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Inmunidad híbrida: las respuestas a las vacunas Covid-19 proporcionan información sobre cómo el sistema inmunológico percibe las amenazas

por | 24, Jul, 2021 | Tratamiento

5 minutos de lectura

La «inmunidad híbrida» es aquella respuesta inmune que se da en las personas que tuvieron una infección por SARS-CoV-2, luego de recibir una vacuna Covid-19. Estás personas montan respuestas inmunes inusualmente potentes. Esto resulta en títulos de anticuerpos neutralizantes 100 veces mayores que los generados por la infección por SARS-CoV-2, y 25 veces mayores que los generados por la vacunación Covid-19, incluso con inmunidad cruzada contra las variantes de preocupación.

Está pronunciada amplificación de la respuesta inmune se debe a las células B de memoria, y a las células T, necesarias para la generación y maduración de las distintas células B.

Estas son algunas de las conclusiones publicadas en Science el 25 de junio en Inmunidad híbrida: las respuestas a las vacunas Covid-19 proporcionan información sobre cómo el sistema inmunológico percibe las amenazas, basada en 2 ensayos publicados en el mismo número sobre la respuesta inmune natural y la inducida por la vacunas, que explican este beneficioso fenómeno inmunológico.

La memoria inmunológica es la fuente de la inmunidad protectora. La inmunidad natural y la generada por las vacunas al SARS-CoV-2, son 2 caminos diferentes de protección. El sistema inmune adaptativo tiene 3 ramas principales:

– Células B, que son la fuente de anticuerpos, con las células B de memoria.
– Células T CD4+
– Células T CD8+

Para la inmunidad natural (es decir, aquella conferida por la infección), se han observado hasta 8 meses de memoria inmunológica para las células T, células B de memoria y los anticuerpos, con un declive gradual pero que se estabiliza parcialmente dentro del año. La inmunidad natural tiene una protección contra el Covid-19 sintomático (algo así como una eficacia) del 93 al 97% en 7-8 meses, incluso contra la variante de preocupación B.1.1.7 (alfa o británica).

Hay evidencia de reinfecciones contra otras variantes (beta, gamma, iota), con reducción de la capacidad de neutralización de los anticuerpos, tanto por la inmunidad natural, como por la generada por las vacunas. Por ejemplo, contra la variante beta o sudafricana, la vacuna de Oxford-AstraZeneca disminuyó su eficacia para prevenir la enfermedad sintomáticas de 75 al 11%, y Pfizer-BioNTech, del 95 al 75%, está última manteniendo su protección contra la enfermedad grave en un 95%. Ambas conservan gran parte de su eficacia contra la variante delta.

Cuando las personas previamente infectadas por SARS-CoV-2 se vacunan se produce una sinergia impresionante en la respuesta inmune, la «inmunidad híbrida,» resultante de la inmunidad natural por la infección y la inmunidad generada por las vacunas. Esto resulta en títulos de anticuerpos neutralizantes 100 veces mayores que los generados por la infección, y 25 veces mayores que los generados por la vacunación. Estos efectos de vieron en ensayos contra la cepa B.1.351 (beta), y contra la cepa original del SARS-CoV-2.

Las respuestas inmunes, en las personas con antecedente de infección por SARS-CoV-2, a las segundas dosis de las vacunas, no fueron tan marcadas, lo que marca en cierto modo una meseta en las respuestas. La clave de este fenómeno parecen ser las células B de memoria, que aumentan su números de 5 a 10 veces en la inmunidad híbrida, en comparación con la infección natural o con la vacunación sola, estimuladas por las células T, que intervienen en su maduración.

Las vacunas Covid-19 en uso mayormente se basan en un antígeno, la proteína S, pero el SARS-CoV-2 está compuesto por 25 proteínas diferentes, por lo cuál, las respuestas inmunes celulares están más restringidas en las vacunas, que en la infección natural, mientras que en la «inmunidad híbrida,» participan células T de memoria contra la proteína S y proteínas no S del SARS-CoV-2.

Notablemente las vacunas ARNm aumentan sustancialmente las respuestas de células T en personas previamente infectadas. Estos principios también se aplican a las modalidades de combinaciones de vacunas en los distintos ensayos sobre regímenes heterólogos de vacunas Covid-19, con plataformas basadas en ARNm, adenovirus o vacunas recombinantes protéicas.

Estos hallazgos son sin dudas buenas noticias respecto a la inmunidad contra el SARS-CoV-2, y podrían además tener aplicación a otras enfermedades.

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Sobre el autor

Médico especialista en Medicina Interna. MN 117.882 – Egresado de la Universidad de Buenos Aires. Médico de Planta, Séptima Cátedra de Medicina – Hospital de Clínicas José de San Martín. Coordinador del módulo Clínico, Curso bienal de Emergentología – SAPUE. Asesor Médico, Gerencia Médica de Urgencias, OSDE. Contacto IG > @ramiroherediaok

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