A pesar de los importantes debates e investigaciones que se han desarrollado durante muchos años, el concepto de “normalidad” en el trabajo de parto y el parto no es universal ni está estandarizado.
PUNTOS CLAVE
- La medicalización creciente de los procesos fisiológicos del parto, que ocurre sin complicaciones para la mayoría de las mujeres y los bebés, tiende a debilitar la capacidad de la mujer de dar a luz y puede afectar de manera negativa su experiencia de parto.
- La experiencia en la atención del trabajo de parto y parto es un aspecto fundamental para asegurar una atención de alta calidad y mejores resultados centrados en la mujer, y no simplemente como un complemento de las prácticas clínicas de rutina (algunas de ellas incluso no recomendadas por la evidencia científica).
- La OMS desarrolló un paquete de Recomendaciones (26 nuevas y 30 existentes) para una “experiencia de parto positiva” que se deben implementar a través de profesionales sanitarios amables, competentes y motivados que trabajan en sitios con recursos físicos esenciales disponibles. Las mismas se resumen en los siguientes puntos:
- Trabajo de parto respetado y atención durante el parto
- Apoyo emocional de un acompañante de su elección
- Comunicación efectiva de parte del personal
- Estrategias para el alivio del dolor
- Vigilancia regular del trabajo de parto y continuidad en la atención
- Ingesta de líquido y alimentos por vía oral
- Movilidad en el trabajo de parto y posición de elección en el parto
Introducción
A pesar de los importantes debates e investigaciones que se han desarrollado durante muchos años, el concepto de “normalidad” en el trabajo de parto y el parto no es universal ni está estandarizado.
En las últimas dos décadas, se ha producido un aumento considerable en la aplicación de diversas prácticas de trabajo de parto que permiten iniciar, acelerar, terminar, regular o vigilar el proceso fisiológico de dicho evento con el fin de mejorar los resultados tanto para las mujeres como para los bebés.
Esta medicalización creciente de los procesos de parto, que ocurre sin complicaciones para la mayoría de las mujeres y los bebés, tiende a debilitar la capacidad de la mujer de dar a luz y puede afectar de manera negativa su experiencia de parto. Identificando esta problemática, la OMS desarrolla, con un enfoque holístico basado en los derechos humanos, un Modelo global de cuidados durante el parto.
Promueve el concepto de la experiencia en la atención como un aspecto fundamental para asegurar una atención de alta calidad en el trabajo de parto y el parto y mejores resultados centrados en la mujer y sus bebés, y no simplemente como un complemento de las prácticas clínicas de rutina.
Se define una “experiencia de parto positiva” como la experiencia que cumple o supera las creencias y expectativas personales y socioculturales previas de la mujer:
- Dar a luz a un bebé sano en un ambiente seguro desde el punto de vista clínico y psicológico
- Contar con apoyo práctico y emocional continuo
- Ser asistida por personal amable y con competencias técnicas adecuadas.
- Tener participación en la toma de decisiones, inclusive cuando se requieren o desean intervenciones médicas.
Recomendaciones
De acuerdo con el proceso descrito en el Manual para la elaboración de directrices de la OMS y en el marco de las clasificaciones GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation) y CERQual (Confidence in the Evidence from Reviews of Qualitative research) para la evaluación de la calidad de las pruebas científicas cuantitativas y cualitativas, se desarrollaron las normas de buenas prácticas para llevar adelante un trabajo de parto y un parto sin complicaciones.
A partir de la metodología descrita, se desarrollaron 56 recomendaciones para los cuidados durante el parto (26 recomendaciones nuevas y 30 partir de las directrices existentes de la OMS).
Estas se presentan de acuerdo con el contexto de cuidados durante el parto, para el cual son relevantes, es decir, la atención durante todo el trabajo de parto y el parto, durante el período de dilatación, durante el período expulsivo, durante el alumbramiento, la atención inmediata del recién nacido y la atención inmediata de la mujer después del parto.
Estas se deben implementar como un paquete de atención en todos los entornos, a través de profesionales sanitarios amables, competentes y motivados que trabajen en sitios con recursos físicos esenciales disponibles. El Modelo de cuidados durante el parto de la OMS se resume en los siguientes puntos:
- Trabajo de parto respetado y atención durante el parto
- Apoyo emocional de un acompañante de su elección
- Comunicación efectiva de parte del personal
- Estrategias para el alivio del dolor
- Vigilancia regular del trabajo de parto
- Ingesta de líquido y alimentos por vía oral
- Movilidad en el trabajo de parto y posición de elección en el parto
- Continuidad en la atención
Figura 1. Representación esquemática del modelo de cuidados durante el parto de la OMS.
La OMS llama a los sistemas de Salud a implementar este Modelo de cuidados durante el parto y desarrolla estas recomendaciones dirigidas no solo a los profesionales sanitarios (incluidos enfermeros, parteras, médicos de cabecera y obstetras) y directivos (tomadores de decisión) sino también a los usuarios del sistema de salud (pacientes).
