La dieta mediterránea, y en particular, el consumo de aceite de oliva, tiene probados efectos protectores sobre la salud cardiovascular. Ahora un grupo de investigadores analizó, en una gran población de Estados Unidos, la relación entre un consumo elevado de aceite de oliva y el riesgo de morir con relación a una demencia. Los resultados se publicaron en JAMA (1). Los resumimos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
- La dieta mediterránea, y en particular, el consumo de aceite de oliva, tiene probados beneficios sobre la salud cardiovascular. La mayoría de estos estudios se hicieron en poblaciones de la región mediterránea, por lo cual, no hay tantos datos con población de Estados Unidos.
- Un grupo de investigadores analizó los efectos de consumir aceite de oliva, en el riesgo de morir por una causa relacionada con una demencia. Los resultados fueron publicados en JAMA.
- En un estudio de cohorte prospectivo con 92.383 adultos, observados durante 28 años, el consumo de más de 7 gramos/día de aceite de oliva se asoció con un riesgo 28% menor de tener una muerte relacionada con una demencia, en comparación con la población que nunca, o rara vez, consumió de aceite de oliva, independientemente de la calidad de la dieta.
- Estos resultados sugieren que la ingesta de aceite de oliva representa una estrategia potencial para reducir el riesgo de mortalidad por demencia.
Demencia: cada vez más frecuente
Hasta 1/3 de los adultos mayores mueren con la enfermedad de Alzheimer, u otra forma de demencia.
Si bien las muertes por enfermedades como los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardíacas disminuyeron en los últimos 20 años, la mortalidad por demencia, está en aumento.
Las muertes por demencia son aquellas en las que la demencia figura como causa subyacente de muerte, o como causa contribuyente de muerte, en ausencia de una causa más probable.
Aceite de oliva por favor…
La dieta mediterránea ganó mucha popularidad y adeptos debido a sus reconocidos beneficios para la salud, en particular sobre los resultados cardiovasculares.
Distintas investigaciones sugieren que este patrón dietético también tiene un efecto beneficioso sobre la salud cognitiva.
Como parte de la dieta mediterránea, el aceite de oliva puede ejercer efectos antiinflamatorios y neuroprotectores, debido a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y otros compuestos con propiedades antioxidantes, como la vitamina E y los polifenoles.
– Un ensayo clínico, controlado y aleatorizado proporcionó evidencia de que una mayor ingesta de aceite de oliva, durante 6.5 años, combinada con una dieta mediterránea, protege del deterioro cognitivo, comparado con una dieta de control baja en grasas.
La mayoría de los estudios disponibles sobre el consumo de aceite de oliva y la cognición, se realizaron en países mediterráneos. No hay tantos datos al respecto en la población de Estados Unidos.
Recientemente, se demostró que, el consumo de aceite de oliva se asocia con un menor riesgo de morir de cualquier causa, así como de causas específicas, en un gran estudio de cohorte prospectivo en Estados Unidos, incluido un riesgo un 29% menor de morir por enfermedades neurodegenerativas, en los participantes que consumieron más de 7 gramos/día de aceite de oliva, comparados con los participantes que consumieron poco o nada de este aceite.
Este análisis no fue diseñado para examinar la asociación del aceite de oliva y la calidad de la dieta, con la mortalidad relacionada con la demencia y, por lo tanto, esto último sigue sin estar claro.
Un nuevo estudio en busca de respuestas
Para responder este último interrogante, un grupo de investigadores de Estados Unidos, China y Dinamarca examinó la asociación de la ingesta de aceite de oliva con el riesgo posterior de tener una muerte relacionada con la demencia.
Además, evaluaron la asociación de este último resultado con la calidad de la dieta, y con la sustitución de otras grasas. Para esto llevaron adelante un estudio de cohorte prospectivo.
Analizaron los datos del Estudio de Salud de enfermeras (NHS, por su sigla en inglés, 1990-2018) y del Estudio de seguimiento de Profesionales de la salud (HPFS, por su sigla en inglés, 1990-2018).
La población incluyó mujeres del NHS y hombres del HPFS, que NO padecían enfermedades cardiovasculares ni cáncer al inicio del estudio.
Los datos se analizaron desde mayo del 2022 hasta julio del 2023.
Analizaron la ingesta de aceite de oliva mediante un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos cada 4 años. En base a esta, clasificaron a los participantes como:
- Nunca consume, o lo hace menos de una vez al mes
- Consumo de 0 a 4.5 gramos/día
- Consumo de 4.5 a 7 gramos/día
- Consumo mayor a 7 gramos/día
La determinación de la calidad de la dieta se basó en el Índice de Alimentación Saludable Alternativa y la puntuación de la Dieta Mediterránea.
El principal resultado medido fue la muerte por demencia, que se determinó a partir de los registros de defunción.
Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?
En el análisis se incluyeron 92.383 participantes. 60.582 (65.6%) eran mujeres. La edad media fue de 56.4 años.
Durante 28 años de seguimiento, hubo 4.751 muertes relacionadas con la demencia.
Los individuos que eran homocigotos para el alelo de la apolipoproteína ε4 (APOE ε4) tenían entre 5 y 9 veces más probabilidades de morir con demencia.
APOE ε4
El alelo de la apolipoproteína E ε4 (APOE ε4) interfiere con el metabolismo de los lípidos y la glucosa, de modo que aumenta el riesgo de demencia. Es por esto que en este estudio se realizó la genotipificación APOE en un subconjunto de 27.296 participantes, gracias a muestras de sangre.
El consumo de al menos 7 g/día de aceite de oliva se asoció con un riesgo 28% menor de tener una muerte relacionada con la demencia (HR, Hazard Ratio o razón de probabilidades 0.72), en comparación con el grupo que nunca o rara vez consumió aceite de oliva.
Los resultados fueron consistentes después de un ajuste adicional relacionado con la APOE ε4.
En análisis modelado de sustitución en la dieta, se vio que reemplazar 5 gramos/día de margarina y mayonesa, con una cantidad equivalente de aceite de oliva se asoció con un 8-14% menos riesgo de morir por demencia.
Las sustituciones de otros aceites vegetales, o de la manteca, no fueron significativas.
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?
En adultos estadounidenses, una mayor ingesta de aceite de oliva se asoció con un menor riesgo de tener una muerte relacionada con la demencia, independientemente de la calidad de la dieta.
En efecto, tras analizar 92.383 adultos durante 28 años, el consumir más de 7 gramos/día de aceite de oliva se asoció con un riesgo 28% menor de tener una muerte relacionada con una demencia, en comparación con los participantes que nunca, o rara vez, consumieron aceite de oliva, independientemente de la calidad de la dieta.
Más allá de la salud del corazón, los hallazgos amplían las recomendaciones dietéticas actuales de elegir aceite de oliva y otros aceites vegetales, para tener una mejor salud cognitiva.
La ingesta de aceite de oliva representa una estrategia con potencial para reducir el riesgo de morir por una demencia.