Llega fin de año, y aumentan las consultas médicas por lesiones oculares por corchos de bebidas espumantes. Resumimos en INFOMED una nota de The BMJ al respecto (1).
PUNTOS CLAVE
- Hace algunos días se publicó en una importante revista médica británica un análisis de las lesiones por corchos de bebidas espumantes, y como prevenirlas.
- Las lesiones oculares por corcho son una amenaza importante, y a menudo pasada por alto para la salud ocular.
- Un corcho puede viajar de la botella al ojo en menos de 0.05 segundos, lo que hace que el reflejo de parpadeo sea ineficaz.
- En una revisión retrospectiva, analizaron los datos de lesiones oculares por corchos de botellas de champán.
- En el 26% de los casos relacionados con bebidas presurizadas, las personas quedaban con ceguera permanente.
- Otra revisión arrojó luz sobre la variedad de consecuencias que pueden resultar de las lesiones oculares relacionadas con el corcho, subrayando la necesidad de medidas de concientización y prevención.
- El corcho de la botella de champán es el mayor contribuyente a las lesiones oculares causadas por las tapas de las botellas.
Tenemos que tener cuidado en esta temporada navideña: el trauma ocular al abrir botellas de espumantes puede llegar a ser grave (y prevenible).
Un «alegre» proyectil
La rápida liberación de dióxido de carbono después de descorchar una botella de vino espumoso es un momento memorable que todos disfrutan, independientemente de si uno toma, o no, alcohol.
Pero hay un lado oscuro de las bebidas con burbujas: las lesiones oculares por corcho son una amenaza importante, y a menudo pasada por alto para la salud ocular.
El objetivo de este artículo es garantizar que el año nuevo no sea en la mesa de operaciones de un cirujano ocular.
Ceguera permanente
La Academia Estadounidense de Oftalmología tiene una campaña de seguridad pública, «Descorche con cuidado», con consejos prácticos para descorchar de manera segura las botellas de espumante, debido a las lesiones oculares graves y con riesgo de generar ceguera que ocurren cada año.
La presión en una botella de champán o vino espumoso, de 750 ml, es aproximadamente 3 veces mayor que la de un neumático de automóvil estándar, con el potencial de lanzar un corcho hasta 13 metros, a velocidades de hasta 80 km/hora.
Un corcho puede viajar del frasco al ojo en menos de 0.05 segundos, lo que hace que el reflejo de parpadeo sea ineficaz.
Un corcho que golpea un ojo puede causar, entre otras afecciones:
- Ceguera permanente
- Desprendimiento de retina
- Dislocación o luxación del cristalino
Repasando la evidencia (Una revisión internacional)
Una revisión retrospectiva publicada en 2005 analizó casos de lesiones oculares graves resultantes de botellas que contenían bebidas a presión en los Estados Unidos, Hungría y México.
Los corchos de las botellas de champán fueron responsables del 20% de las lesiones oculares relacionadas con las tapas de las botellas en los Estados Unidos, 71% en Hungría, y 0% en México.
Estos datos enfatizan la necesidad de medidas preventivas, incluidas etiquetas de advertencia y materiales de embalaje alternativos, como un tapón de rosca, para proteger a las personas.
Aunque la vista de muchas personas mejoró, el estudio encontró que, en el 26% de los casos relacionados con bebidas presurizadas, las personas quedaban con ceguera permanente.
El corcho de la botella de champán sigue siendo el mayor contribuyente a las lesiones oculares causadas por las tapas de las botellas.
Una serie de casos
En 1994, se documentaron en los Países Bajos 2 casos de lesiones oculares contundentes causadas por botellas de corcho de champán.
- Uno de ellos fue un hifema, una acumulación de sangre en la cámara anterior del ojo.
- Uno resolvió con tratamiento médico, el otro requirió evacuación quirúrgica.
Un caso en Australia
En 2016, a un hombre de 29 años en Australia se le diagnosticó «commotio retinae» (una retinopatía traumática) después de un impacto a alta velocidad causado por un corcho de champán expulsado desde 3 m de distancia.
El seguimiento de 3 meses mostró luego la resolución de la commotio retinae, pero persistencia de una hemorragia retiniana leve.
Una deuda pendiente
Se necesitan medidas de sensibilización y prevención.
Una revisión realizada en 2009 de 34 casos de lesiones oculares causadas por corchos y tapas de botellas de vino espumoso en Italia, mostró que estos objetos aparentemente inocuos, pueden causar daños sustanciales a los ojos, lo que resulta en diversos grados de discapacidad visual, y resultados clínicos como perforación, traumatismo, y complicaciones a largo plazo.
Este estudio encontró que todos los pacientes presentaban lesión cerrada del globo, con lesiones tempranas que incluían hipema de la cámara anterior, lesión corneal, hipertensión ocular, subluxación del cristalino, formación traumática de cataratas (temprana y tardía) y edema retiniano postraumático.
Las complicaciones tardías incluyeron anomalías de la motilidad pupilar, iridodiálisis (rotura o desgarro del iris en el sector más periférico, que en condiciones normales está unido al cuerpo ciliar), neuropatía y maculopatía óptica traumática, y glaucoma postraumático.
El estudio arrojó luz sobre la variedad de consecuencias que pueden resultar de las lesiones oculares relacionadas con el corcho, subrayando la necesidad de medidas de concientización y prevención.
Las lesiones perforantes que involucran corchos o tapas de botellas corren el riesgo de sufrir problemas de visión.
Las campañas de concientización pública sobre las precauciones de seguridad podrían mitigar el riesgo de lesiones.
Después de una lesión de este tipo, se necesita un tratamiento personalizado por parte de un especialista en el cuidado de los ojos, y la consulta inmediata con un oftalmólogo es esencial para minimizar el riesgo de problemas de visión.
Seguridad del champán (o como prevenir los corchazos)
La Academia Estadounidense de Oftalmología dictó una lista de medidas para prevenir las lesiones por corchos de bebidas espumantes o espumosas:
1. Enfriar la botella antes de abrirla.
La presión se reduce a medida que la botella se enfría y, como resultado, la velocidad del corcho disminuye. Evitar, además, agitar la botella antes de abrirla, por el mismo motivo.
2. Orientar la botella en dirección opuesta a los demás y a uno mismo, en un ángulo de 45° antes de abrirla.
3. Retirar con cuidado la jaula de alambre (que podría actuar como un proyectil adicional) de la parte superior de la botella, mientras se presiona el corcho con la palma de la mano.
4. Colocar una toalla sobre la parte superior de la botella, y sujetar el corcho firmemente.
5. Girar suavemente la botella hasta que el corcho se suelte.
6. Contrarrestar la fuerza que mueve hacia arriba el corcho, presionándolo hacia abajo.
Referencias