Revisamos en INFOMED una investigación recientemente publicada en el British Journal of Sports Medicine, en la que analizan qué tipo de ejercicios ayudan más a bajar la presión arterial (1). Los resultados sorprenden.
PUNTOS CLAVE
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Todos los ejercicios son buenos para la presión arterial. Siempre decimos que el ejercicio aeróbico es el que tiene mayores beneficios sobre la salud cardiovascular, basados en recomendaciones de hace varios años.
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Un grupo de investigadores llevó adelante una revisión sistemática y un metanálisis en red de 270 ensayos clínicos controlados aleatorizados, publicados entre 1990 y febrero de 2023, con casi 16.000 participantes en total.
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Llegaron a la conclusión que los ejercicios isométricos, que son aquellos que involucran la participación de músculos que se mantienen en tensión durante 10 a 60 segundos, pero sin movimiento de las articulaciones, son los que logran efectos de mayor magnitud para reducir los valores sistólicos y diastólicos.
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El ejercicio isométrico (estático) es más efectivo que el aeróbico para bajar la presión arterial. Esto nos ayuda, en la práctica diaria, para aconsejar a nuestros pacientes sobre las modalidades de ejercicio que pueden llegar a tener más beneficios sobre la salud cardiovascular.
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo modificable de morbilidad y mortalidad. La presión arterial dentro de los niveles óptimos se asocia linealmente con una disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular.
El ejercicio es una medida no farmacológica sumamente efectiva para disminuir el riesgo cardiovascular, y la mortalidad. Además, no tiene costo alguno.
Todos los tipos de ejercicios son buenos para la salud cardiovascular, y para controlar la presión arterial en particular.
Es común pensar que, los ejercicios del tipo aeróbicos, como trotar o andar en bicicleta, son los que tienen más beneficios sobre la salud cardiovascular. Es por esto que esta modalidad es la que más recomendamos en la práctica diaria a nuestros pacientes.
No obstante, las recomendaciones actuales de ejercicios para bajar la presión arterial se basan en datos antiguos, que deberían actualizarse, quizás con la inclusión de otras modalidades, como HIIT (high intensity interval training) y el entrenamiento con ejercicios isométricos.
Una nueva revisión sobre ejercicio y efectos sobre la presión arterial
Un grupo de investigadores británicos realizó una revisión sistemática y metanálisis en red sobre los efectos de todos los modos relevantes de entrenamientos con ejercicios, sobre la presión arterial en reposo, para establecer prácticas óptimas de prescripción de ejercicios.
Incluyeron ensayos controlados aleatorios, publicados entre 1990 y febrero de 2023, en particular todos los trabajos relevantes que informaron reducciones en la presión arterial sistólica (PAS) y/o la presión arterial diastólica (PAD) después de una intervención de ejercicio de ≥ 2 semanas, con un grupo de control sin intervención.
Todos los protocolos se estratificaron en una de las 5 siguientes categorías principales de modo de ejercicio:
- Entrenamiento de ejercicio aeróbico (por ejemplo, caminar, correr, andar en bicicleta)
- Entrenamiento de resistencia dinámica (RT o dynamic resistance training)
- Entrenamiento combinado (CT o combined training)
- Entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT, de High-Intensity Interval Training)
Esta revisión define HIIT como ‘sesiones cortas episódicas de ejercicio de alta intensidad separadas por períodos cortos de recuperación a una intensidad más baja’.
El entrenamiento interválico aeróbico AIT consistió en protocolos de 4×4 min de menor intensidad. En este se incluye a:
- Entrenamiento a intervalos de velocidad (SIT, con «sprints» o piques)
- Entrenamiento aeróbico a intervalos (AIT)
- Entrenamiento de ejercicios isométricos
Comúnmente emplean protocolos de contracciones de 4×2 min, separadas por intervalos de descanso de 1 a 4 min, realizadas tres veces por semana.
En este se incluyen:
- Handgrip o prensa de mano isométrica (IHG o isometric handgrip). En general se indica aplicar una fuerza equivalente al 30% de contracción voluntaria máxima
- Extensión de piernas isométrica (ILE o isometric leg extension)
- Squats o «sentadillas apoyadas en la pared» (IWS o isometric wall squat)
De acuerdo con las guías de la Sociedad Europea de Hipertensión/Sociedad Europea de Cardiología (ESC/ESH)5, los subgrupos de estado de PAS y PAD se categorizaron como normotensión, prehipertensión o hipertensión, con valores iguales a <130/85 mm Hg 130–139. /85–89 mm Hg o >140/90 mm Hg, respectivamente.
Los resultados: ¿qué encontraron en este estudio?
En el análisis final se incluyeron 270 ensayos controlados aleatorios, con un tamaño de muestra combinado de 15.827 participantes.
Los análisis por pares demostraron reducciones significativas en la PAS y la PAD en reposo después del entrenamiento con ejercicios:
- Aeróbicos (−4,49/–2,53 mm Hg, p<0,001)
- Entrenamiento de resistencia dinámica (–4,55/–3,04 mm Hg, p<0,001)
- Entrenamiento combinado (–6,04 /–2,54 mm Hg, p<0,001)
- Entrenamiento interválico de alta intensidad (–4,08/–2,50 mm Hg, p<0,001)
- Entrenamiento isométrico (–8,24/–4,00 mm Hg, p<0,001)
Para poder comparar los efectos del tratamiento, usaron la superficie bajo la curva de clasificación acumulativa (SUCRA, por su sigla en inglés), una transformación simple de la clasificación media, se utiliza para proporcionar una jerarquía de los tratamientos y da cuenta tanto de la ubicación como de la varianza de todos los efectos relativos del tratamiento.
Como se muestra en el metanálisis en red, el orden de rango de efectividad, el tipo de ejercicios que tuvo un mayor efecto fue el entrenamiento con:
- Ejercicios isométricos (SUCRA, 98.3%)
- Entrenamiento combinado (SUCRA, 75,7%).
- Entrenamiento de fuerza dinámico (SUCRA, 46.1%).
- Entrenamiento aeróbico (SUCRA, 40.5%).
- Entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) (SUCRA, 39.4%).
Los metanálisis de redes secundarias revelaron que la sentadilla isométrica contra la pared, y la carrera, son los submodos más efectivos para reducir la PAS y la PAD, respectivamente.
Las conclusiones: ¿qué nos deja este estudio?
Esta revisión sistemática a gran escala y metanálisis en red de 270 ensayos controlados aleatorios, demuestra las prácticas óptimas de prescripción de ejercicio en el control de la presión arterial en reposo.
Varios modos de entrenamiento con ejercicios mejoran la presión arterial en reposo, particularmente el ejercicio isométrico.
Los resultados de este análisis deberían informar las futuras recomendaciones de las guías de ejercicio para la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial.
Referencias