Vacunas: un hito en la salud pública

por | 19, Abr, 2024 | Pacientes, Política Sanitaria

9 minutos de lectura

Del 20 al 27 de abril del 2024, la Organización Panamericana de la Salud, celebra la 22ª Semana de Vacunación en las Américas, y la 13ª Semana Mundial de Inmunización con el llamado a la acción: “Actúa ahora para proteger tu futuro”. Resumimos una publicación del Ministerio de Salud de la Nación sobre todo lo que tenemos que saber de las vacunas (1).

PUNTOS CLAVE

  • Se celebra del 20 al 27 de abril la Semana de Vacunación de las Américas y la Semana Mundial de la Inmunización, con un lema: «actúa ahora para proteger el futuro”.
  • Las vacunas salvan entre 3.5 y 5 millones de vidas a nivel mundial por año, un efecto solo comparable con el consumo de agua potable. Estas son las 2 principales herramientas para prevenir enfermedades.
  • La primera vacuna fue descubierta por Edward Jenner, un médico e investigador inglés que descubrió la vacuna contra la viruela, en el siglo XVIII, una enfermedad que diezmó a la población mundial en el pasado.
  • Las vacunas ayudan a proteger a las personas en todas las etapas de la vida, y hay vacunas para cada una de estas, así como para distintas ocupaciones, e incluso viajes.
  • Las vacunas incluidas en los programas de inmunización son seguras y eficaces. En general, si hay efectos adversos, estos son leves y limitados en el tiempo.
  • Las vacunas previenen que contraigamos distintas infecciones, o si lo hacemos, previenen las formas más graves y mortales de la enfermedad.
  • La vacunación no es solo una responsabilidad individual, sino que es social: al protegernos, protegemos a los que nos rodean, en particular, a las personas que no pueden, o que no lograron aún, recibir todas sus vacunas, como los niños menores de un año, y los individuos inmunocomprometidos.

¿Por qué son tan importantes las vacunas?

Según la Organización Mundial de la Salud, las vacunas y el agua potable son las 2 herramientas más importantes para prevenir enfermedades.

Antes de las vacunas, hubo epidemias que causaban secuelas irreversibles o miles de muertes por año.

Un hito en la salud pública mundial fue la erradicación de la viruela en 1980, gracias a la vacunación.

Actualmente, se trabaja para erradicar la poliomielitis, enfermedad que ya está eliminada en la gran mayoría de los países del mundo, gracias a las vacunas.

En Argentina, gracias a una alta cobertura de vacunación, ya no se registran casos autóctonos de Sarampión desde el año 2000, y de Rubéola congénita desde 2009.

El último caso de poliomielitis fue en 1984, difteria en 2006, y tétanos neonatal en 2007. Además, se redujo en más del 96% los casos de trasplante hepático por el virus de la hepatitis A.

¿Qué puede pasar si no nos vacunamos?

Si tenemos contacto con el microorganismo causante de la infección, corremos riesgo de padecer la enfermedad y, lo más importante, de tener las formas graves o fatales de esa infección (prevenir esto, es el principal beneficio de la vacunación).

Además, también podemos contagiar a personas más vulnerables, que no pueden recibir las vacunas por tener contraindicaciones para su aplicación.

¿Por qué los niños necesitan vacunarse aunque estén sanos?

La vacunación es una herramienta de “prevención primaria”, esto quiere decir que evita que personas sanas enfermen, o si lo hacen, que evolucionen a cuadros graves o mortales.

Si bien la mayoría de las enfermedades prevenibles causan cuadros benignos, un niño sano puede tener complicaciones graves o fallecer por enfermedades que se previenen a través de la vacunación.

¿Las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación son solo para los niños?

No. Para cada etapa de la vida, corresponde la aplicación de diversas vacunas.

Algunos ejemplos de esto:

  • La primera vacuna, contra la hepatitis B, se aplica durante las primeras 12 horas de vida.
  • Antes del egreso de la maternidad se aplica también la BCG, contra la tuberculosis.
  • Toda persona adulta debe recibir refuerzo contra difteria y tétanos cada 10 años.

