Revisamos la última publicación de The NEJM sobre todo lo que hay que saber de las distintas técnicas de diagnóstico rápido del Covid-19.
Pruebas diagnóstico rápido para SARS-CoV-2, publicado en The NEJM en 7 de enero de este año, resume todo lo que hay que saber sobre estas pruebas, basado en la mejor evidencia disponible.
Estos son los puntos clave:
- Las pruebas de diagnóstico rápido (PDR) que están autorizadas por la FDA de los Estados Unidos para el diagnóstico de la infección por SARS-CoV-2, son de 2 tipos: (1) técnicas moleculares, que amplifican material genético, para detectar genes, e (2) inmunoensayos, basados en antígenos, que detectan proteínas virales.
- La mayor utilidad, y para lo que están aprobadas, es para personas con síntomas de Covid-19, o para personas que son contacto estrecho de una persona con Covid-19, o para personas que han estado expuestas a un entorno de alto riesgo de contagio potencial.
- Las personas con síntomas, deben someterse a las pruebas lo antes posible, y considerar repetir la prueba si el resultado de la primera PDR es negativa, principalmente si la probabilidad pre-test de infección es alta (por ejemplo, un individuo con fiebre, tos y mialgias en un momento de alta circulación viral, como el actual en nuestro país).
- Las personas sin síntomas, con una exposición conocida al SARS-CoV-2 (es decir, que son contacto estrecho), deben someterse a una PDR entre los días 5 y 7 de la exposición (es decir, cuando uno espera que la carga viral sea máxima, teniendo en cuenta el tiempo promedio de incubación), y si esta es negativa, repetir la prueba a las 48 horas. Destacamos acá como, las pruebas rápidas seriadas, en individuos sin síntomas, aumentan la sensibilidad del método.
La PCR tiene una sensibilidad mayor al 70%, con una especificidad de más del 99%, lo que la coloca, aunque imperfecta, en el lugar de estándar de oro para el diagnóstico del Covid-19.
Dentro de las pruebas que detectan ácidos nucleicos está la PCR. Suelen ser más costosas, dependen de instrumentos que solo están en los laboratorios, y tardan más tiempo que otras en generar los resultados (generalmente, 24 horas). Esto hace que no sean tan accesibles, y que no estén al alcance de todos.
En contrapartida, la PCR tiene una sensibilidad mayor al 70%, con una especificidad de más del 99%, lo que la coloca, aunque imperfecta, en el lugar de estándar de oro para el diagnóstico del Covid-19. Además, puede permanecer positiva durante meses, más allá de la enfermedad clínica (más del 50% de las PCR positivas, son en individuos que ya no contagian, es decir, que no eliminan virus con capacidad de desarrollarse en cultivos virales).
3 son las indicaciones para testear, tanto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como del CDC de los Estados Unidos, de mayor a menor probabilidad, antes de realizar la prueba, de dar positivo (probabilidad pre-test), en las que se podría considerar usar una prueba de diagnóstico rápido:
- En primer lugar, las personas con síntomas de Covid-19.
- En segundo lugar, las personas sin síntomas, que son contacto estrecho de una persona con Covid-19.
- En tercer lugar, las personas asintomáticas que han estado expuestas a un entorno de alto riesgo, como por ejemplo, un avión, o en un evento deportivo.
También se podría considerar el uso de una prueba rápida en personas que se quieren reunir, tan cerca de la hora de la reunión como sea posible, aunque con una baja probabilidad pre-test.
Cuando hablamos de pruebas rápidas, tenemos 2 grupos de estas, ambas altamente específicas (especificidad >98%):
Basadas en técnicas moleculares:
En la que se amplifican ácidos nucleicos para detectar genes (una de las bases de la PCR, que está incluida en este grupo, aunque nos sea una técnica rápida en sí). Detectan los genes N, S, D y ORF 1ab (es decir, buscan ARN viral).
La más usada es la amplificación isotérmica por bucle (por ejemplo, RT-LAMP), que da resultados en menos de 1 hora. Generalmente son más sensible que las pruebas de antígenos.
Pruebas basadas en antígenos virales:
Usan inmunoensayos para detectar las proteínas de la superficie viral, incluidas la de la nucleocápside, la proteína S y los dominios de unión al receptor del virus. Estas permanecen positivas por 5 a 12 días desde la fecha de inicio de síntomas, por lo cual son un parámetro mucho más real de la infectividad del paciente, y de la presencia de virus con capacidad de replicarse en cultivos virales.
Se obtienen sus resultados en 15 a 30 minutos, y pueden usarse en domicilio. La mayoría se basan en ensayos de flujo lateral (lateral-flow), en membrana de nitrocelulosa o en tiras reactivas.
El mayor rédito es en personas sintomáticas, entre los días 5 y 7 de la fecha e inicio de síntomas, cuando las cargas virales sin altas. En ese momento, la sensibilidad de la prueba va del 36 al 82% (promedio, 50-75%). Estos son el tipo de pruebas rápidas recientemente aprobadas pata comercializar y usar el domicilio en la Argentina.
Las pruebas de anticuerpos , que detectan Ig G e Ig M contra el virus, aunque pueden dar un resultado en pocos minutos, con una muestra tan pequeña como una gota de sangre, no sirven para el manejo de las infecciones agudas.
El rendimiento clínico de las distintas pruebas depende de la probabilidad pre-test de ser positivo para la prueba (clínica + riesgo de que sea Covid-19, dado por la exposición o en entorno de riesgo), la aplicación de la técnica en sí, y si la muestra es tomada por el mismo paciente o por un personal de salud entrenado.
En la actualidad, en muchos países del mundo, y en la Argentina, las pruebas rápidas de detección comienzan a estar disponibles para la compra en distintos comercios.
La velocidad de los resultados de la pruebas rápidas, principalmente las de antígenos, el hecho de poder adquirirlas en un comercio, y la accesibilidad, pueden ayudar a un mejor control y manejo de la pandemia, al ayudar e identificar los casos más fácilmente.