Asociación de la ingesta habitual de alcohol con el riesgo de enfermedad cardiovascular
Autores: Kiran J. Biddinger; Connor A. Emdin, DPhil, Mary E. Haas, 4; Minxian Wang, George Hindy, Patrick T. Ellinor, MD, Sekar Kathiresan, Amit V. Khera, Krishna G. Aragam.
Revista: JAMA
Fecha de publicación: 25/03/2022
Introducción y objetivos
Los estudios observacionales han propuesto consistentemente beneficios cardiovasculares asociados con el consumo leve de alcohol, mientras que análisis recientes han sugerido un posible vínculo causal entre el consumo de alcohol y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, los enfoques tradicionales de la epidemiología asumen una asociación lineal y, por lo tanto, no han evaluado completamente las estimaciones de riesgo de dosis-respuesta en diferentes niveles de consumo de alcohol.
El objetivo de este estudio fue evaluar la asociación de la ingesta habitual de alcohol con el riesgo de enfermedad cardiovascular y evaluar la dirección y magnitud relativa del riesgo cardiovascular asociado con diferentes cantidades de consumo de alcohol.
Métodos y resultados
Este estudio de cohortes utilizó el Biobanco del Reino Unido (2006-2010, seguimiento hasta 2016) para examinar los factores de confusión en las asociaciones epidemiológicas entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares.
Utilizando la aleatorización tradicional (es decir, lineal) y no lineal, se evaluaron las asociaciones potenciales entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares (p. ej., hipertensión y arteriopatía coronaria), así como las formas de asociación correspondientes. El análisis de datos se realizó desde julio de 2019 hasta enero de 2022.
Este estudio incluyó a 371.463 participantes (edad media [DE], 57,0 [7,9] años; 172400 [46%] hombres), que consumieron una media (DE) de 9,2 (10,6) bebidas estándar por semana. 121708 participantes (33%) tenían hipertensión. El consumo ligero a moderado de alcohol se asoció con factores de estilo de vida más saludables, cuyo ajuste atenuó las asociaciones epidemiológicas cardioprotectoras con un consumo moderado.
En los análisis de aleatorización mendeliana lineal, un aumento de 1 DE en el consumo de alcohol predicho se asoció con un riesgo de hipertensión 1,3 veces (IC del 95 %, 1,2-1,4) mayor (P < 0,001) y 1,4 veces (IC del 95 %, 1,1-1,8) mayor riesgo de enfermedad arterial coronaria (p = 0,006).
Los análisis de aleatorización mendeliana no lineal sugirieron asociaciones no lineales entre el consumo de alcohol y la hipertensión y la enfermedad de las arterias coronarias: la ingesta leve de alcohol se asoció con aumentos mínimos en el riesgo cardiovascular, mientras que un consumo mayor se asoció con aumentos exponenciales en el riesgo de enfermedad cardiovascular clínica y subclínica.
Conclusiones
En este estudio de cohortes, los factores de estilo de vida coincidentes y favorables atenuaron los beneficios observados del consumo moderado de alcohol.
La epidemiología sugirió que el consumo de alcohol en todas las cantidades se asoció con un mayor riesgo cardiovascular, pero existen marcadas diferencias de riesgo entre los niveles de ingesta, incluidos los aceptados por las pautas nacionales actuales.
Comentarios
Un posible mecanismo por el cual el consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular es a través de la presión arterial. Un metanálisis de ensayos aleatorizados mostró que una reducción en el consumo de alcohol disminuyó la presión arterial de forma dosis-respuesta en personas que bebían >2 bebidas alcohólicas por día.
El consumo excesivo de alcohol de alto impacto se asocia con mayores probabilidades de niveles clínicamente altos de colesterol sérico total y triglicéridos.
Por el contrario, los estudios de intervención a corto plazo han demostrado que el consumo moderado de alcohol produce cambios favorables en varios biomarcadores cardiovasculares. A nivel poblacional, dada su generalización, es importante desentrañar los riesgos o beneficios del consumo de alcohol.
Ciertas conductas están claramente demostradas como dañinas para el organismo. Ejemplo el consumo excesivo de alcohol es una causa importante de muerte y discapacidad, pero la asociación entre el consumo moderado de alcohol y las enfermedades cardiovasculares es compleja.
En general, los estudios observacionales han demostrado que el consumo de alcohol se asocia positivamente con el riesgo de fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular hemorrágico.
Los estudios observacionales no pueden explicar por completo el sesgo de causalidad inversa y de confusión y, por lo tanto, la causalidad en las asociaciones del consumo de alcohol con diferentes eventos cardiovasculares sigue siendo incierta.
Además, el consumo de alcohol autoinformado puede estar subestimado, lo que lleva a un error de medición en la evaluación del consumo de alcohol, lo que puede resultar en estimaciones de riesgo categóricas atenuadas.