Revisamos en INFOMED el porqué de esta celebración, la importancia del saneamiento y el acceso al agua potable para la salud de las personas (1).
Saneamiento y agua potable: su importancia (2)
El saneamiento consiste en los métodos y medios para recoger y eliminar las excretas (heces) y las aguas residuales (o servidas, que son aquellas aguas cuya calidad se vio afectada negativamente por la influencia del hombre) de una población, de una manera higiénica, para no poner en peligro la salud de las personas, y de la comunidad en su conjunto.
El saneamiento, junto con el acceso al agua potable, son los recursos más importantes de la salud pública para prevenir las enfermedades infecciosas y proteger la salud de las personas, además de ser esenciales para el desarrollo.
El agua dulce es un recurso esencial para la salud de las personas, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Su escasez es uno de los principales problemas de la humanidad. Esta se debe al agotamiento de los acuíferos, a la contaminación, al cambio climático, y a la sequía, además del fuerte crecimiento de la demanda que acompaña al aumento de la población mundial, que esta semana llegó a los 8 mil millones de personas (3).
La falta de agua potable, y el saneamiento, son los principales responsables de que muchas comunidades del mundo se vean afectadas por enfermedades diarreicas, principalmente en los países en desarrollo, en los que vive más de la mitad de la población mundial.
Todos los años mueren en el mundo alrededor de 500.000 niños menores de 5 años, a causa de enfermedades diarreicas, provocadas principalmente por el agua y los alimentos contaminados. Estas son una de las principales causas de muerte y desnutrición infantil.
Varios gérmenes, que causan enfermedades diarreicas, como cólera, fiebre tifoidea (causada por la bacteria Salmonella Tiphi), polio, leptospitosis, giardiasis, amebiasis y la hepatitis A, usan el agua como vehículo.
Algunas enfermedades dependen de la falta de higiene o de que esta sea precaria, algo que podría mejorar con un mayor acceso al agua. Este es el caso de las enfermedades diarreicas (lavado de manos), enfermedades transmitidas por pulgas (tifus), y salmonella (contaminación de alimentos), entre otras.
Otros microorganismos usan como base el agua, como la esquistosomiasis y dracontiasis (parásitos).
En otras ocasiones, el vector que transmite una enfermedad se reproduce en el agua, o pica en su proximidad. Este es el caso del paludismo (por el parásito plasmodium), la fiebre amarilla, y el dengue, entre otras.
El problema en números
En el año 2020, el 54% de la población mundial (4200 millones de personas) utilizaba un servicio de saneamiento gestionado de forma segura.
Más de 1700 millones de personas siguen sin tener acceso a servicios básicos de saneamiento, como inodoros o letrinas privados. De ellas, 494 millones todavía defecan al aire libre, por ejemplo, en alcantarillas, detrás de arbustos o en masas abiertas de agua.
En el año 2020, el 45% de las aguas residuales domésticas generadas en el mundo se vertieron sin aplicar un tratamiento seguro.
Se estima que al menos el 10% de la población mundial consume alimentos regados con aguas residuales.
Un saneamiento deficiente reduce el bienestar humano, y el desarrollo social y económico a causa de la ansiedad, el riesgo de padecer agresiones sexuales, la pérdida de oportunidades educativas y laborales, y otras consecuencias.
También agrava el retraso del crecimiento y contribuye a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
Al inodoro, en su día… (4)
Desde el año 2013, por iniciativa de las Naciones Unidas, se celebra el 19 de noviembre el Día Mundial del Inodoro o Retrete, para remarcar la importancia de este elemento de la vida diaria para muchos, y crear conciencia sobre alrededor de 3600 millones de personas que viven sin acceso a un saneamiento gestionando de forma segura.
El foco se pone en los efectos de la crisis del saneamiento de las aguas subterráneas, que es el agua dulce proveniente de la infiltración del agua de lluvia, almacenada en poros del subsuelo y grietas de las rocas, conformando los depósitos acuíferos. Cerca del 30% de toda el agua disponible en el mundo, está acá. Un sistema inadecuado de saneamiento puede esparcir los excrementos humanos en ríos, lagos y suelos, contaminado así este recurso hídrico.
El objetivo de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud es alcanzar inodoros seguros para todo el mundo, para el año 2030.
Un saneamiento seguro protege a las aguas subterráneas, ya que los inodoros, correctamente ubicados y conectados a sistemas de saneamiento seguros, recogen, tratan y eliminan los excrementos humanos, y ayudan a evitar que estos se propaguen en el agua.
Incluso la fundación Bill y Melinda Gates lleva invertidos más de 200 millones de dólares desde el año 2011 para reinventar los inodoros, con nuevos prototipos que promuevan el tratamiento ecológico de los desechos (5).