¿La obesidad se transmite de generación en generación?

por | 15, Mar, 2024 | Nutrición, Pacientes

6 minutos de lectura

Las personas tienen muchas más probabilidades de vivir con obesidad en la mediana edad si sus padres vivían con obesidad, según una investigación noruega (1). Lo resumimos en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • Un grupo de investigadores noruegos analizó la influencia del peso corporal de los padres, en el de los hijos, en la mediana edad. Los resultados fueron anunciados a la prensa en un anticipo del Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO 2024), que va a tener lugar en Venecia, en mayo del 2024.

  • Llevaron adelante un análisis multigeneracional, con 2.068 grupos de padres-hijos de un estudio de salud que está en marcha desde 1974, todos de edad mediana, es decir, entre 40 y 59 años (padres de 1994-1995, hijos de 2015-2016). Analizaron los índices de masa corporal (IMC).

  • El peso de los padres en la mediana edad puede influir en el peso de sus hijos a la misma edad.

  • Una persona tiene 6 veces más probabilidades de vivir con obesidad en la mediana edad, si ambos padres tuvieron obesidad a la misma edad.

  • Si solo uno de los padres tenía obesidad en la mediana edad, el riesgo de obesidad era más de 3 veces mayor.

  • Los genes desempeñan un papel, pero también intervienen otros factores, como los hábitos alimentarios y de actividad física de la familia, y el racismo y la discriminación.

Una fuerte asociación

Investigaciones anteriores muestran una fuerte asociación entre la obesidad de los padres y la de sus hijos.

En contrapartida, pocos estudios han investigado si esta transmisión intergeneracional de la obesidad continúa más allá de la adolescencia y hasta la edad adulta.

Para responder este interrogante, un grupo de investigadores de una universidad noruega llevó adelante un estudio transgeneracional. Los resultados fueron presentados a la prensa como un adelanto de lo que se viene en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO 2024, Venecia, 12-15 de mayo 2024).

Un nuevo estudio

Los investigadores buscaron relacionar el IMC de los padres con el IMC de sus hijos, cuando estos alcanzaron la edad adulta, después de haber vivido fuera de casa paterna durante un tiempo sustancial.

Usaron datos del Estudio Tromsø (2), un estudio de salud poblacional en curso.

Todos los participantes se analizaron cuando tenían entre 40 y 59 años: se tomaron datos de los hijos, de los años 2015-2016, y de sus padres, de los años 1994-1995.

Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?

Se incluyeron 2.068 grupos de padres e hijos.

El análisis de los datos de altura y peso mostró una fuerte asociación entre el IMC de los padres en la mediana edad (40-59 años) y el de sus hijos, a la misma edad.

El IMC de los hijos aumentó 0.8 unidades por cada aumento de 4 unidades (una desviación estándar) en el IMC de la madre, y 0.74 unidades por cada aumento de 3.1 unidades en el IMC del padre.

También hubo fuertes vínculos entre el estado de obesidad de los padres en la mediana edad, y el de sus hijos a la misma edad.

Cuando ambos padres vivían con obesidad (IMC ≥ 30 kg/m²) en la mediana edad, sus hijos tenían 6 veces mayores probabilidades de vivir con obesidad en la mediana edad, comparado con los adultos con ambos padres en el rango de peso normal.

Las probabilidades de tener obesidad también aumentaron cuando solo uno de los padres vivía con esta enfermedad:

  • cuando solo la madre vivía con obesidad, la descendencia tenía 3.44 veces más probabilidades de vivir con esta enfermedad.
  • cuando solo el padre vivía con obesidad, la descendencia tenía 3.74 veces más probabilidades de vivir con esta enfermedad.

Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?

A partir de estudios anteriores sabemos que varios factores contribuyen al estado de obesidad compartido entre padres e hijos.

Los genes desempeñan un papel importante al afectar nuestra susceptibilidad al aumento de peso, e influyen en cómo respondemos a entornos obesogénicos en los que puede ser fácil comer de forma poco saludable.

Algunos estudios también especulan que los niños tienden a desarrollar hábitos dietéticos y de ejercicio similares a los de sus padres cuando todos viven juntos bajo el mismo techo, lo que resulta en un estado de IMC similar.

Descubrieron acá que los niños cuyos padres vivían con obesidad, tienen muchas más probabilidades de vivir con obesidad cuando tienen entre 40 y 50 años, mucho después de haber abandonado el hogar.

Este análisis no puede establecer si esto se debe a los genes o al medio ambiente, pero lo más probable es que estemos ante una combinación de ambos.

Cualquiera que sea la explicación, este hallazgo, de que la obesidad que se transmite entre generaciones puede persistir hasta la edad adulta, subraya la importancia de tratar y prevenir la obesidad, una condición que contribuye significativamente a la mala salud y la muerte prematura.

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Sobre el autor

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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