Se publicó en The Lancet el 9 de agosto un gran estudio de vigilancia, con datos desde diciembre del 2020, hasta enero del 2022 (1), en la población de Estados Unidos, con autoría del Covid-19 Response Team, y auspicio del CDC. Revisamos los puntos destacados en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
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Por medio del análisis de datos mediante «texto libre» en una aplicación del CDC de los Estados Unidos, un grupo de investigadores evaluó los cambios menstruales y sangrados vaginales anormales en las mujeres de los Estados Unidos que respondieron en la aplicación, durante 2 años desde el inicio de la vacunación Covid-19. Los resultados fueron publicados en The Lancet el 9 de agosto.
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Más de 65 mil personas respondieron en la aplicación. La edad media fue 37 años. El 1% de las mujeres que participaron reportaron acerca del tema.
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Los problemas más citados fueron:
– Alteraciones del ciclo menstrual, 83.6%
– Aumento de la severidad de los síntomas menstruales, 67%
– Sangrado en la menopausia, 4%
– Reaparición del sangrado menstrual, 2.8% -
Las mujeres que más consultaron al médico por estos síntomas fueron aquellas que reportaron sangrados vaginales en la menopausia.
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Los trastornos menstruales y los sangrados vaginales luego de la aplicación de vacunas Covid-19 parecen ser frecuentes. Faltan más estudios para determinar si estos son debido a algún mecanismo relacionado con las vacunas.
Numerosos reportes dieron aviso acerca de alteraciones menstruales luego de la aplicación de vacunas Covid-19 (2). Con auspicio del CDC de los Estados Unidos, Karen K. Wong y colegas, llevaron adelante un estudio de cohorte observacional con mujeres de 18 o más que reportaron sus experiencias de vida en una aplicación para teléfonos inteligentes, V-Safe (3).
Estos eventos adversos no fueron descriptos, ni solicitados, en los ensayos originales de las vacunas.
Esta es parte de un sistema de vigilancia activa de efectos adversos de las vacunas aplicadas en los Estados Unidos. Tiene la característica de que el reporte se completa textualmente sin restricción alguna.
El estudio
Analizaron información desde diciembre del 2020, hasta enero del 2022, períodos en que se aplicaron Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson. Extrajeron la información relacionada con la menstruación y el sangrado vaginal.
Estas respuestas luego se categorizaron según el momento, la severidad del sangrado, así como si se dieron en personas peri-menopáusicas, post-menopáusicas, o con la reanudación de la menstruación, por medio de sistemas de inteligencia artificial.
Se evaluó la asociación entre los síntomas, las personas que los padecieron, y el tipo y días desde la aplicación de las vacunas Covid-19. También se tuvieron en cuenta otros eventos adversos reportados, tanto locales, como sistémicos, así como si buscaron asistencia médica o no.
Los resultados: ¿Qué encontraron?
65.815 de las personas que respondieron en la aplicación reportaron trastornos menstruales o sangrado vaginal, incluidas 62.6790 mujeres (1% de las 5.975.363 mujeres de 18 o más años que respondieron en la aplicación).
La edad media fue de 37 años (18-94 años). El 51.9% recibió Pfizer-BioNTech y el 41.9% Moderna.
Los problemas más citados fueron:
- Alteraciones en el ciclo menstrual, en el 83.6% de las que respondieron.
- Aumento en la severidad de los síntomas menstruales, en 67% de las que respondieron.
Otros temas fueron:
- Sangrados en la menopausia, en el 4% de las que respondieron.
- Reaparición del sangrado menstrual, en el 2.8% de las que respondieron.
Las personas que reportaron sangrado en la menopausia fueron las que buscaron ayuda médica con más frecuencia, en relación a otras personas que reportaron otros trastornos menstruales o sangrado vaginal.
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?
El reporte de trastornos menstruales en la aplicación para la vigilancia de síntomas post-vacunación Covid-19, V-safe, es frecuente. Aunque este estudio no es capaz de caracterizar la relación entre los síntomas, y la vacunación, estos parecen heterogéneos, y bastante comunes.
Estos reportes se dieron en el 1% de las mujeres vacunadas que respondieron en la aplicación.
Entre las limitaciones del estudio, tenemos en primer lugar, que se basó en el uso de una aplicación, lo que puede dejar afuera datos de la población más añosa, por no usar la tecnología, así como de la más pobre, por no tener acceso a ella.
Además, al depender del autoreporte, se puede haber subestimado el número real de mujeres que sufrieron cambios en relación a la menstruación en la población vacunada. Otra limitación es que no se comparó la incidencia de los efectos adversos reportados con los datos de población general.