Un grupo de investigadores de la Universidad Shangai, presentó un estudio en la conferencia de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Chicago, en el que encontraron que el ayuno intermitente puede aumentar la mortalidad cardiovascular, en ciertos pacientes. Lo resumimos en INFOMED (1).
PUNTOS CLAVE
- En los últimos años, las dietas basadas en la restricción del tiempo de comidas, o ayuno intermitente, se han vuelto muy populares. Distintos estudios encontraron variados beneficios sobre la salud.
- Un estudio de más de 20.000 adultos encontró que aquellos que seguían un horario de alimentación restringido de 8 horas, un tipo de ayuno intermitente, tenían un riesgo 91% mayor de muerte por enfermedad cardiovascular.
- Las personas con enfermedades cardíacas o cáncer también tenían un mayor riesgo de muerte cardiovascular.
- En comparación con un horario estándar de alimentación de 12 a 16 horas por día, limitar la ingesta de alimentos a menos de 8 horas por día no se asoció con vivir más tiempo.
- Las personas que seguían un patrón de comer todos sus alimentos en menos de 8 horas al día, tenían un 91% más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
- El mayor riesgo de muerte cardiovascular también se observó en personas que padecían enfermedades cardíacas o cáncer.
- Entre las personas con enfermedades cardiovasculares existentes, comer durante no menos de 8, pero menos de 10 horas por día, también se asoció con un 66% más de riesgo de muerte por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
- Comer con tiempo restringido no redujo el riesgo general de muerte por cualquier causa.
- Comer más de 16 horas al día se asoció con un menor riesgo de mortalidad por cáncer.
No tan beneficioso…
Una nueva investigación encontró que el ayuno intermitente (alimentación con restricción de tiempo, o «time restricted fasting»), una popular estrategia de pérdida de peso, que limita las horas durante las cuales se pueden consumir calorías, puede casi duplicar el riesgo a largo plazo de morir por enfermedad cardiovascular, especialmente en las personas con enfermedad cardiovascular subyacente, o cáncer.
Estudios anteriores han sugerido que el patrón de alimentación puede reducir los factores de riesgo cardiovascular a corto plazo.
La alimentación con restricción de tiempo ha ganado popularidad como una intervención dietética que limita el consumo diario de alimentos a un período de 4 a 12 horas.
El nuevo estudio
Un grupo de investigadores de la Universidad de Shangai, China, postuló la hipótesis de que el ayuno intermitente se asocia con una reducción del riesgo de morir por todas las causas, y por causas específicas.
Para probar esto, incluyeron participantes de al menos 20 años, que completaron 2 encuestas dietéticas de 24 horas, y reportaron su ingesta habitual en ambas.
Estos pacientes se tomaron de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición en 2003 y en 2018.
El estado de «mortalidad» a diciembre del 2019 se obtuvo mediante vinculación con el Índice Nacional de Defunciones.
Una ocasión de «comer» requería consumir más de 5 kcal de alimentos o bebidas.
Calcularon acá el impacto de comer en una ventana de 8 horas (es decir, ayunar 16, comer en 8, un régimen 16:8, la forma más popular de hacer el ayuno intermitente).
Se calculó el intervalo de ayuno entre las comidas. La duración de los tiempos de comidas se clasificó como:
- <8 horas (ventana más usada en el ayuno intermitente, que implica no comer por 16 horas)
- 8 a 10 horas
- 10 a <12 horas
- 12-16 (grupo de referencia; duración media en adultos en Estados Unidos)
- >16 horas
Se emplearon modelos multivariables de riesgos proporcionales de Cox para estimar la asociación de la duración de la ingesta de alimentos con la mortalidad por todas las causas y por causas específicas en la muestra general y entre adultos con enfermedades cardiovasculares o cáncer.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
Entre los 20.078 adultos incluidos, la edad media fue de 48.5 (0.3) años, el 50% eran hombres, y el 73.3% eran blancos no hispanos.
Durante una mediana de seguimiento de 8 años ocurrieron 2.797 muertes por todas las causas, incluidas 840 muertes cardiovasculares y 643 muertes por cáncer.
En comparación con una duración de la comida de 12 a 16 horas (el patrón más común de alimentación), la duración del tiempo de comidas < 8 horas se asoció significativamente con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular (HR Hazard Ratio o razón de riesgos, 1.96).
Esta asociación también se observó en adultos con enfermedad cardiovascular (HR, 2.06) y adultos con cáncer (HR, 2.72).
Otras duraciones de las comidas no se asociaron con la mortalidad cardiovascular, excepto la duración de las comidas de 8 a <10 horas en personas con enfermedad cardiovascular (HR, 1.64).
No se encontraron asociaciones significativas entre la duración de las comidas y la mortalidad por todas las causas o por cáncer en la muestra general y las submuestras enfermas, excepto que la duración de las comidas >16 horas se asoció con un menor riesgo de mortalidad por cáncer en personas con cáncer (HR, 0.46).
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
En adultos estadounidenses, la estrategia de ayuno intermitente, con una duración del tiempo de alimentación < 8 horas, se asoció significativamente con un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular en la población general, así como en personas con enfermedades cardiovasculares o cáncer.
Estos hallazgos no respaldan el uso a largo plazo de 16:8 TRE para prevenir la muerte cardiovascular