Se publicaron en The Lancet (1) los resultados de una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que estimaron la carga global de la obesidad: una enfermedad que no para de crecer. Estos fueron comentados en Reuters (2). Lo resumimos en INFOMED.
PUNTOS CLAVE
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Tanto la obesidad, como el bajo peso y la desnutrición, son importantes problemas para la salud pública global, que se relacionan con múltiples resultados de salud negativos, y años de vida perdidos.
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En el mundo, alrededor de 1000 millones de personas tienen obesidad. Las tasas de adultos y niños con obesidad, desde el año 1990 al año al 2022, se duplicaron y cuadriplicaron, respectivamente.
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Durante el mismo período, la proporción de niñas, niños y adultos con bajo peso se redujo en una 1/5 parte, 1/3 parte y a la 1/2, respectivamente.
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Muchos países soportan lo que se llama una «doble carga», que es la presencia, en su población, de altas tasas de obesidad y bajo peso o desnutrición. Esto es mayor en países de bajos y medianos ingresos.
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Una de las limitaciones de este estudio es que se basó en el Índice de Masa Corporal (IMC) de los participantes, una medida, a veces imperfecta, para definir la verdadera carga de obesidad en la población.
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Es necesario implementar políticas públicas, con la ayuda del sector privado, para abordar las altas tasas de obesidad.
Un número gigante
Más de 1000 millones de personas en todo el mundo tienen obesidad, según un estudio de la OMS.
La obesidad es una condición vinculada a un mayor riesgo de numerosos problemas de salud graves, como la enfermedad cardiovascular (enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, muerte súbita de causa cardíaca, etcétera), la diabetes mellitus tipo 2, 18 tipos de cánceres, depresión, osteoartritis, y la lista sigue.
La obesidad es tan frecuente que se ha vuelto más común que el bajo peso en la mayoría de las naciones, incluidos muchos países de ingresos bajos y medianos, que anteriormente han luchado contra la desnutrición. Un número asombroso de personas vive con obesidad.
Estos números se basan en datos de más de 220 millones de personas en más de 190 países.
Si bien las tasas de obesidad se están estancando en muchos países ricos, estas están aumentando rápidamente en otros lugares.
La «doble carga»
Aunque el bajo peso es cada vez menos común a nivel mundial, en muchos países sigue siendo un problema importante.
Esto hace que un número cada vez mayor de países enfrente lo que se conoce como la «doble carga» de la desnutrición/obesidad en su población.
Las tasas de obesidad en adultos se duplicaron con creces entre 1990 y 2022, y se cuadriplicaron entre niños y adolescentes de entre 5 y 19 años.
Durante el mismo período, la proporción de niñas, niños y adultos con bajo peso se redujo en una 1/5 parte, un 1/3 y a la mitad, respectivamente.
Al mismo tiempo, cientos de millones de personas todavía no tienen suficiente para comer.
Tener un peso muy bajo puede ser perjudicial para el desarrollo de los niños y, en su forma más extrema, la condición puede causar que las personas mueran de hambre.
Las personas con obesidad también corren riesgo de muerte prematura y discapacidad, debido al vínculo con la aparición temprana de diabetes, enfermedades cardíacas y renales, y una serie de otras afecciones de salud graves.
El aumento de la «doble carga» ha sido mayor en algunos países de ingresos bajos y medios, incluidas partes del Caribe y Medio Oriente. En estos países, las tasas de obesidad son ahora más altas que en muchos países de ingresos altos, particularmente de Europa.
En algunos países europeos, como España, hay indicios de que las tasas de obesidad podrían estar empezando a disminuir o al menos estancarse.
Actualizando datos del 2017
Las actualizaciones son las primeras que tiene la OMS desde el 2017. Estos datos fueron compilados por más 1.500 científicos.
En el año 2017, se estimaba que alrededor de 774 millones de personas mayores de 5 años vivían con obesidad, una proporción similar (alrededor de 1 de cada 8 personas) a las nuevas cifras.
Medidas que se podrían tomar
El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que era necesario implementar medidas como impuestos a los productos con alto contenido de azúcar, y promover comidas escolares saludables para ayudar a abordar las tasas de obesidad.
Se requiere, además, la cooperación del sector privado, que debe ser responsable de los impactos de sus productos en la salud, añadió.
Los nuevos y potentes medicamentos contra la obesidad, como los del laboratorio danés Novo Nordisk (Wegovy/ Ozempic/Saxenda), y del laboratorio norteamericano Eli Lilly (Mounjaro y Zepbound) son herramientas que pueden ayudar, pero su alto costo y baja disponibilidad amenazan aún más con la creciente desigualdad en la distribución de los recursos.
Un estudio con algunas limitaciones
Una de las limitaciones del estudio fue el uso del índice de masa corporal (IMC) para determinar la obesidad, descrito como una medida «imperfecta» por los investigadores.