Como algunas vacunas aplicadas durante la infancia pierden su eficacia con el tiempo, durante la adolescencia y adultez deben aplicarse dosis de refuerzo, así como también existen vacunas que tienen indicación precisa durante esta etapa.

¿Una persona embarazada puede recibir vacunas?

Todas las personas gestantes deben vacunarse para protegerse contra enfermedades que pueden causar graves complicaciones durante ese período de la vida. Un ejemplo de esto es la gripe, y el Covid-19 (2). Se suma, además, ahora la vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), muy importante en los primeros meses de vida del niño por nacer (3).

Las vacunas, además, durante el embarazo, permiten que se pasen anticuerpos a través de la placenta primero, y a través de la lactancia después, a la persona recién nacida, protegiéndola durante los primeros meses de vida (contra la tos convulsa, especialmente).

Algunas pocas vacunas están contraindicadas en el embarazo, pero, si la persona gestante lo necesita, se le pueden aplicar en el puerperio inmediato o previo al embarazo.

¿Dónde están disponibles las vacunas?

Todas las vacunas contempladas en el Calendario Nacional están disponibles de forma gratuita en los vacunatorios, centros de salud y hospitales públicos del país. No requieren orden médica.

¿Qué síntomas puedo tener después de vacunarme?

Una vacuna inyectable puede causarnos dolor, enrojecimiento e inflamación en el lugar de la aplicación (estos son los efectos adversos más comunes). En general, estos efectos son leves y desaparecen espontáneamente.

En un grupo pequeño de personas puede aparecer fiebre y decaimiento durante un par de días. Si surge alguna duda, debemos consultar al equipo de salud.

¿Quién inventó las vacunas?

Edward Jenner (1749-1823), un médico investigador inglés, es considerado el «padre de las vacunas», porque fue quien descubrió la vacuna contra la viruela, enfermedad que provocaba grandes epidemias.

Posteriormente, científicos como Pasteur, Salk y Sabin, entre muchos otros, desarrollaron vacunas que han sido una herramienta fundamental para la salud de las poblaciones.

¿Cómo se fabrican las vacunas?

Se fabrican de varias maneras:

  • Algunas incluyen a los microorganismos que causan la enfermedad, pero “atenuados” (vivos, pero “debilitados” para generar una infección controlable fácilmente por el sistema inmune) o inactivados (“muertos”).
  • En otras situaciones, se trata de una composición con algunas partes de los microorganismos, como proteínas, fragmentos de la superficie exterior, que posibilitan la producción de defensas igualmente adecuadas.

Las vacunas «entrenan» al sistema inmune de quien las recibe para responder antes y mejor al entrar en contacto con el microorganismo en cuestión, para prevenir la infección, o mitigar los efectos de la enfermedad.

La vacunación es una responsabilidad social

La vacunación es un acto responsable y solidario. La persona que no se vacuna, puede contraer y contagiar estas enfermedades. Por lo tanto, no solo se pone en riesgo a sí misma, sino también a toda la comunidad, especialmente a aquellas personas que son más vulnerables, como los menores de 1 año, que aún no han completado sus esquemas de vacunación, personas gestantes e inmunodeprimidas.

¿Las vacunas son seguras?

Las vacunas utilizadas en los programas de inmunizaciones son seguras y eficaces. Las reacciones que pueden provocar son leves y poco frecuentes.

¿Qué se entiende en vacunación por protección rebaño?

Cuando la mayoría de las personas en una comunidad están correctamente inmunizadas, si alguien adquiere una enfermedad prevenible por vacunas, esta probablemente no se propague, ya que en su entorno entra en contacto con otras personas que están protegidas.

De esta forma, la diseminación de la enfermedad queda limitada, y no alcanzará a personas susceptibles que no hayan podido vacunarse por contraindicación médica: a este efecto de protección indirecta se lo denomina «efecto rebaño», o inmunidad «colectiva», especialmente eficaz con las enfermedades extremadamente contagiosas, como el sarampión.

Sobre el autor

Ramiro Heredia

Ramiro Heredia

AUTOR

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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