La presente recomendación del Ministerio de Salud de la Nación sobre esquemas heterólogos de vacunación COVID 19, basada en estudios nacionales e internacionales, viene a llenar un vacío importante surgido de la falta de disponibilidad de vacunas en nuestro país, principalmente del segundo componente de la vacuna de origen ruso Sputnik V.
Mucho se ha hablado y escrito en medios gráficos y visuales sobre la importante demora en la llegada de dicho componente de la vacuna, y de la comprensible angustia e intranquilidad de aquellos pacientes que se encuentran esperando completar su esquema desde hace varias semanas (e incluso meses), distinto a los regímenes publicados en la fase 3 de las investigaciones publicadas.
Esta preocupación se ve reforzada por el hecho de que gran parte de los pacientes que no recibieron la segunda dosis de Sputnik V son mayores de 50 años, constituyendo un grupo de riesgo por edad, y más aun si a esto le agregamos posibles comorbilidades asociadas a la misma (diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades crónicas no transmisibles, cáncer).
La recomendación establece que las personas mayores de 18 años podrán optar voluntariamente por alguna de las siguientes posibilidades:
- Completar preferentemente el esquema con la misma vacuna con la que se inició.
- Completar el esquema con alguna de las siguientes alternativas heterólogas, si la vacuna utilizada como primera dosis no estuviese disponible o si presento anafilaxia o una reacción alérgica grave a la primera dosis.
Aquellos que recibieron la primera dosis de Sputnik V, y excedieron el intervalo mínimo interdosis recomendado, pueden decidir si desean recibir otra vacuna con probada no inferioridad o esperar la llegada del segundo componente de la vacuna rusa para completar esquema.
En cuanto a la vacuna a virus inactivado Sinopharm, debido a la alta disponibilidad de dosis, y a la falta de resultados concluyentes sobre su introducción en los esquemas heterólogos, se mantiene la recomendación de completar esquema con la misma vacuna, y con el intervalo mínimo establecido.
Dichas medidas intentaran paliar de alguna manera la compleja y fraccionada disponibilidad de vacunas en nuestro país, lo que conlleva demoras notorias en los porcentajes de esquemas completos en la población (y por ende el retraso en la conocida inmunidad de rebaño), mientras la pandemia azota con notable incertidumbre nuestra realidad diaria.
Bibliografía: