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La dieta: ¿puede influir en el riesgo de depresión?

por | 4, Oct, 2023 | Nutrición

7 minutos de lectura

Un grupo de investigadores norteamericanos analizó si el consumir alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de depresión. Los resultados fueron publicados en JAMA (1). Los revisamos en INFOMED.

PUNTOS CLAVE

  • Cada vez hay más evidencia que sugiere que la dieta puede influir en el riesgo de depresión.
  • Un grupo de investigadores llevó adelante un estudio prospectivo donde analizó la asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados con la depresión incidente.
  • Examinaron, también, la asociación de los componentes específicos de los alimentos ultraprocesados, con el riesgo de depresión.
  • Los hallazgos sugieren que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados, particularmente edulcorantes artificiales y bebidas endulzadas artificialmente, se asocia con un mayor riesgo de depresión.

A pesar de la gran cantidad de datos que relacionan los alimentos ultraprocesados (es decir, productos ricos en energía, sabrosos y listos para comer), con las enfermedades humanas, la evidencia que examina la asociación entre el consumo de estos y la depresión, es escasa.

Tampoco se sabe a ciencia cierta que elemento de estos alimentos es que se asocia con esta enfermedad.

Un estudio en busca de respuestas 

Un grupo de investigadores norteamericanos analizó la asociación prospectiva entre el consumo de alimentos ultraprocesados, y sus componentes, con la depresión incidente.

  • Llevaron adelante un estudio prospectivo, el Estudio de Salud de Enfermeras II (Nurses’ Health Study II), entre 2003 y 2017.
  • Incluyeron a mujeres de mediana edad, sin depresión al inicio del estudio.
  • La dieta se evaluó mediante cuestionarios validados de frecuencia alimentaria (FFQ, por su sigla en inglés) cada 4 años.
  • La ingesta de alimentos ultraprocesados se estimó mediante la clasificación NOVA, que agrupa los alimentos según su grado de procesamiento.
  • En los análisis secundarios, se clasificaron los alimentos ultraprocesados según sus componentes, incluidos alimentos de granos ultraprocesados, refrigerios dulces, comidas listas para comer, grasas y salsas, productos lácteos ultraprocesados, refrigerios salados, carne procesada, bebidas y edulcorantes artificiales.

Usaron 2 definiciones de depresión:

  1. una definición estricta, que requiere depresión diagnosticada por un médico, y el uso regular de antidepresivos.
  2. una definición amplia, que requiere diagnóstico clínico y/o uso de antidepresivos.

Estimaron los índices de riesgo (HR, Hazard Ratio) para la depresión según los quintiles de ingesta de alimentos ultraprocesados, con ajustes por factores de riesgo conocidos y sospechados de depresión, incluida la edad, la ingesta calórica total, el índice de masa corporal (IMC), la actividad física, el tabaquismo, la terapia hormonal de reemplazo en la menopausia, la ingesta total de energía, el consumo de alcohol, comorbilidades (por ejemplo diabetes, hipertensión, dislipidemia), ingreso familiar medio, niveles de uso de redes sociales, estado civil, duración del sueño y presencia de dolor.

En un análisis exploratorio, examinamos la asociación entre los cambios en el consumo de alimentos ultraprocesados, actualizado cada 4 años, con la depresión.

Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?

La cohorte incluyó a 31.712 mujeres, con edades iniciales de 42 a 62 años (edad media, 52 años). El 95,2% eran mujeres blancas no hispanas.

Los participantes con una ingesta elevada de alimentos ultraprocesados tenían: un mayor IMC, mayores tasas de tabaquismo y una mayor prevalencia de comorbilidades como diabetes, hipertensión y dislipidemia, y eran menos propensos a hacer ejercicio con regularidad.

Identificaron 2122 casos de depresión, utilizando la definición estricta, y 4840 casos, utilizando la definición amplia.

En comparación con aquellos en el quintil más bajo de consumo de alimentos ultraprocesados, aquellos en el quintil más alto tenían un mayor riesgo de depresión, observado tanto por la definición estricta (HR, 1,49, es decir, un 49% más riesgo), como por la definición amplia (HR, 1,34, es decir, un 34% más riesgo).

Los modelos no se alteraron materialmente después de la inclusión de posibles factores de confusión.

A continuación, examinaron la asociación de los componentes específicos de los alimentos ultraprocesados, con el riesgo de depresión.

Comparando los quintiles extremos, solo las bebidas endulzadas artificialmente (HR, 1,37, es decir, un riesgo 37% mayor) y los edulcorantes artificiales (HR, 1,26, es decir, un riesgo 26% mayor) se asociaron con mayor riesgo de depresión.

En un análisis exploratorio, aquellos que redujeron la ingesta de alimentos ultraprocesados en al menos 3 porciones por día, tuvieron un menor riesgo de depresión (definición estricta: HR, 0,84), en comparación con aquellos con una ingesta relativamente estable cada período de 4 años analizado.

Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?

Estos hallazgos sugieren que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados, particularmente edulcorantes artificiales y bebidas endulzadas artificialmente, se asocia con un mayor riesgo de depresión.

Aunque se desconoce el mecanismo que asocia a los alimentos ultraprocesados con la depresión, datos experimentales recientes sugieren que los edulcorantes artificiales provocan una transmisión purinérgica en el cerebro, que puede estar implicada en la etiopatogenia de la depresión.

Las fortalezas de este estudio incluyen:

  • La muestra grande
  • El diseño prospectivo
  • La tasa alta de seguimiento
  • El ajuste por múltiples factores de confusión
  • Y las herramientas de evaluación dietética, ampliamente validadas.

Este estudio tuvo limitaciones. La cohorte incluyó principalmente mujeres blancas no hispanas. Además, sin entrevistas clínicas estructuradas, se puede considerar que podría haber existido una clasificación errónea de los resultados.

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Sobre el autor

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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