Las pruebas «in vitro» contra Ómicron, con resultados no muy alentadores.
La variante Ómicron del SARS-CoV-2 acumula 37 sustituciones de aminoácidos (producto de distintas mutaciones) en la proteína S, de las cuales 15 están en el sitio de unión al receptor (RBD, receptor binding domain), lo que genera preocupación sobre la eficacia de las distintas vacunas disponibles, así como de los distintos anticuerpos monoclonales con uso terapéutico, e incluso la eficacia de la terapia con plasma de convalecientes.
Esta acumulación de mutaciones (más de 50 en total), puede haberse dado en un individuo inmunocomprometido, dónde se replicó el virus sin control, o mediante la transmisión en ping-pong entre especies distintas.
Se publicó en BioRxiv el 14 de diciembre del 2021, a la espera de revisión por pares, una investigación a cargo de profesionales suizos, italianos, norteamericanos y argentinos (participó la Facultad de Medicina de la UBA), en el que probaron la actividad neutralizante del suero de individuos vacunados con distintas vacunas (esquemas primarios completos), así como la actividad neutralizante de distintos anticuerpos monoclonales con potencial uso terapéutico, contra Ómicron.
Un anticuerpo neutralizante es aquel que bloquea la infección por parte del virus a la célula huésped.
En Los anticuerpos monoclonales neutralizantes superan el cambio antigénico de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, llegaron a las siguientes conclusiones:
- La proteína S de Ómicron, a nivel del RBD, se une al receptor ACE-2, presente en las células humanas, con mayor afinidad que la cepa original del SARS-CoV-2. Esto mejora sus posibilidades de diseminación (es decir, la vuelve más efectiva en los contagios).
- La proteína S de Ómicron, a nivel del RBD, se puede unir al receptor ACE-2 del ratón, a diferencia de la cepa original, que no lo hacía. Esto significa que un intercambio genético entre especies, el ping pong en la transmisión del qué hablábamos antes, sería en teoría posible, como una causa más del gran cambio genético que tuvo Ómicron. Una mutación justifica esto (sustitución Q493R). Esto, potencialmente, puede generar la infección entre especies (humanos y roedores).
- Hubo reducciones severas de la actividad neutralizante del plasma contra Ómicron, para personas vacunadas o convalecientes. Al enfrentar a la variante Ómicron contra el suero de convalecientes de infecciones con otras cepas, y de vacunados con distintas vacunas, se vio que los sueros de los vacunados con:
– Johnson & Johnson, Sinopharm y Sputnik V , pueden no tener actividad neutralizante contra Ómicron (esto fue desmentido por el instituto Gamaleya en un comunicado unos días después, afirmando que la vacuna Sputnik V genera una potente respuesta neutralizante contra Ómicron).– Moderna, AstraZeneca, Pfizer-BioNTech mantuvieron actividad contra Ómicron, pero la respuesta de anticuerpos fue mucho menor que contra la cepa original. Las reducciones en la actividad de neutralización fueron de 33, 44 y 46 veces, respectivamente.
– Los convalecientes de la infección, y además vacunados, tuvieron una menor respuesta de anticuerpos neutralizantes que contra la variante original. La reducción acá fue de 5 veces.
Estos hallazgos marcan una reducción sin precedentes en la actividad neutralizante del plasma contra Ómicron, al compararla con la cepa original, que en varios casos cae por debajo de los valores protectores.
- Probaron distintos anticuerpos monoclonales , con uso terapéutico probado o potencial en el tratamiento o la prevención de la infección por SARS-CoV-2. En total hay 8 anticuerpos monoclonales aprobados para su uso contra el SARS-CoV-2.
26 de 29 anticuerpos monoclonales contra los sitios de S que se unen al receptor ACE-2 (RBM, receptor binding motif), perdieron su actividad neutralizante «in vitro», entre ellos, los anticuerpos monoclonales del Regeneron , que habían mostrado ser útiles en algunas circunstancias, y los de Eli Lilly .
Solo 3 anticuerpos mantuvieron capacidad de neutralizar a Ómicron. Entre estos últimos tenemos a:
– Sotrovimab , un anticuerpo monoclonal del laboratorio Glaxosmithkline y Vir Biotech, usado contra el Covid-19, mantuvo su actividad neutralizante contra Ómicron, pero se redujo 3 veces, al compararla con la cepa original.
– El anticuerpo monoclonal S2K146 , que imita a la proteína S del SARS-CoV-2, mantuvo su potencia inalterada.
- 4 anticuerpos neutralizantes mantuvieron actividad neutralizante contra Ómicron y contra otros sarbecovirus, lo que podría ser usado si el virus evoluciona. Esto quiere decir, que un grupo de anticuerpos, no dirigidos a la proteína S de Ómicron, pero sí a otras regiones que son parecidas entre las distintas variantes, mantienen capacidad de bloquear la infección por el virus.
Este ensayo, basado en pruebas «in vitro», nos muestra como la proteína S de Ómicron es distinta a todas, y que la infección previa por SARS-CoV-2, muchas vacunas y la mayoría de los anticuerpos monoclonales autorizados en el tratamiento y prevención del Covid-19, pierden la capacidad de neutralizar (es decir, bloquear) al virus, y evitar la infección.
Además nos muestra cómo el intercambio de material genético con otras especies, en este caso el ratón, puede ser posible, aumentando aún más el riesgo de adquirir mutaciones.
El sotrovimab, un anticuerpo monoclonal aprobado contra el SARS-CoV-2, mantiene su actividad neutralizante, aunque en una potencia 3 veces menor que contra la variante original, mientras que el Regeneron, esa combinación que se probó en el Recovery Trial y promocionada por Donald Trump, pierde su función.
3 anticuerpos monoclonales neutralizantes, contra secuencias presentes en distintos sarbecovirus, y en Ómicron, mantiene su potencia de neutralización inalterada.