La Organización Mundial de la Salud (OMS), en una Declaración Interina (1), ya comentada en The BMJ (2), revisó la evidencia disponible acerca de la cuarta dosis en la población general. Éstos son los puntos destacados.
La OMS afirmó en una Declaración Interina que el segundo refuerzo (cuarta dosis de vacuna Covid-19 en la mayoría de los inoculados), tiene beneficios sustanciales a corto plazo en trabajadores de la salud, en las personas de 60 o más años, y en los individuos con condiciones que generen inmunocompromiso.
El primer refuerzo en general debe recibirse entre los 4 y 6 meses del esquema primario, más con circulación de Ómicron. Los refuerzos pueden ser homólogos (misma vacuna que el esquema inicial), tanto como heterólogos (reforzar con otro tipo de vacuna).
Los datos iniciales sobre el efecto de la cuarta dosis en los individuos que no pertenecen a los grupos antes enumerados, sugieren que los beneficios en estos son mínimos. Es decir, una persona joven, sin comorbilidades, y que no trabaja en salud tiene beneficios, pero menos importantes, que las personas mayores de 60, como comorbilidades o que sean trabajadores de la salud.
La OMS afirma esto tras revisar 6 estudios israelíes y 1 estudio canadiense. Todos fueron con circulación de Ómicron.
6 estudios evaluaron la efectividad de un refuerzo de vacunas ARNm a 4 meses de la tercera dosis, en comparación con individuos que habían recibido solo 3 dosis.
Otro estudio comparó a individuos con 4 dosis de vacunas con individuos no vacunados. Este estudio mostró que cada dosis de vacuna aumenta la protección de esta contra la enfermedad grave: a 84 días de la tercera dosis la efectividad de la vacuna contra la enfermedad grave es del 82%, y esta aumenta a 92%, a 7 días de la cuarta dosis. La cuarta dosis disminuyó también el riesgo de infecciones irruptivas.
El tiempo máximo de seguimiento de todos los estudios revisados fue de 10 semanas, un tiempo muy corto como para sacar conclusiones definitivas.
En individuos inmunocomprometidos ya se está evaluando la aplicación de la quinta dosis.
Al analizar qué vacunas se van a necesitar, la OMS planteó la necesidad de tener una vacuna contra todos los coronavirus (vacuna contra pan-SARS-CoV-2 o pan-sarbecovirus). Una vacuna así, con una cobertura más amplia, sería muy útil contra las variantes circulantes y emergentes, con gran protección contra la enfermedad grave.