Un grupo de científicos, busca explicaciones en el tubo digestivo acerca de los síntomas prolongados del SARS-CoV-2.
Los científicos están investigando si el Covid-19 prolongado está asociado a fragmentos virales encontrados en el intestino, meses después de la infección inicial. Este el tema central de una publicación del 11 de mayo en Nature, Se encontraron «fantasmas» del coronavirus persistiendo en el intestino (1).
Inicialmente en la pandemia, llamaron la atención los síntomas gastrointestinales, como la diarrea y los vómitos, en los infectados por SARS-CoV-2, un virus que se pensaba como a un virus respiratorio. A raíz de esto empezaron a tomar muestras de materia fecal de las personas con Covid-19, y en algunos casos, biopsias del tubo digestivo.
A 2 años de la pandemia, 2 recientes publicaciones sugieren que pueden persistir en el intestino fragmentos del SARS-CoV-2, meses de la infección inicial. Estos fragmentos los llamaron «fantasmas del coronavirus», y podrían contribuir al Covid-19 prolongado.
El Covid-19 prolongado algunos lo definen como «síntomas que persisten más de 3 meses desde la infección inicial». Más de 200 síntomas fueron reportados. Entre las teorías se incluyen una respuesta inmune dañina, la autoinmunidad, pequeños coágulos, y reservorios en los que persiste el virus.
La persistencia del virus en el cuerpo se planteó en una investigación del año 2021. Se vio que las células del intestino podían expresar en su superficie proteínas que el virus usa para entrar a las células.
Encontraron en las células intestinales material genético y proteínas en pacientes que habían tenido una infección por SARS-CoV-2 meses antes.
Encontraron también respuestas de células B que seguían evolucionado ante estas proteínas, a 6 meses de la infección. Además, algunos individuos seguían eliminando ARN viral en su materia fecal hasta 7 meses después de tener Covid-19 leve o moderado.
El virus va por el intestino
En otro estudio vieron que, de 46 participantes con Covid-19 leve, 32 tenían evidencia de moléculas virales hasta 7 meses después de la infección. 2/3 de estos tenían síntomas de Covid-19 prolongado.
En este estudio, todos los participantes tenían enfermedad inflamatoria intestinal, lo cual no permite generalizar estos resultados a la población general de pacientes con Covid-19 prolongado. En otra investigación encontraron ARN y proteínas virales en tejidos a 230 días de la infección.
Escondites virales
El virus podría esconderse en el tubo digestivo, y así ser un reservorio viral, incluso en individuos que no sean inmunocomprometidos.
Faltan más investigaciones para poder confirmar esto y relacionarlo con los síntomas prolongados.
Referencias