Un grupo de investigadores realizó una revisión sistemática y metaanálisis de 45 ensayos clínicos controlados, donde estudiaron distintas medidas para mejorar el tiempo del sueño nocturno de niños y adolescentes. Lo revisamos en INFOMED (1).
PUNTOS CLAVE
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Una duración adecuada del sueño es necesaria para muchos aspectos de la salud, y para el desarrollo y bienestar infantil.
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La mayoría de los niños, hoy en día, duermen menos de lo que deberían.
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Un grupo de investigadores llevó adelante una revisión sistemática y metaanálisis en la que revisaron que medidas no farmacológicas pueden ser útiles para prolongar el tiempo de sueño diario en niños y adolescentes.
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Las medidas no farmacológicas, en general, solo prolongan hasta 10 minutos en promedio el descanso nocturno diario.
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Al analizarlas en forma individual, el recomendar a los niños ir a acostarse más temprano fue la que mostró un mayor efecto, con una ganancia de hasta 47 minutos por día de sueño, en niños sanos.
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El efecto de las recomendaciones fue mayor cuando estas fueron dadas a los niños «cara a cara», por sus padres o cuidadores, en lugar de otras formas, como por ejemplo en las escuelas.
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La recomendación de ir a acostarse más temprano podría incorporarse a los consejos que dan los pediatras a los niños y a los padres.
Se publicó el 12 de septiembre en JAMA «Intervenciones pediátricas no farmacológicas para alargar la duración del sueño en niños sanos: una revisión sistemática y metaanálisis», donde analizan cómo se puede mejorar el descanso nocturno de los niños.
Una duración adecuada del sueño es necesaria para muchos aspectos de la salud, y para el desarrollo y el bienestar infantil.
Hoy en día, la mayoría de los niños, duermen menos de lo que deberían. En efecto, solo 1 de cada 3 niños, duerme la cantidad de horas recomendadas para su edad:
- Infantes de 0 a 3 meses, 14 a 17 horas por día (incluyendo siestas). En esta edad, es una observación, no hay una recomendación formal.
- Infantes de 4-12 meses, 12 a 16 horas por día (incluyendo siestas).
- Niños pequeños (1-2 años), 11 a 14 horas por día (incluyendo siestas).
- Edad preescolar (3-5 años), 10 a 13 horas por día (incluyendo siestas).
- Edad escolar (6-12 años), 9 a 12 horas por día.
- Adolescentes, 8 a 10 horas por día.
Para mejorar esta condición, se pueden aplicar distintas medidas no farmacológicas.
¿Cómo podemos mejorar esta situación? Distintas intervenciones no farmacológicas podrían ser efectivas para alargar la duración del sueño en niños sanos.
El nuevo estudio
Para evaluar qué medidas podrían ser útiles, un grupo de investigadores llevó adelante una revisión sistemática y metaanálisis. Identificaron un total de 28.478 estudios. De estos se seleccionaron 45 ensayos clínicos controlados para el análisis final.
El principal resultado medido fue la duración del sueño, medido en minutos.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
Se incluyeron un total de 13.539 participantes infantiles, de 45 ensayos clínicos aleatorios:
- 6897 (50.9%) en el grupo de la intervención
- 6642 (49.1%) en el grupo de control
La edad media osciló entre los 18 meses y los 19 años.
Los resultados agrupados indican que las intervenciones sobre el sueño nocturno se asociaron con 10.5 minutos de prolongación de la duración del mismo.
Las intervenciones, que incluyeron ir antes a la cama, se asociaron con una extensión del tiempo de sueño nocturno de 47 minutos, en comparación con los estudios restantes (7,4 minutos en promedio).
Los ensayos de duración más corta (6 meses o menos), tuvieron efectos más grandes.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
Las intervenciones no farmacológicas para mejorar el sueño en niños sanos, en general, se asociaron con un pequeño aumento de la duración del sueño (en promedio, 10 minutos por noche).
Las intervenciones «cara a cara», es decir, aquellas en las que intervienen directamente los padres o cuidadores con los niños (versus aquellas dadas en la escuela o a grupos en general), tuvieron un mayor impacto.
Las intervenciones, que incluyeron horarios para ir a la cama más temprano, se asociaron con un incremento de 47 minutos de la duración del sueño por noche.
Esto significa que apoyar a los niños sanos para ir a la cama antes, puede aumentar la duración del sueño nocturno. Las intervenciones que alientan a que los niños se acuesten más temprano, deberían ser incluidas entre las recomendaciones de los pediatras.