Se publicaron hace algunos días en Nature, a cargo de un grupo de científicos norteamericanos, los resultados del ensayo de fase 3 SURMOUNT-3. Probaron tirzepatida después de una intervención intensiva en el estilo de vida, en adultos con sobrepeso u obesidad (1). Los resumimos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
- Disminuir el peso corporal, entre un 5% y un 10%, reduce la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, y al mismo tiempo mejora los factores de riesgo cardiometabólico, así como otras complicaciones relacionadas con la obesidad.
- Con dieta, actividad física y coaching, se alcanzan reducciones medias del 5 al 8% del peso inicial.
- Un grupo de investigadores de Estados Unidos llevó adelante un ensayo de tirzepatida doble ciego controlado con placebo: SURMOUNT-3.
-
Tirzepatida proporcionó una reducción adicional sustancial del peso corporal en los participantes que habían logrado una reducción de peso ≥ 5 % con una intervención intensiva en el estilo de vida.
Obesidad: una pandemia en curso
La obesidad es una enfermedad: sus efectos adversos son bien conocidos, al igual que los beneficios de la reducción de peso.
Disminuir el peso corporal, entre un 5% y un 10%, reduce la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, y al mismo tiempo mejora los factores de riesgo cardiometabólico (por ejemplo, la presión arterial y la dislipemia), así como otras complicaciones relacionadas con la obesidad (por ejemplo, la osteoartritis).
El gold estándar en el tratamiento
La piedra angular del tratamiento es una intervención intensiva en el estilo de vida:
- – Dieta baja en calorías (por ejemplo, 1200-1500 kcal por día, según el peso o el sexo)
- – Actividad física (≥ 150 minutos por semana)
- – Asesoramiento conductual frecuente (por ejemplo, ≥ 14 sesiones durante 6 meses)
Con estos 3 elementos (dieta, actividad física y coaching), se alcanzan reducciones medias del 5 al 8% del peso inicial.
Cambios en el estilo de vida: muchas veces, solo con esto no alcanza
La eficacia general de los cambios del estilo de vida solos, para tratar la obesidad, está limitada por 2 factores:
- Las grandes reducciones de peso son fundamentales para lograr un control óptimo de ciertas complicaciones relacionadas con la obesidad (por ejemplo, apnea obstructiva del sueño y esteatohepatitis no alcohólica), y disminuir la mortalidad cardiovascular, pero solo < 20% de los pacientes tratados con cambios en el estilo de vida, pierden ≥ 15% del peso inicial.
- Los pacientes recuperan 1/3 del peso perdido en el año siguiente al tratamiento, y esta tasa de recuperación aumenta con el tiempo.
La recuperación, o reganancia de peso después de una intervención con dieta y ejercicio, se puede atribuir, en parte, a adaptaciones metabólicas persistentes:
- Las hormonas del hambre de los pacientes aumentan
- Las hormonas de la saciedad disminuyen
- El gasto de energía disminuye de manera desproporcionada a la cantidad de peso perdido, por lo que a veces se necesita incluso una dieta con menos calorías, para mantener el estado de reducción de peso
El futuro ya está aquí: las nuevas drogas contra la obesidad
En los últimos años, distintos fármacos fueron lanzados al mercado para el control de la obesidad, con distintas tasas de éxito: liraglutida, semaglutida y tirzepatida son algunas de ellas.
Estos nuevos medicamentos contra la obesidad, a base de incretinas, podrían reforzar los resultados de la intervención intensiva en el estilo de vida:
Semaglutida 2,4 mg (2)
Este es un agonista del receptor del GLP-1, aprobado originalmente en una dosis más baja para el control de la diabetes tipo 2 y qué, en personas con obesidad o sobrepeso (pero no con diabetes), reduce el peso corporal inicial en un 15% hasta los 2 años (frente a un 2-3% para el placebo).
Esta droga disminuye la ingesta de energía, principalmente mediante la modificación de las señales de hambre y saciedad en regiones neuronales seleccionadas.
Tirzepatida (3)
Esta es una molécula única que combina un polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa, y un agonismo del receptor GLP-1, para ejercer efectos sinérgicos sobre el apetito (por ejemplo, hambre y saciedad), la ingesta de energía y la función metabólica.
Está aprobado en muchos países, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, como inyectable subcutáneo, una vez a la semana para la diabetes tipo 2, y actualmente está bajo revisión para el control crónico del peso (es decir, todavía NO se aprobó para tratar la obesidad). Aún no está disponible en Argentina. Su marca comercial es Mounjaro, y el laboratorio que lo produce es Lilly.
