Sueño: ¿Tiene relación el cambio climático con el reposo nocturno?

por | 6, Dic, 2022 | Medicina del Sueño

7 minutos de lectura

Una reciente publicación de Healthline, una revista norteamericana sobre salud que aborda temas con un alto rigor científico, analizó los efectos del cambio climático y el calentamiento global, sobre la cantidad y calidad del sueño de las personas. Lo revisamos en INFOMED (1).

PUNTOS CLAVE

  • El calentamiento global afecta el sueño de las personas.
  • Un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, analizó los registros de sueño de casi 48 mil personas de 68 países.
  • La temperatura ambiental, más allá de la temperatura de la habitación, se asoció con una disminución del reposo nocturno en promedio de 14 minutos diarios, lo que lleva a perder de 50 a 58 horas de sueño en un año.
  • Las personas que viven en países más pobres, zonas más cálidas, las mujeres y los individuos más añosos son los más afectados.

El calentamiento global es el aumento a largo plazo de la temperatura atmosférica, por la intensificación del efecto invernadero. Sobre esto tiene mucho que ver la intensidad de la actividad humana. Aumentan las temperaturas globales, sube el nivel del mar, cambian los patrones de las precipitaciones y se expanden los desiertos subtropicales.

La temperatura de la superficie terrestre aumentó en promedio 0.8 grados centígrados desde el año 1880 (3). En proporción, el mayor incremento de la temperatura es durante la noche.

El sueño insuficiente es un factor de riesgo para varios resultados físicos y mentales adversos. Se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer, sobrepeso y muerte prematura, además de depresión, ansiedad, y a una menor sensación de bienestar.

Las altas temperaturas en la habitación se han asociado a una reducción subjetiva de la calidad del sueño, pero no sabemos el efecto de la temperatura exterior.

El aumento de la temperatura global podría implicar un peor descanso nocturno para las personas, según un informe publicado recientemente (3). En efecto, mayores temperaturas en el ambiente, también se asocian con un peor descanso nocturno.

Las personas más añosas, aquellas que viven en países de menores ingresos, las mujeres y aquellos que residen en los lugares más cálidos, son los más afectados.

El nuevo estudio

Analizaron datos sobre el sueño a partir de acelerómetros de pulsera («contador de pasos», una función usada en los smartwatchs).

En total, incluyeron alrededor de 7 millones registros del reposo nocturno de 47.000 adultos, residentes de 68 países de todos los continentes, excepto Antártida.

Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?

En las noches más cálidas (≥30 grados centígrados), el sueño disminuye un promedio de 14 minutos.

A medida que aumenta la temperatura, es más frecuente dormir menos de 7 horas. 7 horas, según distintas publicaciones científicas (4), es el número de horas que debería dormir un adulto sano por día, para vivir más y con menos incidencia de enfermedad cardiovascular.

Hacia el año 2099, el aumento de la temperatura ambiental puede llegar a «robar» 50 a 58 horas de sueño, por año, por persona.

¿Qué le hace el calor al cuerpo a la hora de dormir?

Una inadecuada temperatura corporal central (muy baja, o muy alta), genera incomodidad, y esto afecta el reposo nocturno. El mayor problema es el calor.

Con mayor frecuencia, el calor es causa de despertares nocturnos, ya que el cuerpo «se mueve más» en su intento de refrescarse.

La temperatura más cálida en la tarde y en la noche afecta negativamente al sueño REM (el estadio del sueño en que soñamos) y al de ondas lentas (el estadio del sueño al que llamamos «sueño profundo», poniendo fin a un importante efecto reparador).

La temperatura óptima de la habitación para dormir debería ser de 15.5 a 19.4 grados centígrados (5).

Días más largos en verano: efectos sobre la salud del sueño

La exposición a la luz afecta a las áreas del cerebro que controlan la temperatura corporal y a la «hormona del sueño», la melatonina.

Al caer el sol, los niveles de melatonina aumentan, y permanecen elevados durante alrededor de 12 horas, y esto tiene implicancias por su efecto inductor del sueño.

Al ponerse el sol más tarde, y salir más temprano, con los consiguientes días más largos, y más horas de luz, se afectan los niveles de melatonina, y el momento en que vamos a sentir sueño.

Cómo efecto positivo, la luz del sol por la mañana puede llevar a mejores niveles de energía durante el día, lo que ayuda a realizar más actividad física, ergo a una mejor calidad de sueño.

 Consejos para dormir en el verano

  • Cerrar ventanas y persianas durante el día, y ventilar de noche cuando la temperatura es más baja.
  • Limitar la ropa de cama al mínimo. Elegir prendas de algodón y pijama de verano.
  • Tomar una ducha fría antes de acostarse, eso ayuda a bajar la temperatura corporal.
  • Mantener manos y pies, para que se refresquen, por fuera de las sábanas o cubiertas.
  • Limitar el ejercicio próximo a las horas de acostarse (esto previene una mayor frecuencia cardíaca, lo que genera mayor calor).
  • Usar almohadillas de gel refrescante refrigeradas en la cama por la noche.
  • Los aires acondicionados y los ventiladores también son útiles.
  • Incluso, dormir en un sótano limpio y húmedo puede ayudar.

En resumen

El calentamiento global afecta el sueño de las personas.

Un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, analizó los registros de sueño de casi 48 mil personas de 68 países, para ver cómo este era afectado por el clima. Ya sabemos que dormir en una habitación con calor excesivo afecta la calidad subjetiva de sueño.

La temperatura ambiental, más allá de la temperatura de la habitación, se asoció con una disminución del reposo nocturno en promedio de 14 minutos diarios, lo que lleva a perder de 50 a 58 horas de sueño en un año.

Las personas que viven en países más pobres, zonas más calidad, las mujeres y los individuos más añosos son los más afectados.

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Sobre el autor

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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