Puntos Clave
- El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común y la segunda causa de muerte por cáncer a nivel mundial. A pesar de los tratamientos, entre el 20 y el 40% de los pacientes presenta una recurrencia.
- Además, la cirugía y la quimioterapia adyuvante tiene efectos secundarios que deterioran la calidad de vida, y reducen la funcionalidad física.
- Estudios preclínicos mostraron que el ejercicio puede reducir el crecimiento del cáncer, incluido el de colon.
- En estudios observacionales se vió que los pacientes con cáncer colorrectal que realizan una mayor cantidad de actividad física recreativa después del tratamiento, tienen un menor riesgo de recurrencia del cáncer y muerte, incluidos aquellos con cáncer de colon en estadio III.
- Aunque estos hallazgos sugieren un beneficio de supervivencia relacionado con el ejercicio, los resultados no son concluyentes, dadas las limitaciones metodológicas de los diseños observacionales.
- Para abordar esta brecha en el conocimiento, un grupo canadiense de oncólogos diseño el estudio CHALLENGE, un ensayo aleatorizado de fase 3 que compara los efectos de proporcionar materiales de educación para la salud sólos, o dichos materiales junto con un programa de ejercicio estructurado de 3 años, en pacientes con el antecedente de un cáncer de colon que habían completado la quimioterapia adyuvante.
- El principal resultado final fue la supervivencia libre de enfermedad.
- Los criterios de valoración secundarios fueron la supervivencia global, el funcionamiento físico informado por el paciente, el funcionamiento físico objetivo y la condición física, y la actividad física recreativa de moderada a vigorosa.
El tercero más frecuente
El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común y la segunda causa de muerte por cáncer a nivel mundial.
El tratamiento estándar del cáncer de colon en estadio III o estadio II de alto riesgo incluye la cirugía, seguida de una quimioterapia, ya sea FOLFOX (5-fluorouracilo y oxaliplatino), CAPOX (capecitabina y oxaliplatino) o una monoterapia con fluoropirimidina durante 3 a 6 meses.
A pesar de estos tratamientos, entre el 20 y el 40% de los pacientes presenta una recurrencia.
Además, la cirugía y la quimioterapia adyuvante tiene efectos secundarios que deterioran la calidad de vida, y reducen la funcionalidad física.
¿Si probamos con el ejercicio?
Estudios preclínicos mostraron que el ejercicio puede reducir el crecimiento del cáncer, incluido el de colon.
Además, en estudios observacionales se vio que los pacientes con cáncer colorrectal que realizan una mayor cantidad de actividad física recreativa después del tratamiento, tienen un menor riesgo de recurrencia del cáncer y muerte, incluidos aquellos con cáncer de colon en estadio III.
Los mecanismos que podrían explicar estas asociaciones incluyen los efectos del ejercicio sobre los factores de crecimiento metabólico, la inflamación y la función inmunitaria.
Aunque estos hallazgos sugieren un beneficio de supervivencia relacionado con el ejercicio, los resultados no son concluyentes, dadas las limitaciones metodológicas de los diseños observacionales.
Un nuevo estudio en busca de evidencia
Para abordar esta brecha en el conocimiento, un grupo canadiense de oncólogos diseño el estudio CHALLENGE, un ensayo aleatorizado de fase 3 que compara los efectos de proporcionar materiales de educación para la salud solos, o dichos materiales junto con un programa de ejercicio estructurado de 3 años, en pacientes con el antecedente de un cáncer de colon que habían completado la quimioterapia adyuvante.
Los requisitos para ser incluidos en este estudio fueron:
- Resección completa de adenocarcinoma de colon en estadio III o estadio II de alto riesgo (este último definido como un tumor T4 con resección de menos de 12 ganglios linfáticos y hallazgos histológicos pobremente diferenciados).
- Haber completado la quimioterapia adyuvante en los últimos 2 a 6 meses.
- Tener una puntuación de estado funcional del Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG) de 0 o 1 (en una escala de 5 puntos, donde los números más altos reflejan una mayor discapacidad).
- Hacer ejercicio fisico en forma regular, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (> 150 minutos por semana de intensidad moderada a vigorosa), y que fueran capaces de completar al menos 2 etapas de una prueba de esfuerzo submáxima en una cinta (caminar a un ritmo tranquilo durante 6 minutos) o la prueba de caminata de 6 minutos.
