Autores: William Newman, Gemma Parry-Williams, Jonathan Wiles, Jamie Edwards, Sabina Hulbert, Konstantina Kipourou, Michael Papadakis, Rajan Sharma, Jamie O’Driscoll
Revista: British Journal Sports Medicine
Fecha publicación: 12/07/2021
¿Qué se sabía?
– Investigaciones anteriores sugieren que existe un umbral más allá del cual la exposición a niveles crecientes de ejercicio está asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo arritmias (relación en forma de U).
– La evidencia actual no permite la identificación de deportes modo, que puede predisponer a los atletas a un mayor riesgo de
fibrilación auricular.
¿Cuáles son los nuevos hallazgos?
– Los atletas tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar fibrilación auricular en comparación con no deportistas.
– El deporte mixto conlleva mayor riesgo de fibrilación auricular.
– Los deportistas de menor edad tienen un mayor riesgo relativo de FA en comparación con deportistas mayores.
Los atletas tienen mayor probabilidad de desarrollar FA comparado con los no deportistas, siendo los que participan en deportes mixtos y los atletas más jóvenes lo que tienen mayor riesgo. La actividad física reduce el riesgo de enfermedades metabólicas, mejora la salud cardiovascular, el bienestar mental y está asociado con envejecimiento saludable.
Los estudios también sugieren que el ejercicio puede reducir la carga de arritmias, como la fibrilación auricular (FA), que es la arritmia mas frecuente. La prevalencia de FA en la población general es del 3,3% y se asocia con un aumento de 1,5 veces del riesgo de mortalidad, comúnmente secundario a eventos cerebrovasculares.
La FA es también la arritmia más prevalente en deportistas. Atletas varones que realizan deportes de resistencia de alto volumen y alta intensidad están en mayor riesgo, con estudios que sugieren una curva en forma de U, con falta de actividad física y ejercicio vigoroso a largo plazo, ambos con mayor riesgo de desarrollar FA.
Los mecanismos por los cuales el ejercicio aumenta el riesgo de FA son complejos y especulativos, pero podrían influir la dilatación auricular, activación adrenérgica, tono vagal, inflamación crónica, focos pulmonares y fibrosis intersticial, que ocurren como resultado de un aumento del gasto cardíaco y estiramiento auricular.
Curiosamente, estudios previos identificaron a la edad como un determinante significativo del riesgo de FA, con atletas más jóvenes (menores de 40 años) con mayor riesgo relativo que deportistas mayores de 54 años. Sin embargo, estos metaanálisis excluyeron los estudios de atletas con hipertensión o diabetes, lo que potencialmente restringe la disponibilidad de datos de estudios agrupados más grandes para el análisis.
Como tal, este metaanálisis tuvo como objetivo establecer el riesgo de desarrollar FA en los deportistas y dilucidar aún más la influencia del tipo de deporte y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular sobre el riesgo de desarrollar FA.
Contrariamente a los resultados hallados en publicaciones previas, los deportes de resistencia no se asocian a un mayor riesgo de FA como si lo hacen los deportes mixtos. Una probable explicación de estos resultados podría encontrarse en la subestimación de estudios que evaluaban los deportes de resistencia ya que su asociación con FA, nunca estuvo discutida. Será importante determinar en futuros estudios, la influencia del volumen de entrenamiento en el riesgo de desarrollo de arritmias.