Revisamos en INFOMED, a partir de UpToDate (1), un programa de actualización médica continua, la dermatitis atópica o eccema, una patología que afecta entre el 5-20% de los niños a nivel mundial, y al 10-14% de los adultos.
¿Qué es el eccema?
El eccema es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que provoca prurito (picazón) y descamación.
También puede llamarse “dermatitis atópica”. Ocurre principalmente en niños, pero también está presente en adultos.
En la mayoría de los individuos se presenta antes de los 5 años, con una leve preponderancia en mujeres. Persiste en la edad adulta en alrededor de un 50% de los pacientes diagnosticados en la infancia. Si se presenta en los primeros 6 meses de vida, suele asociarse con formas más severas.
Con frecuencia, el eccema aparece en personas que tienen alergia, la que está relacionada con niveles elevados de inmunoglobulina E, en una persona con historia personal o familiar de atopia. Muchos de ellos tienen rinitis alérgica, asma y eccema. Muchas veces no se logra encontrar la causa.
La sensibilización o exposición a alérgenos del ambiente o de la comida está claramente asociada en la mayoría de quienes lo padecen.
¿Cuáles son los factores de riesgo para presentar eccema?
Hay factores de riesgo genéticos, tales como una historia familiar de alergia (70% de los casos) y la disfunción de una proteína de la piel, la filagrina (FLG), y ambientales, tales como el clima, vivir en una zona urbana, la polución ambiental, la exposición a ciertos microorganismos no patógenos y la «dureza» del agua (presencia de carbonato de calcio en el agua doméstica en algunas regiones geográficas).
¿Por qué se produce?
Intervienen distintos mecanismos en la generación del eccema, entre los que se incluyen la disfunción de la barrera de la piel y la desregulación del sistema inmune. Todo esto lleva a una inflamación crónica de la piel.
¿Cuáles son los síntomas del eccema?
- Picazón o prurito intenso.
- Cambio de color de la piel. En las personas de piel clara, las zonas con eccema podrían verse de color rojo o rosado. En las personas de piel oscura, podrían aparecer de color marrón oscuro, púrpura o gris. A veces aparece una zona de piel más clara que la piel de alrededor.
- Pequeños bultos. Podrían parecerse a puntos o un aspecto de «carne de gallina».
- Piel descamada.
La mayoría de las personas con eccema tiene sus primeros síntomas antes de cumplir los 5 años, pero el eccema puede tener distintos aspectos en personas de diferentes edades:
- En los bebés y niños menores de 2 años, el eccema tiende a afectar la parte delantera de los brazos y las piernas, las mejillas o el cuero cabelludo (en general, respeta la zona del pañal).
- En los niños mayores y en los adultos, el eccema con frecuencia afecta los costados del cuello, los pliegues de los codos y la parte trasera de las rodillas. Los adultos también pueden desarrollarlo en las muñecas, las manos, los antebrazos y la cara.
- En los niños mayores y en los adultos, la piel se puede engrosar con el tiempo, e incluso pueden formarse cicatrices por rascarse demasiado.
¿Existe alguna prueba para detectar el eccema?
No, no hay ninguna prueba específica: el diagnóstico es puramente clínico.
¿Qué se puede hacer para aliviar los síntomas?
Se puede usar ungüentos y cremas humectantes espesas y sin perfume, para evitar que se reseque la piel. Si es posible, también se puede tratar de evitar o limitar las cosas que pueden empeorar el eccema, como por ejemplo:
- Sentir mucho calor o transpirar demasiado
- Ambientes con aire muy seco
- Disminuir el estrés
- Cambios repentinos de temperatura
- Productos de limpieza o jabones irritantes
- Perfumes
- Lanas o tejidos sintéticos (como el poliéster)
¿Cómo se trata el eccema?
Existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas del eccema, pero no se puede curar.
Estos son algunos de los tratamientos para el eccema:
Ungüentos o cremas humectantes
Estas ayudan a mantener la piel humectada. En algunos casos, el médico podría sugerir que utilice un vendaje húmedo sobre cremas especiales. Suele ser mejor aplicarse la crema o el ungüento inmediatamente después del baño o la ducha.
Algunas personas también prueban productos que se aplican en la bañera, como aceite o cereal de avena, pero se ha descubierto que estos no ayudan a aliviar los síntomas del eccema.
Cremas y ungüentos con esteroides
Pueden ayudar con el dolor y la inflamación. En casos graves, se pueden usar corticoides vía oral.
Antihistamínicos orales
Algunas personas con eccema tienen alivio del prurito con el uso de antihistamínicos.
Muchas personas que sufren de eccema observan que la picazón empeora durante la noche, lo cual puede afectar la capacidad para conciliar el sueño. Si tiene este problema, es posible que se le recomiende al paciente un antihistamínico que además lo ayude a dormir.
Terapia de luz
No se usa mucho. Se expone la piel a una luz ultravioleta. En general, este tratamiento se realiza en el consultorio del médico. Se suele recomendar la terapia de luz a los pacientes que no mejoran con otros tratamientos, como una técnica de rescate.
Tratamientos que modifican el funcionamiento del sistema inmunitario
Estos son solo para las personas que no mejoran con las opciones de tratamiento más seguras.
¿El eccema se puede prevenir?
Los expertos no saben si hay algún modo de prevenir el eccema. Los bebés que tienen uno de los padres, un hermano o una hermana con eccema tienen más riesgo de padecerlo.
En el caso de esos bebés, un buen cuidado de la piel podría ser de ayuda, especialmente si viven en zonas frías o secas.
Un buen cuidado de la piel consiste en aplicar cremas o ungüentos humectantes, entre otras cosas. Sin embargo, los médicos todavía no saben si eso realmente ayuda a prevenir el eccema más adelante.