«El deporte tiene el poder de cambiar al mundo. Tiene el poder de inspirar. Tiene el poder de unir a la gente de un modo que poco más lo hace.»
Nelson Mandela
Covid-19 y deportistas: cuándo es seguro volver al juego y qué evaluación necesitan
Se publicó el 27 de julio de este año en Circulation, la revista de la American Heart Association, Afectación cardíaca en deportistas en recuperación del Covid-19, una excelente Editorial que acerca tranquilidad a los médicos, y a los pacientes que se recuperan del Covid-19, tras analizar las principales publicaciones acerca del compromiso cardíaco en los pacientes convalecientes de Covid-19, haciendo foco en los deportistas.
La mayor preocupación y «fantasma» sobre la relación entre el Covid-19 y el corazón es la de la miocarditis/miopericarditis viral, con el riesgo que acarrea de deterioro de la función ventricular, de arritmias ventriculares malignas y de muerte súbita. Eso sí se caracterizó en pacientes internados con Covid-19 grave. Los datos en pacientes leves, moderados o asintomáticos, no son tan claros.
Esto llevó a la suspensión de eventos deportivos, no solo por el riesgo de contagio para los deportistas, colaboradores y espectadores, incapaces también de protegerse con equipos de protección personal.
Los primeros reportes observacionales describieron afectación cardíaca en hasta el 78% de los pacientes infectados, medidos por elevación de troponinas, hasta imágenes en RMN compatibles con compromiso miocárdico. Se sumaron estudios pequeños, con poblaciones heterogéneas, y medición de resultados variables.
En series de deportistas, hasta el 40% tuvo afectación cardíaca. En otro estudio, 4 atletas de 26 (15%) tenían hallazgos en la RMN sugestivos de gadolinio, y 8 atletas signos sugestivos de una cicatriz miocárdica. Ningún atleta tenía elevación de troponinas, y los valores eran iguales en los que tenían sospecha de miocarditis, y los que no. Todos los atletas tenían baja probabilidad pretest de tener una miocarditis.
La evidencia reciente sugiere que la verdadera miocarditis por Covid-19 puede ser poco común, presente en menos del 5% de los pacientes sometidos a autopsia o a anatomía patológica de biopsia endomiocárdica (es decir, en pacientes con sospecha clínica cierta, fallecidos o con un cuadro que justificó una biopsia).
Estudios posteriores en deportistas informaron tasas de afectación miocárdica del 0.6 al 3%. Revisan aquí la novedad, una publicación del mismo número de Circulation, de Moulson y colegas.
Realizaron un estudio prospectivo, multicéntrico, observacional de una cohorte de 19.378 atletas jóvenes testeados para Covid-19, de 42 colegios y universidades. El objetivo fue determinar la prevalencia y las implicaciones clínicas del Covid-19 en esta población.
Los criterios de afectación miocárdica se especificaron sobre la base de los criterios de imagen de Lake Louise actualizados, que se desarrollaron inicialmente para pacientes con una presentación clínica consistente con miocarditis. El promedio de edad, 20 años, con un 32% de mujeres.
De 19.378 atletas testeados, 3018 fueron positivos para SARS-CoV-2, y se sometieron a una evaluación cardiovascular. Un total de 2820 se sometieron al menor a a 1 elemento de la triada diagnóstic cardíaca de ECG de 12 derivaciones, troponina, ecocardiograma transtorácico), seguido de una resonancia magnética cardíaca si estaba indicado.
En contraste, se realizó resonancia magnética cardíaca como screening primario (es decir, sin criterio de selección por una prueba alterada o síntomas) a 198 atletas (este vendría a ser como un grupo control).
Del grupo principal, se encontraron hallazgos anormales sugestivos de compromiso cardíaco:
– Por ECG, 21 (0.7%) de 2999 atletas.
– Por troponinas, 24 (0.9%) de 2719 atletas.
– Por ecocardiograma transtorácico, 24 (0.9%) de 2556 atletas.
De los atletas que se sometieron a RMN cardíaca, se encontró compromiso cardíaco definitivo, probable o posible por SARS-CoV-2 en 21 (0.7%) de 3018 atletas, incluyendo 15 de 2820 (0.5%) que tuvieron indicación clínica de la RMN y 6 de 198 (3%) que se hizo la RMN directamente (como screening primario).
De acuerdo a esto, el rendimiento diagnóstico de la RMN cardíaca fue 4.2 veces mayor en aquellos atletas con indicación clínica de realizarla (15 de 119 pacientes, 12.5%), versus su uso como screening primario (6 de 198 pacientes, 3%).
Luego de realizar ajustes por edad, sexo, los predictores de compromiso cardíaco por SARS-CoV-2 incluyeron síntomas cardiopulmonares + al menos 1 de los elementos de la tríada diagnóstica cardíaca alterados (es decir, como predictor de compromiso cardíaco por SARS-CoV-2, al menos un síntoma cardíaco o respiratorio, ECG, troponina o ecocardiograma alterado).
En el seguimiento de 113 días en promedio, 5 (0.2%) atletas requirieron hospitalización por complicaciones no cardíacas, y hubo 1 caso de muerte súbita (0.03%) que se lo considero no relacionado con la infección por SARS-CoV-2.
Este ensayo demuestra que el SARS-CoV-2, en atletas competitivos está asociado con una prevalencia muy baja de compromiso cardíaco y de eventos clínicos en este corto tiempo de seguimiento (casi 3 meses): 0.5 a 3% de los atletas jóvenes que se someten a pruebas para volver al juego. No sé observaron eventos adversos cardíacos relacionados a la infección por SARS-CoV-2 en más de 3000 atletas colegiados seguidos por casi 4 meses.
Estos hallazgos sugieren que los atletas asintomáticos o levemente sintomáticos que se han recuperado completamente de la infección por SARS-CoV-2, pueden retornar a la práctica deportiva sin realizarse pruebas cardíacas.
Una evaluación cardíaca que incluya un ECG de 12 derivaciones, troponina y ecocardiograma transtorácico debe considerarse en atletas con síntomas cardíacos o pulmonares moderados durante la enfermedad aguda y al volver al ejercicio (dolor torácico, palpitaciones, síncope, pre-síncope, disnea, astenia marcada).
La resonancia magnética cardíaca con gadolinio es más útil en los pacientes con alto pretest de compromiso cardíaco por SARS-CoV-2, es decir, aquellos con síntomas cardiopulmonares o con una prueba alterada de la tríada diagnóstica. El significado de una resonancia magnética cardíaca alterada en ausencia de síntomas, sigue siendo desconocido y requiere de más investigaciones.