En el ensayo SURMOUNT-1, los pacientes con obesidad o sobrepeso (pero no con diabetes) que recibieron 15 mg de tirzepatida, con asesoramiento breve mensual sobre su estilo de vida, perdieron el 20,9 % del peso inicial, a las 72 semanas (frente al 3,1 % para el placebo), con reducciones concomitantes en los factores de riesgo cardiometabólico.
Distintos expertos sugirieron el uso de medicamentos contra la obesidad después de una intervención intensiva en el estilo de vida, para inducir una reducción de peso adicional (que puede ser necesaria para lograr un control óptimo de las complicaciones relacionadas con la obesidad) o, como mínimo, para prevenir la recuperación o reganancia de peso.
Se desconocen los efectos de la tirzepatida, sobre la reducción de peso después de una intervención intensiva en el estilo de vida, inicialmente exitosa.
Un nuevo estudio de tirzepatida en Nature: SURMOUNT-3
Un grupo de investigadores de Estados Unidos llevó adelante un ensayo doble ciego controlado con placebo.
Aleatorizaron (1:1) a adultos, con un índice de masa corporal ≥ 30 o ≥ 27 kg/m² y al menos una complicación relacionada con la obesidad (excluyendo diabetes), que lograron una reducción de peso ≥ 5 % después de una intervención intensiva en el estilo de vida en las primeras 12 semanas, hasta la dosis máxima tolerada de tirzepatida (10 o 15 mg), o placebo, una vez por semana, durante 72 semanas (n = 579).
Es decir, al grupo de pacientes con sobrepeso y comorbilidades, o con obesidad, SIN diabetes, que logró bajar bien de peso, les aplicaron tirzepatida, o placebo, sumado a los cambios en el estilo de vida.
Uno de los criterios de valoración primario fue el cambio porcentual de peso medio adicional, desde la aleatorización hasta la semana 72. El otro criterio de valoración primario fue del porcentaje de participantes que lograron una reducción de peso adicional ≥ 5%.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
En total, aleatorizaron a 579 pacientes, que son los que alcanzaron una pérdida ≥ 5% en la etapa anterior del ensayo: 287 en el grupo tirzepatida, versus 292 en el grupo placebo.
La edad promedio fue 45 años, y el 62% fueron mujeres. El 86 % fueron blancos. Tenían, en promedio, 15 años de evolución de la obesidad, y 2/3 tenían además comorbilidades asociadas.
El peso y el BMI medio en estos participantes, bajó de 109.5 kilogramos, y 38.6 kilogramos/metro², respectivamente, en la randomización, a 101.9% y 35.9 kilogramos/metro², respectivamente, después de las primeras 12 semanas (en promedio bajaron un 6.9% del peso inicial).
También en esa primera etapa se redujo el perímetro de cintura, la presión arterial sistólica y diastólica, la hemoglobina glicosilada A1c, la glucosa y la insulina en ayunas, así como el colesterol LDL y los triglicéridos.
Tras 72 semanas de seguimiento, la pérdida de peso promedio fue:
- Grupo tirzepatida, – 18.4%.
- Grupo placebo, 2.5%.
La diferencia, en este endopoint primario entre ambos grupos, fue de – 20.8 puntos porcentuales. Al analizar el segundo endopoint primario, el porcentaje de cada grupo que alcanzó la meta de una reducción de peso ≥ 5% fue:
- Grupo tirzepatida, 87.5%
- Grupo placebo, 16.5% (entre 5 y 6 veces menos)
Respecto a las mediciones cardiometabólicas:
- El perímetro de cintura bajó 14.2 cm en el grupo tirzepatida, versus 0.2, en el grupo placebo
- La presión arterial sistólica bajo 5.1 mm Hg en el grupo tirzepatida, versus 4.1, en el grupo placebo
- La presión arterial diastólica bajó 3.2 mm Hg en el grupo tirzepatida, versus 2.3 en el grupo placebo
Todos los otros parámetros también mejoraron más en el grupo de la intervención. Los eventos adversos más comunes con tirzepatida fueron gastrointestinales, y la mayoría fueron de gravedad leve a moderada.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
Tirzepatida proporcionó una reducción adicional sustancial del peso corporal en los participantes que habían logrado una reducción de peso ≥ 5 % con una intervención intensiva en el estilo de vida.