Se publicó en The Lancet, La pandemia de COVID-19 perturbó la dinámica de los virus respiratorios (1), una excelente nota Editorial en la que abordan la situación actual de los distintos virus respiratorios conocidos, de cara al futuro. Resumimos los pasajes más destacados.
»Winter is coming…»
El invierno viene de la mano de una mayor cantidad de virus respiratorios, ya que las personas pasan más tiempo juntas en espacios interiores, y el aire frío y seco permite que los virus sobrevivan en el medio, e infecten a las personas con mayor facilidad. Es por esto que, durante el invierno, nos enfermamos más, en lo que a lo respiratorio respecta.
Los últimos 2 inviernos fueron muy diferentes. En las temporadas de invierno 2020-21 y 2021-22, las tasas de COVID-19 fueron altas, y las personas se distanciaron físicamente y usaron máscaras.
Esto significó que las tasas de influenza, Virus Sincicial Respiratorio (VSR), rinovirus y otras infecciones virales respiratorias fueron muy bajas, en comparación con inviernos anteriores. Esto fue analizado anteriormente en otras investigaciones publicadas por el CDC de los Estados Unidos, por ejemplo (2).
A medida que ingresamos a los meses más cálidos del verano en 2022 (recordemos que este comentario editorial se refiere a los meses de verano del hemisferio norte, o sea, de junio a septiembre), cuando las tasas de las infecciones virales respiratorias normalmente serían muy bajas o inexistentes, algunos países han visto cambios estacionales inusuales en la prevalencia del VSR, influenza y parainfluenza.
Muchas restricciones de salud pública relacionadas con la pandemia, se han levantado lentamente en los últimos meses:
- Los barbijos pasaron a ser opcionales en muchos lugares
- Las personas ya no cumplen el distanciamiento físico
- Se reanudaron las grandes reuniones públicas en interiores
Por todo esto, los virus ahora se pueden propagar más fácilmente. Pero es probable que el aumento de las enfermedades respiratorias se deba, no solo a la reducción de las medidas de mitigación de la COVID-19, sino también a la llamada deuda de inmunidad.
¿Qué es la deuda de inmunidad?
Los largos períodos sin infección han afectado la respuesta de la memoria inmunológica de los individuos.
Para las infecciones endémicas, la cantidad de casos de infección generalmente depende de la velocidad a la que las personas pierden la inmunidad. Por lo tanto, cuanto más tiempo no estén expuestas las personas a estos virus, más débiles serán sus sistemas inmunológicos para prevenir infecciones.
Los países están viendo no solo un aumento en las tasas de estas infecciones respiratorias, sino también un aumento en la gravedad de la infección. Es decir, virus conocidos, generando infecciones más graves de lo habitual.
Si las personas no están expuestas a los patógenos durante un período prolongado, la inmunidad de las mucosas a las infecciones comienza a disminuir.
Cuanto más largo sea este período de tiempo, más probable es que su inmunidad sistémica a la infección grave también disminuya, lo que significa que es más probable que se enfermen gravemente cuando se infecten.
Gripe e influenza
Australia está experimentando un aumento en los casos de influenza con una alta tasa de mortalidad, combinado con un mayor número de casos de COVID-19 que los que el país ha visto en años anteriores de la pandemia.
La amenaza de esta combinación de altas tasas de influenza y COVID-19, lo que algunos llamaron una «twindemia» o epidemia «gemela» (3), fue preocupación para varios países durante la pandemia, pero afortunadamente no se hizo realidad debido a la discordancia en los tiempos de las olas de infección de influenza y Covid-19.
No está claro cómo responderán los virus respiratorios al nuevo panorama inmunológico, y diferentes países están viendo diferentes patrones de virus.
Otros virus
En Países Bajos, dicen que están viendo un aumento sostenido en los casos de VSR, y que la temporada prolongada no muestra signos de desaceleración. Se desconocen las razones de esto.
También será interesante ver qué efecto tiene la tasa más baja de enfermedades respiratorias en los niños nacidos durante la pandemia, que no estuvieron expuestos a las 6 u 8 infecciones de las vías respiratorias superiores por año, que son normales en los niños pequeños.
El seguimiento de estos niños a medida que maduran, brindará información importante sobre los vínculos entre las enfermedades virales, el desarrollo pulmonar y las enfermedades respiratorias como el asma. No está claro cuándo regresará un patrón más predecible de virus respiratorios.
¿Qué medidas se deben tomar para reducir los riesgos de infección?
La vacunación contra el SARS-CoV-2, la influenza y la neumonía es vital para reducir el riesgo de enfermedad grave.
Hubo una disminución en la aceptación de las vacunas en algunos países durante la pandemia.
La vacunación es especialmente importante en los grupos de riesgo, como las mujeres embarazadas y las personas mayores de 65 años, y el uso prudente de antivirales en esos en riesgo de enfermedad grave también va a ser importante.
El mayor impacto de todos estos virus es la falta de personal de atención médica, fruto de las licencias por infección y aislamiento. Además, las tasas de agotamiento o «burnout», son altas (4).
El futuro de las infecciones respiratorias
La nueva dinámica de las infecciones por virus respiratorios requerirá una mejor comprensión de cómo se han alterado los patrones circulatorios en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Los sistemas de atención de la salud deberán evaluar las implicaciones de los patrones cambiantes de infección para administrar el personal y los recursos, ya que las presiones pueden ocurrir en diferentes momentos, y los países deben continuar registrando y compartiendo datos de vigilancia para que todos podamos aprender y estar preparados en estos tiempos inciertos.
Respecto al comentario editorial del 4 de julio, en The Lancet Respiratory Medicine
Referido al hemisferio norte, cita que los inviernos 2020-21 y 2021-22, han presentado altas tasas de Covid 19, y una muy baja incidencia de virus respiratorios, en relación directa con las medidas no farmacológicas ya conocidas.
Podríamos resumir tres puntos:
- Largos períodos sin infección, afectaron la respuesta de memoria inmune
- Incremento de las infecciones respiratorias y su gravedad
- La vacunación es de vital importancia
Comprender la dinámica de los virus respiratorios requerirá de nuestra atención. Más aún, cuando ya está ocurriendo en nuestro país, tanto con la aparición de influenza durante el último verano, como la internación actual de casos con virus estacionales, en los hospitales pediátricos, con altos requerimientos de cuidados intensivos.