Un grupo de investigadores analizó la dosis óptima, y el tipo de actividad física, para mejorar la capacidad funcional y minimizar los eventos adversos en adultos mayores hospitalizados por enfermedades agudas (1). Lo analizamos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
- Un 30% de los adultos mayores hospitalizados experimenta un deterioro funcional asociado a la hospitalización.
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Un grupo de investigadores se propuso identificar la dosis óptima, y el tipo de actividad física, necesarios para mejorar la capacidad funcional, y reducir los eventos adversos en adultos mayores hospitalizados por una enfermedad aguda.
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Incluyeron 19 ensayos clínicos controlados con casi 4000 adultos de 50 o más años hospitalizados por una enfermedad aguda.
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La dosis mínima de ejercicio para mejorar la capacidad funcional en los adultos mayores hospitalizados fue de 100 METs-min/día (40 minutos/día de actividades de esfuerzo ligero, o 25 de esfuerzo moderado).
- La dosis óptima fue de 159 METs-min/día (70 minutos/día de actividades de esfuerzo ligero, o 40 de esfuerzo moderado).
- La intervención más eficiente fue la deambulación (50 minutos de caminata a paso lento por día).
- La dosis mínima efectiva de deambulación a paso lento fue de 25 minutos/día.
- Las intervenciones de acción física dieron como resultado la disminución de las tasas de eventos adversos al alta, comparado con la atención habitual.
- Un plan de ejercicios físicos durante la hospitalización de adultos mayores por enfermedades agudas podría ser una estrategia válida para minimizar los efectos deletéreos de la estadía hospitalaria en esta población.
El problema
Aproximadamente el 30% de los adultos mayores hospitalizados experimenta un deterioro funcional asociado a la hospitalización (2).
Las intervenciones de ejercicio que promueven la actividad intrahospitalaria podrían prevenir la pérdida de condición física y, por tanto, mantener la forma física durante la hospitalización.
Algunos tratamientos con ejercicio podrían tener un resultado beneficioso en los adultos mayores durante una estancia hospitalaria imprevista, aunque no es posible afirmarlo con seguridad.
Las intervenciones con ejercicios probablemente no causen efectos perjudiciales.
Una suma de factores, como la sarcopenia adquirida durante su estadía institucional, así como por malnutrición, las infecciones intranosocomiales, los estados confusionales, las caídas, y falta de colaboración de acompañantes o miembros del sistema de salud en para promover la movilidad de los pacientes en cuestión, contribuyen a esta situación.
Con esto, los adultos mayores suelen perder la capacidad de realizar sus actividades cotidianas habituales tras un ingreso hospitalario imprevisto.
Un nuevo estudio
Un grupo de investigadores de España, Estados Unidos, Reino Unido y Australia se propuso identificar la dosis óptima, y el tipo de actividad física, necesarios para mejorar la capacidad funcional, y reducir los eventos adversos en adultos mayores hospitalizados por una enfermedad aguda.
Llevaron adelante una revisión sistemática y metanálisis de redes basado en modelos bayesianos. Realizaron búsquedas en 4 bases de datos desde el inicio, hasta junio de 2022.
Incluyeron ensayos controlados aleatorios que evaluaron la efectividad de una intervención basada en actividad física, en al menos un resultado funcional en personas de ≥ 50 años hospitalizadas debido a una afección médica aguda.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
Incluyeron 19 estudios, con 3842 participantes en total.
- Aproximadamente 100 equivalentes metabólicos de tarea por día (Metabolic Equivalents of Task o METs-min/día), fue la dosis mínima para mejorar la capacidad funcional de los adultos mayores hospitalizados por enfermedades agudas. Esto es equivalente a 40 min/día de actividades de esfuerzo ligero, o 25 min/día de actividades de esfuerzo moderado.
- La dosis óptima se estimó en 159 MET-min/día (70 min/día de actividades de esfuerzo ligero, o 40 min/día de actividades de esfuerzo moderado).
- La deambulación se consideró la intervención más eficiente, y la dosis óptima se alcanzó con 143 MET-min/día (50 min/día de caminata a paso lento).
- La dosis mínima efectiva de deambulación se estimó en 74 MET-min/día (25 min/día de caminata a paso lento).
Las intervenciones de actividad física dieron como resultado una disminución en la tasa de eventos adversos en comparación con la atención habitual al momento del alta.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
Este metanálisis arrojó evidencia baja a moderada que respalda el uso de programas de actividad física supervisados en los hospitales, para los adultos mayores hospitalizados en estado agudo.
Tan sólo 25 min/día de caminata a ritmo lento son suficientes para mejorar la capacidad funcional, y minimizar los eventos adversos en esta población.
Estas estrategias podrían incorporarse durante la hospitalización de los adultos mayores para prevenir complicaciones adquiridas durante la estadía institucional.