Revisamos en INFOMED el Comunicado de Prensa del Ministerio de Salud de la Nación del 31 de agosto, con las nuevas pautas para la emisión de recetas y dispensa de medicamentos en el marco de la Ley de Resistencia Antimicrobiana 27.680 (1). Estos son los puntos destacados.
PUNTOS CLAVE
- La resistencia antimicrobiana es un problema de la salud pública global, que genera grandes costos relacionados a la salud, y a la economía.
- En Argentina se promulgó, el 24 de agosto, la ley 27.680 de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, en la que se regula desde el 1° de septiembre la dispensa de antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos, antiparasitarios).
- Desde ahora en más, se debe hacer la receta por duplicado, al igual que con los psicofármacos y opiáceos. Además, la receta tiene que incluir el diagnóstico médico, y todos los datos del profesional (nombre y apellido, matrícula, profesión, dirección y teléfono).
- El objetivo de la ley es promover los mecanismos necesarios para la prevención y control de la resistencia antimicrobiana en el territorio nacional.
¿Qué dice la nueva ley acerca de cómo confeccionar una receta de antibióticos?
La ley 27.680 de Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos, promulgada el 24 de agosto, dice que desde el 1° de septiembre la dispensa de los mismos será “bajo receta archivada”, al igual que otras drogas, cómo por ejemplo los psicofármacos, y los opiáceos.
Esto significa que quien prescriba un antimicrobiano (antibiótico, antiviral, antifúngico, antiparasitario) deberá entregar al paciente:
- Receta original
- Copia o duplicado (esta queda archivada en la farmacia)
Además, se deberá poner en la receta el diagnóstico por el cual se indicó el fármaco. En la receta (manuscrita, electrónica o digital), debe constar también la siguiente información del profesional que prescribe:
- Nombre y apellido
- Profesión (ya que abarca a médicos y veterinarios).
- Número de matrícula
- Domicilio, número telefónico y correo electrónico.
¿Cuál es la importancia de esta ley?
Esta aborda la Resistencia Antimicrobiana (RAM) como problema de salud pública desde las diferentes disciplinas de las ciencias médicas, veterinarias y medioambientales, para alcanzar un mejor manejo y control.
Se suma a la ley la creación del Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana y a la Comisión Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana (CONACRA), como organismo interdisciplinario de asesoramiento técnico a los fines de brindar recomendaciones.
¿Qué sabemos de la resistencia antimicrobiana (RAM) en la región y en el mundo (2)?
Se estima que mueren en el mundo alrededor de 700 mil personas por año a causa de la RAM. Se estima que, si no hay una intervención, el número de muertes mundiales por RAM va a ascender a 10 millones hacia el año 2050, superando así a las muertes por cáncer, hoy la segunda causa de muerte a nivel mundial, por detrás de la enfermedad cardiovascular.
Cada año, 480.000 personas tienen tuberculosis multiresistente. Además, la resistencia a los fármacos también complica la lucha contra el virus de inmunodeficiencia humana (HIV).
La resistencia a los carbapenémicos, uno de los últimos recursos contra la Klebsiella Pneumoniae, se extendió en todas las regiones del mundo.
En varios países del mundo, incluidos Austria, Australia, Canadá, Eslovenia, Francia, Japón, Noruega, Reino Unido, Sudáfrica y Suecia, hay casos de gonorrea resistente a cefalosporinas de tercera generación.
Se estima que hacia el año 2050, los costos anuales en salud van a exceder el 25% en los países de bajos ingresos, 15% en los de ingresos medios y 6% en los de ingresos altos.
Según un informe del Banco Mundial del 2016, las infecciones resistentes a medicamentos podrían causar daños económicos similares a los que causó la crisis del 2008.
En un escenario modelado de alta RAM, los países de bajos ingresos podrían perder más del 5% de su producto bruto interno (PBI), y empujar a 28 millones de personas, la mayoría de países en desarrollo, a la pobreza, hacia el año 2050.
Vemos con estos datos como la resistencia antimicrobiana es un problema de la salud pública global, que compromete mucho más allá de la salud en sí, afectando a la economía y a la sociedad misma. Se ve también como afecta más a los países pobres que a los ricos, lo que puede resultar en un mayor aumento de la disparidad.
