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Covid-19: Mayor riesgo de niebla mental, depresión y uso de psicofármacos a 1 año de la enfermedad aguda

por | 22, Feb, 2022 | Post Covid

6 minutos de lectura

Un gran estudio científico, basado en veteranos del ejército de los Estados Unidos, mostró una importante incidencia de efectos persistentes del Covid-19 en la salud mental, a un año de la infección.

El impacto sobre la salud mental de la pandemia del Covid-19 es innegable, con muchos individuos que experimentaron algún tipo de manifestación de distrés mental, con afectación de la forma de pensar, comportarse o sentir.

En las personas que tuvieron Covid-19, el riesgo de padecer desórdenes de la salud mental es mucho mayor.

Se publicó el 16 de febrero en The BMJ (1), y fue comentado en Science (2), una investigación basada en una gran población del sistema de salud del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos, llevada adelante por Investigadores de la Universidad de Washington en Saint Louis, en Riesgo de resultados en la salud mental en personas con Covid-19: un estudio de cohorte.

Esta es la investigación más grande que evaluó la afectación sobre la salud mental, a un año de la infección por SARS-CoV-2. Hasta el momento teníamos datos a 6 meses de esta.

Este trabajo es similar al publicado recientemente en Nature Medicine (3), sobre resultados cardiovasculares a un año de la infección por Covid-19, en el que se comparó a más de 153 mil pacientes con Covid-19, versus 2 cohortes de control: casi 6 millones de individuos sin Covid-19, contemporáneos, y casi 6 millones de individuos, de antes de la pandemia del Covid-19.

Midieron el riesgo de presentar distintos diagnósticos relacionados con la salud mental, a los 12 meses de la infección.

Los 14 resultados pre-especificados basados en códigos del ICD-10 (International Classification of Disease, decima edición) incluyeron: desórdenes de ansiedad, desórdenes depresivos (incluída ideación suicida), desórdenes de estrés (incluído trastornos de estrés postraumático), desórdenes de uso de opiáceos, desórdenes de uso de sustancias (incluídas drogas aprobadas ilícitas, alcohol, sedativos e hipnóticos), declinación neurocognitiva (incluída niebla mental), y trastornos del sueño.

Aplicaron cocientes de riesgo o HR (Hazard Ratio), es decir, porcentajes de riesgo en relación los controles, y diferencias en el riesgo absoluto de presentar un evento cada 1.000 personas en 12 meses. Todos los resultados se balancearon por distintas variables.

El Covid-19, en los que sobrevivieron los primeros 30 días, se asoció con un riesgo aumentado al año de:

  • Trastorno de ansiedad, 35% más frecuente.
  • Depresión, 39% más frecuente.
  • Estrés, 38% más frecuente.
  • Uso de antidepresivos, 55% más frecuente.
  • Uso de benzodiacepinas, 65% más frecuente.
  • Prescripción y desorden en el uso de opiáceos, 76 y 34% más frecuentes, respectivamente.
  • Niebla mental o declinación neurocognitiva, 80% más frecuente.
  • Trastornos del sueño, 41% más frecuentes.

El riesgo de padecer cualquier trastorno mental o una prescripción en relación estuvo aumentado en un 60%.

El riesgo de tener cualquier diagnóstico de un incidente de la salud mental estuvo aumentado incluso en los individuos que no requirieron una admisión hospitalaria por el Covid-19 (es decir, pacientes leves que no requirieron hospitalización), y fue mayor en los que estuvieron hospitalizados, más aún en cuidados intensivos.

Nuevamente, al igual que en la investigación sobre complicaciones cardiovasculares a un año del Covid-19 en la misma población de veteranos de los Estados Unidos, se vio un gradiente de riesgos creciente, en relación al sitio de atención:

  • Los pacientes ambulatorios tuvieron un riesgo un 40% mayor que los controles de padecer cualquiera de los trastornos de la salud mental evaluados.
  • Los pacientes que estuvieron hospitalizados fueron los que presentaron mayor riesgo de cualquiera de estos trastornos, siendo 3.43 veces más que el de los controles.

Usaron también como comparador una población no hospitalizada con influenza, y una de hospitalizados por influenza: el riesgo de incidentes relacionados a la salud mental, fue mayor en la población con Covid-19.

Estos hallazgos sugieren que las personas que sobreviven a la fase aguda del Covid-19 (es decir, los primeros 30 días), tienen un riesgo aumentado de tener desórdenes de la salud mental al año de la enfermedad aguda, que incluyen niebla mental, depresión y consumo de medicaciones psiquiátricas.

Nuevamente, esto se vio incluso en los individuos no hospitalizados, con una enfermedad aguda leve.

El mejor modo de prevenir las complicaciones post-agudas del Covid-19, sigue siendo prevenir el Covid-19.

Este trabajo, basado en una gran población, tiene algunas críticas:

La mayoría de los participantes fueron hombres (71-76%), blancos (90%), con una edad media de 63 años, lo que puede hacer difícil traspolar esto a otras poblaciones. Por otro lado, el período evaluado comprende el primer año de la pandemia, prácticamente sin vacunas Covid-19 disponibles (menos del 1% de los participantes estaban vacunados), por lo cual el análisis no permite evaluar los resultados en individuos con infecciones irruptivas por SARS-CoV-2.

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Sobre el autor

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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