siendo el adelgazamiento o disminución del volumen un marcador de deterioro o involución. También se vio acá una relación no lineal, en forma de «U», con las horas de sueño diarias.
La mayor asociación entre el volumen cortical y las horas de sueño se vio en aquellos de 44-59 años, y cayó gradualmente con la edad.
La asociación entre la duración del sueño y la función cognitiva disminuyó a partir de los 65 años, en comparación con la población de 40, lo que sugiere que un número óptimo de horas de sueño tiene más beneficios cuando más joven. Respecto a las hora de sueño y la salud mental, no se vio la misma relación (acá si se mantuvo una fuerte asociación).
Conclusiones
Dormir un promedio de 7 horas de sueño diarias se relaciona con una mejor salud mental, menos incidencia de trastornos psiquiátricos y una menor declinación de la cognición. Dormir muy poco, así como dormir mucho, se asocia con resultados opuestos.
Los mayores beneficios se ven cuando éstas 7 horas de sueño diarias se incorporan a partir de los 40 años, aunque nunca es tarde para dormir una cantidad adecuada de horas. En los adultos mayores también se vieron beneficios al dormir un promedio de 7 horas.
En la práctica diaria, este estudio puede servir para aconsejar a los pacientes adultos sobre las horas ideales de sueño y sus beneficios.
Es importante también, además de tratar de tener una meta de 7 horas de sueño por día, ver la calidad de este. En este estudio, como una de las limitaciones, no se evaluó la calidad o «higiene» del sueño.