Los pacientes del grupo de educación para la salud recibieron materiales generales de educación para la salud que promovían la actividad física y la nutrición saludable, además de la vigilancia estándar.
Los del grupo de ejercicio recibieron los mismos materiales, además de una guía de ejercicios desarrollada para sobrevivientes de cáncer de colon y apoyo de un consultor certificado en actividad física durante 3 años. Este programa de apoyo consistió en 17 técnicas basadas en evidencia para el cambio de comportamiento 14 impartidas en 3 fases:
- Fase 1. En los primeros 6 meses del programa los pacientes asistieron a un total de 12 sesiones obligatorias de apoyo conductual presenciales programadas cada 2 semanas, combinadas con 12 sesiones obligatorias de ejercicio supervisado más 12 sesiones recomendadas de ejercicio supervisado durante semanas alternas.
- Fase 2. Durante los segundos 6 meses, los pacientes asistieron a 12 sesiones obligatorias de apoyo conductual (ya sea presenciales o remotamente por teléfono o video) cada 2 semanas, combinadas con una sesión de ejercicio supervisado si el paciente asistía presencialmente.
- Fase 3. Durante los últimos 2 años, los pacientes asistieron a 24 sesiones obligatorias mensuales de apoyo conductual, presenciales o remotas, combinadas con una sesión de ejercicio supervisada si el paciente asistía en persona.
El principal resultado final fue la supervivencia libre de enfermedad.
Los criterios de valoración secundarios fueron la supervivencia global, el funcionamiento físico informado por el paciente, el funcionamiento físico objetivo y la condición física, y la actividad física recreativa de moderada a vigorosa.
El estudio se publicó en The NEJM.
Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?
Entre 2009 y 2024 reclutaron un total de 889 pacientes en 55 centros médicos de Canadá, el Reino Unido y Australia.
Estos 889 pacientes fueron aleatorizados al grupo de:
- Ejercicio (445 pacientes).
- Educación para la salud (444 pacientes).
La mediana de seguimiento fue de 7.9 años. La edad media fue de 61 años, y el 51% fueron mujeres. El 90% tuvo una enfermedad estadio III, y el 61% había recibido FOLFOX.
La recurrencia de la enfermedad, un nuevo cáncer primario o la muerte se vio en 224 pacientes: 93 del grupo ejercicio, versus 131 del grupo educación sola.
107 murieron por cualquier causa: 41 en el grupo ejercicio, versus 66 el grupo educación sola.
La supervivencia libre de enfermedad fue significativamente mayor en el grupo de ejercicio que en el grupo de educación para la salud: el cociente de riesgo de recurrencia de la enfermedad, cáncer primario de nueva aparición o fallecimiento fue de 0.72. Esto que decir que el grupo de ejercicio fisico tuvo un 28% más supervivencia que el grupo de educación médica sola.
La supervivencia libre de enfermedad a 5 años fue del 80.3% en el grupo de ejercicio y del 73.9% en el grupo de educación para la salud: vemos acá una diferencia de 6.4 puntos porcentuales. La mejora en la supervivencia libre de enfermedad a partir del ejercicio fue impulsada principalmente por reducciones en la recurrencia hepática (3.6% frente a 6.5%) y nuevos cánceres primarios (5.2% frente a 9.7%), particularmente cánceres de mama (0.4% frente a 2.7%), próstata (1.1% frente a 2%) y colorrectal (0% frente a 1.1%).
Los resultados respaldan una mayor supervivencia global en el grupo de ejercicio que en el grupo de educación para la salud (cociente de riesgo de muerte: 0.63).
La supervivencia global a 8 años fue del 90.3% en el grupo de ejercicio y del 83.2% en el grupo de educación para la salud (diferencia: 7.1 puntos porcentuales).
Los eventos adversos musculoesqueléticos se presentaron con mayor frecuencia en el grupo de ejercicio que en el grupo de educación para la salud (en el 18.5% frente al 11.5% de los pacientes).
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?
Un programa de ejercicio estructurado de 3 años, iniciado poco después de la quimioterapia adyuvante para el cáncer de colon, resultó en una supervivencia libre de enfermedad significativamente más prolongada y hallazgos consistentes con una supervivencia general más prolongada.