Con un promedio de más de 100 mil casos de Covid-19 por día, una nueva subvariante de Ómicron trepa por sobre las otras en contagios. Revisamos la nota publicada en The New York Times (NYT) el 24 de mayo (1).
BA.2.12.1, una subvariante de BA.2, es la responsable de la mayor parte de los últimos contagios en los Estados Unidos: representa el 58% de los casos nuevos, según el CDC, para la semana del 21 de mayo. En Nueva York ya representaba, a mediados de abril, el 90% de los contagios, junto con BA.2.12.
El número de casos está subiendo en casi todos los Estados. Cerca de 25 mil personas permanecen hospitalizadas con el virus, un 28% más que en las 2 semanas anteriores.
Respecto a enero 2020, los casos están en el 44%, las hospitalizaciones en el 19%, y las muertes en el 11%, pero subiendo.
En Nueva York las subvariantes de Ómicron impulsan la «Quinta Ola» y ponen a la ciudad en «alerta roja de» Covid-19.
No hay datos que permitan afirmar que esta subvariante sea más virulenta que las anteriores (es decir, que genere una enfermedad más grave, con más hospitalizaciones y uso de cuidados intensivos). Sí parece ser que se disemina más rápido. Evolucionó a partir de BA.2, que ya era más transmisible que sus predecesoras.
Con este panorama, algunas autoridades de la salud pública empezaron a hablar nuevamente del uso de máscaras, principalmente en lugares interiores, en áreas de alta transmisión, y en el transporte público.
También ponen énfasis en la importancia de la vacunación y de los refuerzos (todas las personas de 50 o más años ya tienen indicación de un segundo refuerzo, si pasaron al menos 4 meses del primero).
En algunos estados, dónde primero empezaron a subir los casos, el número de contagios parece estabilizarse e incluso ceder.
Esta situación comentada en The NYT es espejo de lo que sucede en muchos lugares del mundo: una subvariante de Ómicron, no más letal pero sí más transmisible que impulsa nuevas olas y presiona el sistema de salud, en momentos en que las medidas de atenuación de la pandemia ceden en el mundo.
En Argentina los casos vienen subiendo en forma sostenida, con casi 44 mil casos informados en la última semana, y probablemente, como en muchos otros lugares, un importante subdiagnóstico (2).
